Cómo Benzema hizo cambiar la opinión del Madrid sobre él

La tentación de la oferta de Arabia Saudí, irrechazable en términos económicos, da por finalizada la etapa de Benzema del Real Madrid. Los acontecimientos se han precipitado y han generado cierta sensación de sorpresa. No se esperaba una marcha tan abrupta, pero en realidad nada ha sido convencional en la carrera de Benzema en el Real Madrid. Durante mucho tiempo estuvo bajo la lupa de la crítica, que le reprobaba sus números goleadores, pero desde la salida de Cristiano consiguió cambiar la percepción de todo el mundo.

El rey de los discutidos pasó a ser el rey del fútbol. El reconocimiento a Benzema con el Balón de Oro puso en consideración la evolución de un futbolista que muchas veces estuvo cuestionado. Los premios no le alcanzaban, la crítica le rebajaba y sus méritos quedaban arrinconados por una supuesta falta de efectividad. Tantas veces incomprendido, Benzema tuvo que dejar atrás todas estas suspicacias para edificarse un estatus que le sitúa entre los mejores jugadores de la historia del Real Madrid y entre los mejores delanteros de siempre. Porque Benzema es y era un delantero, quizá de un carácter distinto al de la acepción clásica, pero de una categoría y firmeza mayúsculas. Que ocupe la segunda posición en la tabla de máximos artilleros blancos acredita la trayectoria de un futbolista. La temporada 2021-22, donde rompió todas las previsiones a nivel colectivo e individual, le consagró como el mejor del año y uno de los mejores de este siglo. Se recordará siempre su desempeño ante el PSG o los viajes a Londres ante el Chelsea o a Mánchester contra el City. Partidos que pertenecen a las páginas más doradas de un jugador en la vieja Copa de Europa, aquella que quita y da premios, aquella que Benzema siente como propia.

A Benzema no le fue sencillo cambiar la percepción sobre su figura. Hasta la despedida de Cristiano del Real Madrid, le acompañaban los prejuicios por sus números goleadores que logró erradicar rápidamente. La progresión sostenida de sus cifras representó a un futbolista que supo asumir el espacio que le tocaba en cada momento. El Madrid necesitaba más de Benzema en la asociación durante la etapa de Cristiano; sin el portugués precisaba que el francés diera un paso adelante y se convirtiera en el referente realizador. Benzema lo hizo con la naturalidad que define su fútbol. Su presencia en zonas de finalización aumentó, así como su acierto sobre todo en los momentos de importancia. 

Hasta la cuarta posición que alcanzó en la edición de 2021, Benzema nunca había estado entre los 15 primeros en la lista del Balón de Oro. Es una prueba fidedigna de que se le subestimaba. Los premios se olvidaban de su figura y, en el mejor de los casos, no le terminaban de hacer justicia. En su camino ponderaba más lo que no hacía que lo que hacía. Pero Benzema logró invertir la tendencia, interiorizar el salto todavía mayor que se le exigía y desterrar por fin los recelos que provocaba en los demás. El ajuste de cuentas futbolístico del jugador del Real Madrid fue tan real como meritorio. El Balón de Oro celebró la temporada de Benzema, pero también reconoció una carrera que durante tanto tiempo no fue bien vista. Ahora se va del Madrid como una leyenda, sin ningún recelo de nadie ni nada que reprocharse. El adiós de un jugador total y un goleador de época.