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El nuevo carril bici de la Castellana, separado del tráfico y con marcas en las intersecciones

Circular por el carril bici del Paseo de la Castellana ya es posible. La vía, de 2,2 kilómetros aproximadamente de longitud, discurre entre Plaza de Castilla y Raimundo Fernández Villaverde. De hecho, una vez han sido retiradas las vallas que impedían el acceso a las vías, han sido varios los usuarios que han querido utilizarlo. Son de dos vías unidireccionales, una de subida y otra de bajada, situadas a ambos lados del bulevar y separadas de la carretera.

El delegado de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, acompañado por las concejalas de Tetuán y Chamartín, Sonia Cea y Blanca Pinedo, han sido los encargados de inaugurar el carril bici este lunes. Forma parte de «la apuesta de este equipo de Gobierno por la movilidad ciclista, en la que también se enmarca la ampliación que estamos llevando a cabo de Bicimad«, ha asegurado Carabante.

Forma parte de la primera fase, y la más larga, del proyecto que el Consistorio redactó para unir Plaza de Castilla con la glorieta del Emperador Carlos V en Atocha. Está compuesto por dos vías unidireccionales que suman 4 kilómetros de distancia aproximadamente. El objetivo, según ha indicado Carabante, es que este carril se convierta en «la columna vertebral sobre la que van a pivotar el resto». Además, permitirá «reducir un 10% los desplazamientos privados y reducir 84 toneladas de dióxido de carbono».

Sin cambios para los coches

El nuevo carril bici del Paseo de la Castellana está compuesto por dos vías unidireccionales. Cada una de ellas se sitúa a un lado del bulevar. El lado par es de subida y el impar de bajada. Además, a lo largo del trayecto se han colocado tres estaciones de Bicimad y 225 anclajes para bicicletas y patinetes.

La inauguración de esta infraestructura llega según los plazos que el Consistorio estableció cuando comenzaron las obras. Han sido 12 meses de trabajo y una inversión de 4 millones de euros.

Para llevar a cabo el proyecto, no ha sido necesario reducir el número de carriles por los que circulan los coches. Sin embargo, el Ayuntamiento espera que el carril bici permita reducir los desplazamientos en vehículos de motor para disminuir la contaminación de la ciudad. Las modificaciones del entorno que se han hecho para crear espacio para la instalación de las vías se han llevado a cabo en las zonas de aparcamiento. El área de Obras y Equipamientos ha tenido que realizar una reordenación de la banda de aparcamiento.

Mientras que el carril bici está pintado de negro, a las intersecciones han querido darles un toque azul. Es la forma de señalización que el Ayuntamiento ha querido emplear. La elección de este color no es aleatoria. Hace referencia «al color corporativo de Madrid 360«. Está también presente en otras vías que se han ejecutado a lo largo de la ciudad como en General Perón o en la calle Alcalá. «Es un color muy importante que se identifica plenamente con la política de sostenibilidad y movilidad sostenible» que el Consistorio está llevando a cabo.

Un proyecto de 6 fases

La inauguración de la nueva vía de circulación para bicicletas supone poner fin a la primera parte del proyecto que pretende llegar hasta Atocha. Según ha apuntado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, los equipos técnicos ya han comenzado a trabajar en las cinco próximas fases. «Estamos ya trabajando en la redacción de los proyectos para los siguientes tramos», ha explicado Carabante. «El compromiso es hacerlo a partir del próximo cuatrienio y ampliarlo lo máximo posible», ha añadido.

De esta manera, a lo largo del próximo mandato comenzará a trabajar primero en el trayecto entre la calle Raimundo Fernández y la plaza de San Juan de la Cruz, a continuación hasta la plaza Emilio Castelar y más tarde hasta la plaza de Colón. La quinta fase del proyecto finalizaría en Cibeles y la última en la Glorieta de Carlos V, a la altura de la estación de Cercanías de Atocha.

Este proyecto surgió en julio de 2020, cuando se firmaron los Acuerdos de la Villa. Se trata de una propuesta que Vox hizo en estos pactos y que fue recogida en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental de Madrid 360 como medida para promover la movilidad ciclista, peatonal y el fomento del transporte público.

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