Salud

Cómo influye la restricción de la ingesta de sal en los tratamientos de insuficiencia cardiaca

Reducir la ingesta de sal en las comidas es una de las recomendaciones principales a nivel general y es una medida clave en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, una investigación publicada en la revista ‘Heart’ sugiere que restringirla demasiado podría incluso empeorar los resultados de las personas que padecen insuficiencia cardíaca.

Por ello, el objetivo de la investigación era analizar las asociaciones entre la restricción de sal para cocinar con los riesgos en los resultados clínicos en pacientes con fracción de eyección conservada (HFpEF).

Cómo se ha elaborado la investigación

A través del ensayo TOPCAT, los investigadores llevaron a cabo un análisis secundario de los datos de 1.713 personas de 50 años o más que padecían esta afección.

Como recogen en el portal especializado ‘Infosalus’, este ensayo aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, se diseñó para averiguar si el fármaco espironolactona podía tratar de manera eficaz la insuficiencia cardíaca sintomática con fracción de eyección preservada.

Para ello, se llevó a cabo una encuesta con los participantes para conocer la cantidad de sal que añadían al cocinar, puntuada del 0 (nada) al 3 (media cucharada).

Asimismo, se controló su estado de salud en los tres años posteriores, teniendo en cuenta información sobre la mortalidad por afección cardiovascular o la hospitalización por insuficiencia cardíaca y paro cardíaco abortado.

Qué ocurre con la restricción excesiva de sal

Cerca de la mitad de pacientes tenía una puntuación de 0 en el consumo de sal, siendo más de la mitad hombres y la mayoría de etnia blanca. También habían sido hospitalizados con mayor frecuencia por insuficiencia cardíaca y tenían más posibilidades de padecer diabetes tipo 2, peor función renal y tener un menor gasto cardíaco.

Los resultados sugieren que los participantes que habían tenido una puntuación de sal de cocina superior a 0 tenían un riesgo menor de padecer el criterio de valoración principal que aquellos que habían puntuado 0 en el nivel de sal consumida. Esto se debía a que tenían menos probabilidades de ser ingresados en el hospital por insuficiencia cardíaca.

Pero no tenían menos probabilidades de morir por cualquier causa o por enfermedad cardiovascular que aquellos cuya puntuación de sal para cocinar era cero.

De tal manera que es cierto que un menor consumo de sodio se suele asociar a una menor presión arterial y de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en la población general y en pacientes hipertensos. Sin embargo, restringir el consumo de sal para controlar la insuficiencia cardíaca es más complicado, según los investigadores.

«La restricción excesiva de la ingesta de sal en la dieta podría perjudicar a los pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada y se asocia a un peor pronóstico. Los médicos deberían reconsiderar este consejo a los pacientes», concluyen.

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