Viajes

La ciudad suiza con dos castillos perfecta para una escapada de otoño entre montañas

Suiza es uno de los países de Europa con los paisajes más bonitos e impresionantes, que dejan sin palabras a todo el que lo visita. Famosa por los Alpes, las ciudades medievales, los monumentos históricos, las pistas de esquí y las rutas de senderismo, la nación es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza, que encontrarán allí un auténtico paraíso.

Su capital, Berna, recibe miles de viajeros al año, que buscan deleitarse con la gastronomía suiza con productos tan famosos como el chocolate. Pero Suiza es mucho más que su capital y las grandes montañas que rodean el país, en su territorio habitan un sinfín de pueblos y ciudades con encanto que parecen haberse detenido en el tiempo.

Muchos de estos lugares se caracterizan por su indudable belleza que los hace parecer paisajes de cuentos de hadas e incluso el escenario de alguna que otra película de Disney. Los lagos reflejan el entramado de pequeñas casas blancas con tejados rojos que resaltan todavía más al contrastar con el colorido verde del entorno natural.

Thun, el pueblo de Suiza perfecto para visitar en otoño

Si estás buscando un destino en el que pasar la última escapada del otoño, hay una ciudad de Suiza que te está esperando. Cuando las hojas de los árboles caen al suelo formando un manto de colores marrón, amarillo y ocre, Thun se convierte en un paraíso de ensueño. Esta ciudad es la perfecta definición de belleza y para comprobarlo debes visitarla en persona.

No existe foto alguna, por buena y bonita que sea, que haga justicia a la hermosura de Thun. Las casas blancas y de colores llamativos viven a orillas de un gran lago, vigiladas bajo la atenta mirada de grandes montañas que lo convierten en un destino mágico.

La ciudad es considerada una de las más bonitas del país, en parte gracias a su ubicación y a un paisaje idílico. Thun está situada a orillas de una gran masa de agua azul turquesa conocida como el Lago Thun, del que parte el río Aar, cuyo cauce recorre esta ciudad de poco más de 40.000 habitantes.

Uno de los protagonistas indudables de esta localidad es el imponente castillo que habita en lo alto de una colina y que fue construido a finales del siglo XII. En el siglo XV se amplió añadiendo un gran tejado rojo que cubre sus cinco pisos. Hoy en día, esta fortaleza sirve como Museo Histórico en el que es posible conocer la cronología de la zona y disfrutar de algunas exposiciones temporales. Además, en su sala de caballeros se hacen conciertos y actos públicos que son como un viaje al pasado.

Muy cerca del castillo se encuentra un edificio de color y tamaño similar, pero que poco o nada tiene que ver con la fortaleza. Se trata de la Stadtkirche Thun, una iglesia cuya gran torre se remonta al año 1330. Este templo católico es el protagonista de la ciudad y su reconstrucción y remodelación se está realizando a partir de planos del 1738 que permiten a los arquitectos continuar la idea inicial y mantener viva su esencia.

Thun puede visitarse en cualquier época del año, pero es cierto que gracias a su impresionante paraje natural, hacerlo en otoño será una experiencia única. Recorrer las calles empedradas de esta preciosa ciudad hará que sientas que viajas al pasado, descubriendo a la vez uno de los destinos más bellos y maravillosos de nuestro planeta.

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