Economía

6 consejos financieros para aliviar el bolsillo y poder sortear la cuesta de enero más dura de los últimos años

Desde que llega el Black Friday a finales de noviembre hasta que terminan las rebajas de enero, casi en primavera, el bolsillo y la cuenta corriente de los españoles se resiente a causa de unos gastos navideños que cada año se alargan un poco más.

Según explican a 20minutos fuentes del comparador financiero iAhorro, otra de las causas del impacto en el bolsillo «es la tendencia al alza de aplazar los pagos, ya sea con tarjetas revolving o tarjetas de crédito, lo que conlleva a que la cuesta de enero se prolongue durante meses».

Todo esto, sumado a los elevados niveles de inflación actuales, con el IPC disparado por el subidón de los precios de la luz, los carburantes, las materias primas y otros productos esenciales como los alimentos, puede provocar que miles de españoles no tengan cómo hacer frente a sus gastos fijos en este inicio del 2022.

Antonio Gallardo, experto financiero de iAhorro, aconseja que, para evitar que esto ocurra, lo fundamental es “hacer una planificación y ajustar la economía familiar, entre otros muchos hábitos que tendremos que seguir para evitar el endeudamiento”.

Se debe hacer una planificación y ajustar la economía familiar, entre otros muchos hábitos que tendremos que seguir para evitar el endeudamiento

1. Hacer un presupuesto y evitar gastos innecesarios

Siempre que se van a afrontar uno o varios gastos hay que definir un presupuesto. Esta herramienta es la que “nos permite saber cuánto podemos gastar y, en caso de desfase, poder recortar antes de invertir una cantidad demasiado elevada de dinero”, explica Gallardo.

Para definirlo, no obstante, hay que clasificar los gastos entre los que son imprescindibles y los que no lo son. En estos últimos es donde se puede realizar un ajuste, ya sea “para eliminar completamente el gasto, disminuirlo o posponerlo a otro momento” en el que dispongamos de mayor liquidez. Y, cuidado, “entre los gastos también tenemos que incluir los costes de financiación, como por ejemplo los derivados de las tarjetas de crédito”, subraya el experto.

2. Cuidado con el gasto demasiado excesivo en comida

En determinado momento podemos llegar a pensar que un producto es esencial para nosotros cuando, en realidad, no lo es. Es importante diferenciar entre los que verdaderamente son imprescindibles y evitar tentaciones. Por ejemplo, la alimentación es algo necesario para cualquier persona, pero también solemos tener más gastos de los debidos en este ámbito.

Que si varias tabletas de turrón, polvorones y dulces por aquí, que si varias botellas de vino y cava por allá… Con la llegada de las Navidades solemos derrochar en alimentos que luego se quedan durante meses en la despensa… y han mermado nuestro bolsillo. Para que no nos pase esto, el financierorecomienda “llevar una lista cerrada” siempre que vayamos al supermercado y no salirnos de ella a no ser que se nos haya olvidado un imprescindible. “El ahorro en alimentación, por su frecuencia, es de los más importantes en el día a día”, declara Antonio Gallardo.

3. Modificar los hábitos de transporte: subidón de los carburantes

Entre otros gastos básicos podríamos hablar del destinado al transporte. En los últimos meses, los precios de los carburantes se han disparado, rozando incluso los dos euros por litro de gasolina o gasóleo.

Esto se traslada rápidamente al bolsillo del consumidor, ya que el uso del transporte privado sigue siendo muy superior al uso del transporte público en buena parte de España.

Si bien es cierto que en ciudades pequeñas o pueblos es casi impensable sustituir el coche por otro medio de transporte, los residentes en las grandes ciudades tienen la posibilidad de ahorrar fomentando su uso del metro o los autobuses. Además, tanto para la salud como para el bolsillo, es preferible ir caminando o en bicicleta.

4. Revisar los contratos a largo plazo

“Otra forma de ahorrar es revisar los contratos a largo plazo de servicios como la telefonía o la electricidad”, añade el experto de iAhorro. Y es que quizá no nos damos cuenta de que las tarifas de las empresas han ido mejorando a lo largo del tiempo y nuestro contrato se ha quedado obsoleto y pagamos más que la media. Gallardo recomienda emplear un tiempo en ello porque “siempre es buen momento para buscar mejores precios y ofertas puntuales, teniendo en cuenta que estamos en un mercado libre y que, salvo que firmes un compromiso de permanencia, podrás cambiarte de compañía cuando lo desees”.

Con esta acción, aunque veamos que el ahorro no es excesivamente alto, debemos tener en cuenta que, al tratarse de gastos fijos como el pago de la luz, el agua o el teléfono, no se trataría de un ahorro puntual, sino que iría notándose con el paso de los meses.

5. Ajustar el modo de pago con la tarjeta

En la encuesta realizada por iAhorro con motivo del inicio de las rebajas de enero, casi un 35% de los compradores aseguraba que financiaría sus compras para poder pagarlas en cómodos plazos.

Este método de pago lleva al alza al menos cuatro años y se impone, por primera vez, al pago con las ganancias del mes, elegido por el 29,11%. Gallardo analiza estos datos y asegura que “es muy tentador financiar las compras en cuotas muy bajas (algunas tarjetas te permiten incluso pagar alrededor de 30 euros al mes), pero el problema es que con estas fórmulas pagamos prácticamente solo intereses y no amortizamos capital”. Esto quiere decir que, si alargamos mucho el plazo para pagar nuestra deuda, esta podría incluso duplicarse.

Por ello, el consejo del experto en este caso es “pagar lo máximo posible y en el menor tiempo posible para amortizar la deuda antes”. También existe la opción de cambiar la fórmula de pago si en determinado momento no puedes afrontar esa cuota tan elevada.

6. Reunificar las deudas

Cuando ya empezamos el año con mal pie, con muchas deudas acumuladas, ya sea por la financiación en plazos de las compras realizadas en las rebajas o por cualquier otro motivo, solemos pensar que es imposible que, al menos a corto o medio plazo, podamos ahorrar. Parece complicado, sí, pero lo que poca gente sabe es que la reunificación de deudas puede ser una buena idea.

Hay que pagar una cuota que sea cómoda, que nos permita hacerle frente sin problemas, pero que sea lo más alta que podamos permitirnos”.

De esta manera, asegura Gallardo, “conseguiremos agrupar deudas con un menor tipo de interés, especialmente si tenemos deudas con tarjeta de crédito o con créditos rápidos”. Eso sí, reitera el experto financiero, “hay que pagar una cuota que sea cómoda, que nos permita hacerle frente sin problemas, pero que sea lo más alta que podamos permitirnos”.

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