El Gobierno ruso critica a Isinbáyeva: "Es inaceptable valorar así los eventos en marcha en tu país natal"
El ministro de Deportes de Rusia, Oleg Matitsin, criticó este miércoles con dureza a la doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva, en el ojo del huracán desde hace semanas por negar cualquier vinculación con el Ejército ruso pese a pertenecer al club militar por excelencia, el CSKA, y por condenar la invasión rusa en Ucrania.
«Mi opinión es absolutamente inequívoca. Es inaceptable valorar así el rango militar, la posición civil y los eventos en marcha en su país natal«, afirmó Matitsin, tras asegurar que «cada persona que ama su país reaccionará, sin lugar a dudas, negativamente ante esas declaraciones«.
La polémica con Isinbáyeva surgió cuando la conocida como «zarina de la pértiga» anunció en las redes sociales que en septiembre reanudará su trabajo en el Comité Olímpico Internacional (COI), con el que el gobierno ruso sigue beligerando para que readmita completamente en sus competiciones a los atletas rusos, que ya regresaron este mismo año a las competiciones preolímpicas.
Isinbáyeva, que fue apoderada electoral del presidente Vladímir Putin en su día, aseguró por su parte que el rango de mayor que recibió en 2015 al militar en el CSKA, el club del Ejército ruso, es «puramente nominal» y recordó que «nunca» sirvió en las Fuerzas Armadas, ni ejerció como diputada ni perteneció al partido del Kremlin. En definitiva, que su imagen fue utilizada con fines ajenos a ella o sus convicciones.
El Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó en marzo la participación de los atletas rusos y bielorrusos en calidad de neutrales bajo una serie de condiciones restrictivas, pero rechazó la de equipos nacionales y deportistas que apoyan la guerra o pertenecen a clubes vinculados con el Ejército y las fuerzas de seguridad, como el CSKA.
Por pertenecer a dicho club, el COI suspendió provisionalmente la participación de Isinbáyeva en las actividades de dicho organismo, aunque su comité de ética concluyó finalmente que podrá continuar su labor, ya que la rusa ni tenía un contrato con el Ejército ni apoyó la campaña militar en Ucrania.
«Soy una persona de paz. Siempre lo fui y lo siempre lo seré. Siempre he creído y creeré en lo mejor de cada persona«, aseveró Isinbáyeva, que recibió en su momento una medalla de manos del actual ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. Unas declaraciones que, como decimos, le han granjeado fuertes críticas en Rusia, donde le acusan de vender su patria por un puesto en el COI y sus propiedades inmobiliarias en España.
Según una investigación de los colaboradores del encarcelado líder opositor ruso, Alexéi Navalni, Isinbáyeva posee dos villas y un apartamento en España, en el mismo Tenerife donde se encuentra actualmente instalada, por valor de 3 millones de euros a las que no piensa renunciar. Además, las autoridades de la región rusa de Daguestán adelantaron el martes que retirarán el nombre de Yelena Isinbáyeva de un estadio de atletismo. «Y en honor a Isinbáyeva que nombren a algún pabellón en España«, escribió hoy Serguéi Mélikov, jefe daguestaní.