El antiguo palacio Canto del Pico, de los Franco, más cerca de ser un hotel de lujo
Los dueños del Canto del Pico, un antiguo palacio que perteneció a la familia del general Franco entre 1941 y 1988, ultiman los trámites para que esta edificación, situada en el municipio madrileño de Torrelodones, y que puede divisarse desde la carretera de La Coruña cuando se deja la capital a las espaldas, sea finalmente un pequeño hotel de lujo —un hotel ‘boutique’, en la jerga inmobiliaria—, tal y como llevan intentando desde su adquisición su propietario, Stoyam Holdings Limited, compañía hostelera de José Antonio Oyamburu Goicoechea, con sede en Inglaterra, que adquirió el palacio en estado de semirruina.
El proyecto inicial estuvo a punto de materializarse a principios del siglo XXI. De hecho, las grúas llegaron hasta lo alto de la montaña del mismo nombre en 2001, pero las obras no pudieron arrancar porque la licencia, concedida en 1991, había caducado.
La comunidad ha aprobado el uso hotelero y la propiedad ha presentado ya su proyecto
En 2018, Stoyam Holdings Limited empezó el proceso de nuevo y, en marzo de 2019, el Ayuntamiento de Torrelodones emitió un informe favorable para implantar el uso hotelero en el palacio. Varios meses después, en septiembre de 2019, la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid aprobó, de nuevo, el uso hotelero, si bien requirió a la propiedad un nuevo proyecto antes de dar luz verde a su aprobación definitiva. Dicho proyecto fue presentado en octubre de 2020, y desde Stoyam Holdings Limited esperan, ahora, la aprobación para arrancar unas obras que deberían haberlo hecho hace casi dos décadas.
El proyecto, del que se conocen muy pocos detalles, será un pequeño hotel ‘boutique’ de lujo sostenible y respetuoso con un entorno que abarca un centenar de hectáreas en el parque regional de la cuenca alta del Manzanares y que, según explican los propietarios de Canto del Pico a El Confidencial, «permitirán a cualquiera que visite el hotel o sus instalaciones disfrutar de un entorno capaz de quitar la respiración».
El palacio del Canto del Pico está a punto de cumplir 100 años, ya que fue construido en 1922 por el conde de las Almenas, siendo su casa privada hasta que se lo regaló a Francisco Franco en 1941. En 1975, aún conservaba su uso residencial, pero tras la muerte del dictador, cuando la propiedad pasó a sus herederos, fue abandonado hasta que en 1988, su hija, Carmen Franco Polo, decidió venderlo por 320 millones de pesetas a José Antonio Oyamburu Goicoechea, en estado de “semi-ruina, vacío de muebles y de enseres de valor”, tal y como insisten en destacar desde la propiedad, que también recuerda que el Estado ha tenido tiempo suficiente para intentar recuperar su propiedad.
«El palacio estuvo abandonado más de una década hasta que decidimos comprarlo en 1988. En todo ese tiempo, el Estado tuvo la posibilidad de recuperarlo para el patrimonio histórico y, tras la compra, también tuvo dos años para ejercer su derecho de tanteo y retracto, pero no lo hizo, lo que provocó que estuviera casi 15 años abandonado».
Stoyam Holdings Limited relata su travesía para conseguir que finalmente pueda construirse un hotel. «A principios de los noventa, se planteó por primera vez la posibilidad de construir un hotel, y el BOCM publicó en 1991 la autorización para ello (ver imagen superior), pero durante seis o siete años, el Ayuntamiento de Torrelodones estuvo intentando una permuta que, finalmente, nunca llegó a materializarse porque no tenían nada para permutar. Iban pasando los años y en 1999 conseguimos que por escrito el ayuntamiento nos firmara que la licencia para construir un hotel seguía vigente, pero en 2001, cuando las grúas estaban listas para comenzar las obras, nos comunicaron que la licencia había caducado. Desde entonces y hasta ahora, se ha sucedido más de una década de juicios y nuevos intentos de permuta que nunca han llegado a concretarse. Ahora, casi 30 años después, retomamos la intención inicial. La de construir un hotel ‘boutique’ de lujo», añaden.
Más de 40 años detrás de un proyecto hotelero
Un establecimiento, que, como explican, «ofrecerá a sus clientes una experiencia inigualable dentro de un marco inigualable. Un hotel con varios espacios para eventos, donde los invitados podrán disfrutar de sus kilómetros de caminos entre encinas, pinos y curiosas rocas inmensas. Además, se rehabilitarán los jardines especiales que en su día tanto disfrutó el conde de las Almenas, dando vida de nuevo a sus fuentes y pérgolas de rosas y sus lagos naturales».
