Economía

El potencial socioeconómico de los niños de entornos desfavorecidos aumenta al tener amigos ricos, según un estudio

Si un niño de bajos recursos económicos crece en una zona donde mantiene una relación cotidiana con personas con diferente estatus socioeconómico, será más probable que su nivel económico incremente cuando sea mayor. Así lo revela un estudio que analizó los datos de 70 millones de usuarios de Facebook entre 25 y 44 años en Estados Unidos.

La investigación, que ha sido publicada este lunes en la revista Nature, fue liderada por Raj Chetty, profesor de economía de la Universidad de Harvard.

Para realizar este análisis, el grupo de investigadores liderado por el experto comparó cada código postal, colegio e universidad de Estados Unidos, gracias a los datos de la red social.

La conectividad económica ha sido el término utilizado por el experto para medir el nivel de relación que se da entre personas de diferentes situaciones socioeconómicas, es decir, entre ricos y pobres y también hace parte de las medidas que influyen en la capacidad de escalar en la sociedad.

La conectividad puede influir en las aspiraciones, en el acceso a la información y en las oportunidades laborales y puede ser más determinante que la segregación racial o la desigualdad de ingresos en la movilidad social.

El estudio logró determinar que, si un niño con escasos recursos crece en una zona donde la conectividad económica es similar a la que se da entre los menores con estatus alto, sus ingresos en el futuro podrían crecer un 20% de media.

Los factores que determinan la conectividad económica

A raíz de esos resultados, Chetty también analizó cuáles son los factores que determinan la conectividad económica. En primer lugar, está la exposición, que se refiere al grado en que, por ejemplo, los alumnos de un colegio tienen cierta cercanía con personas de diferente situación económica al suyo. De acuerdo con el experto, esto condiciona el 50% de la conectividad económica y de la desconexión social.

Por otro lado, el otro 50% lo determinan los sesgos de amistad, es decir, la capacidad de cada persona de decidir con quién establecer comunicaciones.

En ese caso, Chatty determinó que, aunque no hubiese una segregación económica en un colegio, si los niños con un poder adquisitivo alto prefieren relacionarse con sus iguales y no interactúan con los demás, y viceversa, no habría conectividad económica.

Por lo tanto, ha recomendado a los reguladores y legisladores atender los sesgos en las amistades, puesto que este factor es igual de importante para acabar con la desconexión social.

Finalmente, Chetty ha considerado que estos resultados no solo aplican la sociedad estadounidense, sino que estas condiciones también se pueden evidenciar en otras partes del mundo. «En EE UU hay regiones con mayor y menor desigualdad y, sin embargo, los patrones son similares», ha afirmado el economista al ejemplificar la situación.

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