Noticias locales

Adiós a la anarquía del ruido en Ponzano: sus terrazas tendrán que cerrar a las once y salir de las bandas de estacionamiento

La anarquía del ruido en la calle Ponzano llega a su fin. Con los votos a favor de PP, Cs y PSOE, y la abstención de Más Madrid, Grupo Mixto y Vox, Cibeles ha dado su visto bueno a declarar Zona de Protección Acústica Especial a Trafalgar-Ríos Rosas, lo que supone que a partir del próximo 9 de enero y durante toda la época no estacional (del 31 de octubre al 15 de marzo) una de las arterias con más terrazas de España tendrá que recoger sus veladores antes de las 23.00. Entre otras medidas, que afectan también a vías como Santa Engracia o plaza de Olavide, la nueva normativa prohíbe que las mesas y sillas se asienten en bandas de estacionamiento.

Se trata de una demanda vecinal de hace más de una década, que en los últimos años ha visto como el comercio de proximidad de sus calles se reemplazaba por bares, con la consiguiente perturbación en el descanso de los residentes. En la zona Trafalgar-Ríos Rosas, que tiene una extensión de 153,45 hectáreas y afecta a los barrios de Ríos Rosas, Trafalgar, Almagro, Arapiles y Vallehermoso, donde viven 61.000 personas, el 90,5% de los locales de ocio son bares y restaurantes. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha celebrado el consenso alcanzado en la cámara diciendo que: «No puede haber un Madrid a dos velocidades, sino uno para todos: que proteja a los vecinos y reitere la protección de los comercios».

A partir de ahora, el Ayuntamiento establecerá en Trafalgar-Ríos Rosas, zona de gran actividad nocturna, tres zonas con regímenes distintos, según sean de contaminación acústica «alta» (más de 10 decibelios), «moderada» (entre 5 y 10 decibelios) y «baja» (menos de 5 decibelios). En la zona de mayor saturación acústica no estará permitida la implantación, ampliación o modificación de nuevas actividades como salas de fiestas, discotecas o salas de baile, además de que se obligará a echar la persiana como máximo a la una de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivo desde en la época estacional y las once de la noche el resto de días.

Una vez superado el periodo de información pública para presentar alegaciones, el Gobierno municipal incluyó en la normativa la posibilidad de extinguir la autorización de una terraza que se sitúe en el interior de la zona protegida si sus responsables quebrantan las nuevas barreras al ruido. Asimismo, el Consistorio obligará a los restauradores a lucir carteles que informen a sus clientes de que se encuentran en una ZPAE, así como que el ruido es molesto, que los vecinos tienen derecho al descanso y que está prohibido consumir alcohol en la vía pública.

Tras su paso por el pleno municipal, el proyecto de la ZPAE incluirá, a propuesta de los socialistas, la creación de una comisión de seguimiento que se reúna cada doce meses para comprobar que las normas se están llevando a cabo correctamente.

Se trata de la cuarta ZPAE que entra en vigor en la ciudad de Madrid. La primera de las zonas de ocio nocturno cartografiadas fue el entorno de Argüelles, más conocido como Aurrerá, en 2010. A esta primera actuación le siguió el distrito de Centro declarado ZPAE en 2012, y la zona de Azca-Avenida de Brasil, designada así en 2015. Por último, en 20116 el Ayuntamiento de Madrid acordó extender el blindaje de Aurrerá a todo el barrio de Gaztambide.

La nueva normativa mantiene el ámbito espacial planteado inicialmente, delimitado por las siguientes calles: Bravo Murillo, Bretón de los Herreros, Carranza, Donoso Cortés, Espronceda, Fernández de la Hoz, García de Paredes, Génova, José Abascal, Santísima Trinidad, Magallanes, Modesto Lafuente, Monte Esquinza, Orfilia, Ponzano, Raimundo Fernández Villaverde, Ríos Rosas, Sagasta, San Bernardo, Santa Engracia, Zurbano, Zurbarán y las glorietas de Bilbao, Ruiz Jiménez, General Álvarez de Castro y la plaza de Alonso Martínez.

Apoyo con reservas de la oposición

Ningún grupo municipal se ha puesto en contra de la ZPAE, si bien Más Madrid, PSOE y Grupo mixto han exhibido su desacuerdo con algunos puntos de la misma. Eso sí, Vox ha presentado una enmienda a la totalidad por considerar que «la identificación de los sonómetros no es representativa» dado que, según su concejal Fernando Martínez Vidal «el 80% están en el 20% de superficie estudiada», quedando «manzanas enteras sin haberse medido».

Desde la bancada de la izquierda, la concejala de Más Madrid Esther Gómez ha justificado su abstención a la ZPAE «por responsabilidad con los vecinos» anunciando al tiempo que de llegar al Gobierno en 2023 la revisarán para adecuarla a las restantes que existen en la ciudad. De hecho, sus enmiendas han ido en la línea de que esta zona de protección «sea más laxa que las que ya existen» y que «no haya una barra libre para la apertura de nuevos locales».

En el PSOE, el concejal Ignacio Benito ha expuesto que han apoyado la ZPAE porque «mejor eso que nada». La portavoz socialista, Mar Espinar, ha añadido que se trata de una iniciativa de su partido, que «llega tarde» y «se ha quedado corta», al tiempo que ha recriminado la falta de diálogo del Gobierno municipal. «No han querido sentarse con vecinos ni grupos políticos».

Muy en la línea del resto, el portavoz del Grupo Mixto, José Manuel Calvo, ha excusado su abstención en que la propuesta les parece «insuficiente». Los ‘carmenistas’ demandaban, entre otras cosas, con sus alegaciones ampliar el ámbito a calles donde se presentan quejas reiteradas.

Mostrar más
Botón volver arriba