El Gobierno limitará "con urgencia" la duración de los alquileres temporales según su motivo para evitar su uso como habitual
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha anunciado este miércoles que su departamento trabaja «con urgencia» en un decreto para limitar la duración máxima de los alquileres temporales en función del motivo al que respondan, que deberá acreditarse en el momento de firmar el contrato de arrendamiento. De esta manera, el Gobierno pretende atajar el uso fraudulento de esta fórmula como vivienda habitual, al mismo tiempo que avanza en la puesta en marcha de una plataforma estatal que recoja datos sobre este tipo de alquileres de corta duración, así como pisos turísticos y alquiler de habitaciones.
«La causalidad determinará la temporalidad y será necesario poder acreditar esa causalidad a la hora de firmar el contrato», ha apuntado la ministra tras reunirse con el grupo de trabajo dedicado a esta materia, recordando que los alquileres temporales -regulados actualmente en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)- sirven para aquellos casos en los que el inquilino busca un lugar donde vivir por un tiempo limitado fuera de su domicilio habitual.
Los motivos para recurrir a este tipo de arrendamientos pueden ser, por ejemplo, el desplazamiento de una ciudad a otra por motivos de trabajo, estudios o para recibir un tratamiento médico. A falta de que se concreten los detalles, la ministra ha puesto como ejemplo la posibilidad de que si se trata de una vivienda para pasar el curso académico el contrato de alquiler temporal pueda tener máximo una duración de nueve meses, aunque por ejemplo podría superar el año en caso de tratarse de un investigador desplazado para desarrollar su trabajo.
«Se trata de garantizar y proteger el alquiler de temporada para lo que se prevé, para unas causas temporales», ha remarcado Rodríguez, añadiendo que «es necesario establecer todos los mecanismos para no poder burlar la LAU y salvaguardar los alquileres de temporada». Debido a la falta de regulación -el alquiler temporal quedó fuera de la ley de vivienda-, el uso de este tipo de arrendamientos se ha desvirtuado en los últimos tiempos utilizándose como vivienda habitual de forma fraudulenta, según han denunciado desde el sector inmobiliario, los sindicatos e incluso el propio Banco de España.
En ese sentido, la ministra ha reconocido que este fenómeno está «tensionando el mercado de alquiler residencial» y provocando incrementos de precios -al igual que los pisos turísticos-. Al tratarse de una fórmula de alojamiento temporal, la protección del inquilino no es la misma que en una vivienda habitual y tampoco las restricciones. En cada caso el casero y el inquilino acuerdan cuándo finaliza el contrato y cuál es el precio cerrado, sin posibles revisiones y sin aplicarse, por ejemplo, los topes establecidos por el Ejecutivo.
Rodríguez ha explicado que la vía para exigir que se acredite la causa de un alquiler temporal y, en consecuencia, limitar su duración será a través de un real decreto que acomode la normativa española a un reglamento aprobado recientemente por la Unión Europea sobre alquileres de corta duración -incluye tanto arrendamientos temporales como turísticos, por habitaciones y embarcaciones flotantes-. La ministra ha recalcado su intención de tramitar «con absoluta rapidez» este nuevo reglamento, que, según ha afirmado, podría estar listo a finales de verano.
El texto en el que trabaja el ministerio especificará cómo acreditar la causalidad y, al mismo tiempo, amparará la puesta en marcha de una nueva plataforma estatal en la que registrar cuáles son las viviendas dedicadas a este tipo de arrendamientos para controlar su uso. Vivienda ya anunció a finales de mayo su compromiso de lanzar antes de que acabe 2025 esta herramienta exigida por Bruselas, que agrupará información sobre alquileres de corta duración ofertados en portales online, y pidió para ello su colaboración a las comunidades autónomas y ayuntamientos para recabar los datos. Rodríguez ha aclarado que la idea es que cada vivienda tenga «una sola matrícula» que permita verificar que se usa de forma legal y llevar así un recuento para combatir el fraude.
Reticencias de los sindicatos
El decreto anunciado por el Gobierno no terminan de convencer a los sindicatos. A la salida de la reunión del grupo de trabajo, el portavoz del Sindicato de Inquilinas, Víctor Palomo, ha rechazado la propuesta al no abordar el alquiler por habitaciones ni atender a su reivindicación de acotar los alquileres temporales a seis meses. «Un reglamento no es una modificación legislativa de la LAU. Entendemos que va a haber muchas vías de escape. Es un agujero para los derechos de los inquilinos», ha valorado Palomo, que ha recordado que el Sindicato de Inquilinas presentó la semana pasada una proposición de ley en el Congreso para regular el alquiler temporal y de habitaciones.
El secretario de Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha ha lamentado que el Ministerio de Vivienda no haya presentado una propuesta por escrito. «Las expresiones verbales que el Ministerio ha manifestado hoy son de interés, pero al mismo tiempo hemos lamentado que no haya habido un texto», ha expresado. «Necesitamos trabajar sobre un texto concreto. El Ministerio hoy ha trasladado una serie de ideas que pueden ser una avance, pero que se tienen que concretar», ha insistido, advirtiendo que no toda la casuística se puede resolver por la vía de un reglamento, sino que se requieren también normas con rango de ley.
En cambio, El Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi) ha insistido en que no se modifique la legislación, sino que únicamente se lleve a cabo un despliegue reglamentario para la preservación del alquiler temporal. Por ello, han señalado que la propuestas del ministerio coincide «en gran medida» con su planteamiento.
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Empresas Inmobiliarias (Fadei) ha valorado la reunión de este miércoles «como un paso más para lograr un mercado del alquiler de temporada efectivo, transparente y sin comportamientos fraudulento». Además, la patronal ha alertado de la necesidad de diferenciar entre arrendamientos de temporada y de larga duración en los métodos de búsqueda de viviendas de alquiler en los portales inmobiliarios. «Si todos los alquileres son tratados por igual, es lógico que se produzca una distorsión», ha señalado el presidente de Fadei, Miguel Ángel Gómez Huevas.
Veto a pisos turísticos
La ministra de Vivienda también ha recordado los planes del Gobierno de modificar la Ley de Propiedad Horizontal para que las comunidades de vecinos puedan vetar la creación de pisos turísticos en sus edificios, siguiendo la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Para ello, Rodríguez ha adelantado que la próxima semana empezará una ronda de contactos con los distintos grupos políticos con el objetivo de recabar apoyos para llevar a cabo el cambio normativo, mostrándose convencida de que existe «unanimidad».
La norma ya prevé actualmente que el voto favorable de tres quintas partes de los vecinos pueda «condicionar» la instalación de un piso turístico, pero el Gobierno pretende ir un paso más allá y especificar que lo puedan prohibir, tal y como la propia ministra señaló en una entrevista concedida a 20minutos. En ese sentido, la titular de Vivienda ha recalcado que se trata de una modificación «quirúrgica» de la ley en la que se pretende cambiar la redacción para exigir la autorización previa de los vecinos y, por tanto, la posibilidad de veto. «No es una cuestión de mayorías, sino de la redacción», ha expresado.