Será un pequeño hotel ‘boutique’ de lujo con espacios para eventos
El palacio Canto del Pico fue declarado Monumento Histórico Artístico (BIC) en 1930 y está incluido en el catálogo de bienes protegidos. La finca tiene una superficie total de 1.044.917 metros cuadrados y su acceso se realiza por la carretera M-618. El edificio principal es el palacio, con 2.190 metros cuadrados de superficie, pero existen edificaciones secundarias a unos 300 metros. Se trata de dos chalés o residencias, una de ella de la misma época que el palacio (años 20) y la segunda de hace unos 40 años, además, existen un pabellón de servicio, una nave de caballerizas y un edificio que estuvo dedicado, en su momento, a la explotación de colmenas y a su aprovechamiento industrial.
Pero ¿se puede construir en un entorno protegido? Esta es otra de las polémicas que rodean al proyecto. El suelo está incluido en el parque regional de la cuenca alta del Manzanares, calificado como no urbanizable común y no urbanizable protegido. Sin embargo, en la Ley 6/2013 de 23 de diciembre de Medidas Fiscales y Administrativas se modificó, mediante su artículo 10, la Ley 1/1985 del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, considerando usos y actividades compatibles con el mismo, entre otros, «la rehabilitación para su conservación incluso con destino residencial y hosteleros, de edificios de valor arquitectónico, aun cuando se encontraran en situación de fuera de ordenación, pudiendo excepcionalmente incluir las obras de ampliación indispensables para las condiciones de habitabilidad».
Así lo recogía, en mayo de 2015, un documento de la Dirección General de Urbanismo de la Consejería de Medioambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, que informaba favorablemente sobre la calificación urbanística hotelera solicitada.
En este documento añadía, no obstante, la necesidad de presentar un proyecto actualizado sobre la actuación a realizar. «Dado que el uso solicitado es viable urbanísticamente, y con vistas a un análisis completo de la propuesta, resulta necesario que presenten un nuevo documento completo, actualizado y unitario que reúna, como mínimo, los requisitos exigidos para la tramitación de una calificación urbanística en la Dirección General de Urbanismo de la Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid». Lo que llevó a la propiedad a presentar un nuevo proyecto hotelero, ya que el proyecto básico de ejecución de rehabilitación, reforma y conservación del palacio anterior databa de 1989, y el de ejecución, de 1999.
100 años de historia entre sus paredes
El palacio está situado a 1.011 metros de altura, una posición privilegiada, puesto que permite divisar más de una treintena de municipios, y guarda entre sus paredes numerosas curiosidades. Por ejemplo, fue escenario de la fulminante muerte del expresidente del Gobierno Antonio Maura, centro de operaciones del ejército republicano en la batalla de Brunete, pero también víctima de saqueos e incluso de un incendio en el verano de 2019, además de lugar habitual de reunión de los jóvenes de la zona.
«No estamos hablando con el Ayuntamiento de Torrelodones para hacer una permuta»
¿Y qué opina ahora el Ayuntamiento de Torrelodones de la posible construcción de un hotel? Si bien en el pasado la posibilidad de una permuta ha estado siempre sobre la mesa del consistorio, lo cierto es que «la única voluntad es apoyar a la propiedad y dar una solución al palacio del Canto del Pico dentro de nuestras competencias, para que deje de ser un peligro para quienes se acercan allí y se pueda preservar desde el punto de vista cultural. Nuestra responsabilidad legal y moral es evitar situaciones vandálicas en él y estar ‘in vigilando’, velando por que el proyecto salga finalmente adelante», explica a El Confidencial el alcalde de la localidad, Alfredo García-Plaza, en el cargo desde 2019 por Vecinos por Torrelodones.
Y, ante las informaciones que apuntan a una nueva posible permuta, asegura que «en estos momentos no hay nada sobre la mesa, pero estamos abiertos a todo». Desde la propiedad, por su parte, aseguran que Stoyam Holdings Limited «ni ha hablado, ni está hablando con el Ayuntamiento de Torrelodones para hacer una permuta. Nuestro único deseo es sacar adelante el proyecto de hotel que siempre hemos querido y que devolverá a la vida el precioso palacio, que en el año 2022 habrá estado 100 años como telón de fondo del pueblo».