La Universidad de Barcelona subasta una residencia de estudiantes por 19 millones
La Universidad de Barcelona (UB) quiere aprovechar el enorme apetito inversor por las residencias de estudiantes y hacer caja. El Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya acaba de publicar la convocatoria de la subasta pública de un inmueble propiedad de la UB y que albergó el Colegio Mayor Saint Jordi, por el que espera conseguir, al menos, 19 millones de euros (impuestos y gastos excluidos), que es el precio de licitación fijado. Los expertos consultados por El Confidencial consideran que la universidad podría llegar, incluso, a duplicar esta cifra. La subasta de esta residencia de estudiantes tendrá lugar el día 4 de febrero de 2022, mientras que el plazo para presentar las ofertas finaliza el 14 de enero de 2022.
El edificio en cuestión, de algo más de 8.100 metros cuadrados divididos en dos bloques, siete plantas y dos sótanos, se encuentra situado en la calle Can Ràbia, número 7-9, de Barcelona, en el barrio de Sarrià, y está preparado para su uso como residencia de estudiantes o colegio mayor. De hecho, se vende con mobiliario incluido, desde armarios, fotocopiadoras, ordenadores, sofás, amplificadores, proyectores, y un largo etcétera.
El edificio tiene 8.100 metros cuadrados y fue tasado en 16,5 millones de euros
La residencia dispone de 246 plazas, así como aulas, un auditorio y una pista deportiva. También cuenta con biblioteca, sala de estudio, sala de estar, sala de juegos, gimnasio, así como lavandería, vestuarios, zona cocina, comedor y servicios.
La construcción de este colegio mayor data de 2006 y supuso un coste para la Universidad de Barcelona de 8,5 millones de euros. La finca pertenece a la UB en pleno dominio, pero el terreno sobre el que se levantó proviene de una permuta con el Ayuntamiento de Barcelona en 2005. 12 años después, en 2018, con otro colegio mayor en marcha y debido a las crecientes necesidades económicas de la universidad, se plantea la venta del inmueble como la mejor de las opciones.
Fue entonces, en el verano de 2018, cuando la Universidad de Barcelona encargó la tasación del edificio a Sociedad de Tasación, que fijó el valor del inmueble en 16,5 millones de euros, aunque el furor por este tipo de activos habría llevado a la Universidad de Barcelona a fijar un precio de licitación un 15% superior.
Tal y como explica la Universidad de Barcelona en la información consultada por El Confidencial, la decisión de vender el inmueble se tomó en 2018 tras constatar cómo en los «últimos años, entre un 30% y un 40% de los estudiantes que se alojan en el Colegio Mayor Sant Jordi no estudian en la Universidad de Barcelona» y después de considerar la UB que podía «cubrir la necesidad de oferta de plazas de alojamientos de estudiantes con la red de colegios mayores y residencias universitarias propias y ajenas vinculadas a la universidad mediante convenio, y especialmente con su nueva residencia en el campus de la Diagonal Portal del Conocimiento, con una capacidad de más de 500 plazas».
«Por todo ello, no existe ningún motivo de carácter general que implique la necesidad de mantener en funcionamiento el Colegio Mayor Sant Jordi, dado que la necesidad de alojamiento se puede cubrir y, por consiguiente, no es necesario el mantenimiento de la calificación de dominio público del inmueble en el que se ubica y se propone su desafectación».
Tras estudiar varias opciones, «la opción económica más favorable es la venta del edificio»
La venta le proporcionará a la universidad unos suculentos ingresos, ya que, según reconoce,»las restricciones presupuestarias soportadas por la Universidad de Barcelona, desde hace casi una década, han generado una importante reducción de fondos públicos que comporta la necesidad de obtener recursos para poder atender la financiación del servicio público universitario que la Universidad debe prestar y garantizar mediante las actividades que forman parte de su misión: docencia, investigación y transferencia de conocimiento».
En 2018, cuando se decide la enajenación de este inmueble, la UB contaba con un presupuesto de siete millones de euros. «Para hacer frente a estas necesidades, se han estudiado diversas fórmulas jurídicas (concesión demanial, concesión y servicio público…) para cubrir las necesidades financieras de la UB sin tener que desprenderse de patrimonio, pero ninguna de estas encajaba con las necesidades actuales de la Universidad. De acuerdo con lo expuesto, se considera que la opción económica más favorable para la UB es la venta del edificio […]«.
Gran apetito por las residencias de estudiantes
Las residencias de estudiantes se han convertido en un activo muy codiciado por los inversores en España. Según un informe de la consultora JLL, la inversión en este tipo de alojamientos se ha disparado un 137% en el primer semestre del año. En total, se desembolsaron 140 millones.
El informe destaca el importante desequilibrio que sigue existiendo en el mercado español entre oferta y demanda en el sector y calculan que, en 2022, en España, habrá 111.000 camas, un 14% más que al cierre de 2020, pero insuficiente para atender la futura demanda universitaria. Por otro lado, aunque se trata de un segmento, dentro del inmobiliario, que no se limita a las grandes ciudades, lo cierto es que la mayor concentración de oferta disponible se encuentra en Madrid, con una cuota del 22,3%, seguido de Cataluña (15,7%).
Según recoge el informe de Sociedad de Tasación de 2018, con base en fuentes de la Generalitat de Catalunya, la ciudad de Barcelona contaba con 65 centros residencias de estudiantes, 37 mixtos, 25 femeninos y tres exclusivamente masculinos. Algunas de estas residencias eran Residencia Universitaria Campus del Mar, Residencia Universitaria Pere Felip Monlau, Residencia Universitaria Ciutadella, Residencia Universitaria Torre Girona, Residencia Universitaria campus La Salle, Residencia Universitaria Barcelona Diagonal, Residencia Universitaria Agora, Residencia Universitaria Anglus, Residencia Universitaria Balmes o Residencia Universitaria Resa Torre Girona.