Preocupación en Red Bull por la fiabilidad del coche en Australia
La espectacular ventaja de Red Bull respecto al resto de la parrilla esta temporada ha sido una sorpresa en todo el paddock y ha hecho parecer invencibles a los monoplazas de la escudería austriaca. De puertas para adentro la sensación es diferente, pues ven peligrar esa imbatibilidad preocupados por la fiabilidad de sus coches.
Ya les falló en la clasificación en el Gran Premio de Arabia Saudí, donde abandonaron en la Q2 por una avería en el motor del monoplaza de Max Verstappen, precisamente el que había cambiado la caja de cambios antes de la qualy. Y no quedó ahí el problema, pues el neerlandés terminó la carrera avisando de que escuchaba un ruido raro a alta velocidad.
Después de la prueba en Jeddah tanto el vigente campeón como Checo Pérez pidieron a su equipo un esfuerzo para mejorar en este aspecto. «No podemos tener problemas como esos», apuntó ‘Mad Max’, que subrayó que «cuando estás peleando por un campeonato» que parece que estará entre dos coches del mismo equipo, «debemos asegurarnos ambos son fiables«.
«Si hubiéramos tenido que apretar hasta el final, es probable que no hubiéramos llegado«, reveló por su parte el mexicano, que reconoció que «hay mucha preocupación con la fiabilidad ahora». Algo que no ha cambiado dos semanas después al aterrizar en Australia.
Los ingenieros han mostrado su inquietud por unas vibraciones en el monoplaza, revela el diario especializado Auto Motor und Sport, que apunta a que desde Red Bull creen que el problema son las calidad de las piezas del proveedor.
Estas malas sensaciones de la escudería austriaca se suman a que Albert Park es uno de sus circuitos malditos: sólo han logrado una victoria (en 2011). Además, Verstappen no sólo ha ganado nunca sino que el año pasado terminó abandonando. Varias razones que alimentan la esperanza de ver a Fernando Alonso lograr su ansiada victoria número 33.