Estos son los grupos de personas que no deberían comer uvas
Incluir las frutas en nuestra dieta es siempre una buena idea, así como incluir todos los tipos de alimentos de una manera variada, para poder conseguir todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Existen tantas variedades de frutas que encontrar aquella que más nos guste no parece complicado, aunque algunas destacan por ser las favoritas en España, donde el consumo de naranjas y los plátanos suelen ser las primeras opciones.
En función de la época podemos seleccionar unas u otras, en verano, la sandía y el melón se convierten en las primeras opciones de muchas personas, por lo refrescante e hidratante que resulta y conforme se acaba este, las uvas pasan a estar en su mejor momento, haciendo que suba puestos entre las preferencias de los consumidores. La uva es una fruta fácil de comer y sencilla de transportar, no requiere pelarlas o partirlas y solo con lavarlas ya podemos comerlas sin problema. Eso sí, conviene tener cuidado porque, aunque son para toda la familia, hay que tener en cuenta algunas cosas si queremos que comerlas sea seguro.
Los grupos de personas que no deberían comer uvas
En general, se puede considerar el consumo de uvas seguro, salvo en aquellos casos en los que existe una intolerancia o una alergia, pero también hay ciertos casos en los que conviene consumirlas con precaución o incluso evitarlas, como durante los tratamientos con determinados medicamentos, cuyos efectos podrían verse modificados por el consumo de esta fruta. Tampoco es demasiado recomendable tomarlas si se tienen menos de cinco años o más de 65 o se sufre disfagia, por las dificultades a la hora de tragarlas o por el riesgo de asfixia en caso de tragarlas sin morder.
Las uvas contienen una buena cantidad de fibra, que promueve la regularidad intestinal y evita el estreñimiento, pero consumidas en exceso puede provocar todo lo contrario y acabar produciendo malestares, gases e incluso diarrea. La fibra que tienen puede ser difícil de digerir para las personas que tienen problemas intestinales, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn, por lo que el consumo de esta fruta debería ser moderado. También suele recomendarse consumirlos con moderación en caso de diabetes y prediabetes o si se quiere perder peso, por los azúcares que contiene.
En caso de hipertensión también sería conveniente consultar la compatibilidad del consumo de este alimento, por el potasio que aporta, lo que hace que no sea conveniente consumirlas en gran cantidad en caso de tener problemas renales. En cualquier caso y ante la duda, lo mejor siempre es consultarlo con el médico responsable o especialista, que también podrá decirnos si nuestra medicación es compatible con su consumo, por ejemplo, en el caso de la ciclosporina, beber zumo de uva podría hacer que el medicamento se absorbiera peor.
Beneficios de las uvas
Un consumo moderado de uvas (salvo los casos puntuales en los que el especialista nos recomienda evitar su consumo) es muy recomendable en personas sanas porque pueden beneficiarse de sus muchas propiedades. Las uvas contienen un 80% de agua, son muy ricas en fitonutrientes y antioxidantes, tienen fibra, vitamina C y minerales como el potasio, cobre, hierro, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio.
Las uvas pueden contribuir a retrasar el envejecimiento, reforzar las defensas, evitar la fatiga y estrés mental gracias a sus azúcares y vitaminas, previene la osteoporosis, regulan el tránsito intestinal y también protegen al cuerpo ante el desarrollo de algunas enfermedades cardiovasculares.
Son una excelente manera de finalizar la comida con un toque dulce si las tomamos de postre, pero también las podemos emplear como complemento de nuestros boles de yogur con cereales, aunque para algunas personas puede ser un poco incómodo por las semillas que suelen tener en su interior.
Referencias
Uva: MedlinePlus suplementos. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/natural/472.html