20 de los castillos medievales mejor conservados de España
Una de las mejores maneras de adentrarnos en la historia de España es visitar alguno de sus castillos y hacer un verdadero viaje en el tiempo. Todo el territorio nacional está salpicado de imponentes fortalezas medievales y muchas de ellas se encuentran en un magnífico estado de conservación.
Castillo de Loarre (Huesca)
El Castillo de Loarre fue el más importante de Aragón durante los siglos XI y XII. Este se alza a más de 1.000 metros de altura y tanto sus murallas como sus torreones se encuentran en perfecto estado de conservación.
Castillo de Torija (Guadalajara)
El Castillo de Torija presenta una belleza poco frecuente en las fortalezas militares. Su constructor, en el siglo XIV, fue Alonso Fernández Coronel. En el siglo XIX fue ocupado por las tropas francesas del general Hugo, el padre del novelista Víctor Hugo, y más tarde por Juan Martín el Empecinado, que lo voló, dejándolo en ruinas hasta que se restauró en 1962.
Castillo de Alarcón (Cuenca)
La fundación de esta fortaleza medieval se atribuye al rey Alfonso VIII. Durante el Renacimiento, fue reformado por el Infante don Juan Manuel y el Marqués de Villena. Destaca la Torre del Homenaje con almenas rematadas en punta de flecha.
Castillo de Bellver (Mallorca)
El castillo fue levantado como edificio cortesano entre 1300 y 1311 por el rey Jaume II. Durante el siglo XIV fue usado como prisión de estado de reyes o familiares y en la Guerra de Independencia albergó a los franceses presos en Bailén y a políticos ilustres como Jovellanos, el general Lacy o Martínez Campos. Desde 1976 es el Museo de la Ciudad de Palma.
Castillo de Almodóvar del Río (Córdoba)
El Castillo de Almodóvar del Río data del año 760 y está situado sobre el cerro de La Floresta. Ofrece unas impresionantes vistas sobre la Vega del Guadalquivir y en su conjunto destacan las torres, las almenas y los numerosos patios y jardines.
Castillo de Vimianzo (A Coruña)
Esta fortaleza medieval empezó a construirse en el siglo XIII y se reformó durante el XIV y el XV. Cuenta con murallas y foso, sobre el que se tiende un puente anteriormente levadizo, además de cuatro torres y un patio de armas. Sus muros, de casi dos metros de grosor, soportaron frecuentes ataques, como los de la Guerra Irmandiña.
Castillo de Olivenza (Badajoz)
El castillo de Olivenza fue levantado sobre restos de un castillo templario. Cuenta con una torre del homenaje de más de 40 metros de altura desde donde podremos contemplar unas vistas magníficas de este pueblo en la frontera con Portugal.
Castillo de Alburquerque (Badajoz)
El Castillo de Alburquerque o de Luna fue construido sobre una loma desde la que se domina el pueblo homónimo y la amplia extensión de terreno que lo rodea. La estructura actual data en gran parte del siglo XV y a mediados de ese siglo tomó posesión del castillo don Álvaro de Luna, Maestre de la Orden de Santiago, quien llevó a cabo numerosas reformas y ampliaciones, entre las que destaca la gran Torre del Homenaje.
Castillo de Cardona (Barcelona)
En el pueblo de Cardona, se alza uno de los ejemplos más destacados del románico catalán. El castillo homónimo es una fortaleza del siglo IX que ocupa una superficie de 62.000 metros cuadrados. Esta recibió el apodo de «el castillo de los Reyes sin corona«, ya que los señores de Cardona eran una de las familias más influyentes no solo de la Corona de Aragón, sino también de la Monarquía Hispánica.
Castillo de Almansa (Albacete)
El Castillo de Almansa es uno de los mejor conservados de la provincia de Albacete. Esta fortaleza tiene un origen almohade, lo que aún se puede ver en el tapial de sus muros. Además, en su interior pueden disfrutarse los restos de obras de cantería gótica.
Castillo de Cullera (Valencia)
En lo alto de la cima de una montaña, se ubica el imponente Castillo de Cullera. Está configurado por la alcazaba y dos albacaras que cumplían la función de proteger a las tropas, caballerías, ganado y a la propia población en los momentos de asedio. Asimismo, un conjunto de torres enlazaba los distintos tramos de murallas que rodeaban la fortaleza.
Castillo de Oropesa (Toledo)
El Castillo de Oropesa está formado por dos estructuras: el castillo viejo, una fortaleza erigida por los árabes entre los siglos XII y XIII, y el Palacio de los Álvarez de Toledo, del siglo XV, convertido en Parador Nacional.
Castillo de Peracense (Teruel)
Los constructores aprovecharon la orografía del terreno para levantar el Castillo de Peracense en el siglo XIII, a las faldas de la sierra Merena. La fortaleza cuenta con una planta de 4.000 metros cuadrados y está compuesta por tres recintos concéntricos. Su color rojizo se debe a la utilización del rodeno para su construcción.
Castillo de Almenar (Soria)
En una loma de poca altura, encontramos este castillo señorial dominando estratégicamente el entorno. La fortaleza inspiró a Gustavo Adolfo Bécquer en sus leyendas y tras su abandono, fue utilizado como cuartel de la Guardia Civil en el siglo XX. Además, aquí nació Leonor, esposa de Antonio Machado.
Castillo de Soutomaior (Pontevedra)
El Castillo de Soutomaior está formado por dos estructuras, por un lado una fortaleza medieval, y por la otra, un palacio neogótico del siglo XIX. Asimismo, cuenta con dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, rodeados por una doble muralla.
Castillo de los Mendoza (Madrid)
A los pies de la sierra de Guadarrama, en la localidad de Manzanares el Real, se alza el castillo de los Mendoza. Este fue mandado a construir en 1475 por Diego Hurtado de Mendoza y aún podemos contemplar en muy buen estado sus muebles de la época, sus pinturas y sus tapices flamencos.
Castillo de Belmonte (Jaén)
Sobre el Cerro de San Cristóbal, se encuentra el castillo de Belmonte. Este se empezó a construir en el siglo XV y llegó a ser propiedad de la emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.
Castillo de La Mota (Valladolid)
La construcción del Castillo de la Mota fue encargada a mediados del siglo XV por los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla. Los Reyes Católicos culminaron la gran obra de la barrera artillera en 1483. La función principal fue la defensiva, pero además funcionó como archivo y cárcel para presos tan ilustres como Juana ‘la Loca’, Hernando Pizarro o César Borgia.
Castillo de Fuensaldaña (Valladolid)
El Castillo de Fuensaldaña fue mandado construir a mediados del siglo XV por la familia de los Vivero. Su fisonomía es la típica de un castillo señorial, con una torre del homenaje a la que originalmente se accedía por un puente levadizo de 34 metros de altura. En la actualidad, es un centro de interpretación de los castillos de Valladolid.
Castillo de Cortegana (Huelva)
El Castillo de Cortegana es uno de los monumentos más visitados de la provincia de Huelva. Su fundación se vincula a la figura del rey Sancho IV de Castilla en el siglo XIII. El recinto está compuesto por dos sectores: la cerca, primera línea de defensa y, donde posiblemente se desarrolló el primitivo núcleo urbano de Cortegana, y el alcázar, con su patio de armas y aljibe.
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