¿Cómo superar mitos y tabús y recuperar una sexualidad sana tras el parto?
«Nuestra vida sexual ha estado siempre llena de mitos y tabús, centrada en el hombre y basada en el coitocentrismo«, según explica en una entrevista la sexóloga y ginecóloga Marta Recio, quien apuesta por desmitificar los viejos patrones, para «reinventarse» y redescubrir la sexualidad «sana y plena».
Recio cree necesario desterrar juicios y miedos para superar momentos conflictivos, como sucede en el posparto, cuando los problemas hormonales, afectivos y emotivos originan la disminución del deseo sexual de la mujer.
«Cuando la relación pareja se ha quedado muy metida en los tabús y falla, se desmorona», revela la experta, al asegurar que la «mentalidad coitocentrista» condiciona en esos momentos a la mujer, que no conoce ni su placer ni su clítoris e identifica relación sexual con penetración.
La cuarentena
En la cuarentena -los 40 días posteriores al parto- se desaconseja tener relaciones sexuales con penetración para facilitar la recuperación del suelo pélvico y la vulva, así como evitar la entrada de bacterias al útero que puedan causar una infección interna.
Más allá de eso no hay contraindicaciones, asegura la experta, «a no ser que la paciente siga con los puntos o tenga dolor, con lo que habría que tratarla de forma personalizada».
Miedos psicológicos
Hay factores psicológicos que condicionan la disminución de la libido en la mujer tras el parto, como pueden ser los comentarios sobre el dolor que va a generar una relación sexual, unidos a la falta de descanso, tener al bebé siempre al lado o los altibajos de hormonas.
Dolor en la zona genital
Además de los puntos en la vulva, un parto puede afectar al suelo pélvico y provocar contracturas, lo que genera dolor y hace que las mujeres tengan miedo al coito.
«Si hay dolor las mujeres cada vez aprietan más, se contracturan y terminan con un vaginismo muy intenso«, advierte la sexóloga, quien también cita los partos traumáticos como desencadenantes del rechazo a retomar las relaciones sexuales.
Superar el miedo
Recio aboga por ir al origen del miedo y el rechazo. «Si existe dolor por un desgarro o una epiosotomía, habrá que trabajarlo desde el nivel físico, al igual que si hay una contractura en el suelo pélvico».
Y en el nivel psicológico, hay que ayudar a afrontar el dolor, perder el miedo, gestionar el estrés y hacer una reinterpretación de la sexualidad progresiva.
Reinterpretar la sexualidad
Para que la mujer tenga momentos de intimidad que no conlleven una penetración, la sexóloga recomienda «la estimulación de clítoris con trabajo de relajación de la musculatura del suelo pélvico externo (en la zona de la vulva)». Y una vez preparada, aconseja comenzar a introducir en la vagina pequeños objetos, como juguetes, vibradores o dedos.
Pero, sobre todo, subraya la importancia de que sea la mujer la que tenga el poder en estos juegos sexuales, previos a los intentos de penetración, en los que la ginecóloga subraya la importancia de que se sitúe siempre arriba para controlar la profundidad y la frecuencia.
Olvidar el coitocentrismo
La experta destaca que la sexualidad en el mundo es muy coitocentrista debido, principalmente, a la pornografía y la escasa educación sexual, como refleja el X Barómetro «Los jóvenes y el sexo» de Control, en el que un 35,3% de los adolescentes españoles reconoce no haber recibido ninguna orientación.
«Así lo demuestran frases del tipo de que la relación es con penetración y el resto son preliminares. Se obvia que la sexualidad es muy amplia y hay que aprender a adaptarse a los tiempos de que se dispone», lamenta Recio.