Vecinos y hosteleros presionan a dos bandas a Villacís para que fije pronto las condiciones de las futuras terrazas
Begoña Villacís anunció el pasado mes de mayo una reforma de la ordenanza de las terrazas para dar «un marco de estabilidad». Han pasado cinco meses de aquel anuncio y en apenas dos vencerán las 3.667 autorizaciones provisionales que el Ayuntamiento ha concedido hasta la fecha. Hoy tanto los vecinos -afectados por los ruidos y el déficit de plazas verdes- como los hosteleros -que han visto crecer sus ingresos gracias en gran parte a ayudas- se encuentran en un impasse. Unos y otros presionan a la vicealcaldesa de la capital para que fije cuanto antes las condiciones de la nueva ordenanza de terrazas.
En el caso de los hosteleros, esta incertidumbre condiciona las decisiones de aquellos hoteleros que aún pueden recibir nuevas licencias. «No tenemos claro el ámbito normativo que nos va a regir en unos años. Lo que hemos pedido es que se nos dé la seguridad jurídica para que el hostelero invierta en elementos de calidad. Pero para ello necesitamos una norma que nos permita saber cuál es el plazo de amortización de las inversiones», explica a 20minutos el presidente de Hostelería Madrid, José Antonio Aparicio. Es decir, a día de hoy un hostelero no sabe si le compensa invertir en ampliar su terraza porque, como anunció Villacís, podría aguantar dos o tres años más, o esta le será revertida el 1 de enero.
«Desde la hostelería no tenemos claro cuál es nuestro futuro, tampoco sabemos cuáles se podrán mantener, o no, y en qué condiciones», continúa Aparicio que se ha acercado esta mañana a Chamberí para inaugurar, junto a la vicealcaldesa, el monumento en forma de plato con un mordisco con motivo del Día de la Hostelería. El presidente de hosteleros es claro defensor de la permanencia de estas terrazas. Y es que el sector está a tan solo un 23% de pérdidas con respecto a 2019. «El componente de nuestra actividad que se producen en terrazas sin pandemia podía estar en un 65%. Con la pandemia nos ha subido 20 puntos». Es decir, el 85% o 90% de lo que era la producción de hostelería en Madrid se ha producido durante el verano en terraza.
Pese a que el sector augure una menor actividad en invierno, (un 70% en lugar del 85% ) «la gran parte de la actividad de la hostelería en Madrid depende del consumo al aire libre». Por eso, si retirasen las terrazas covid «bajaría el índice de crecimiento», asume Aparicio. Según sus cálculos, de los 20 puntos que han recuperado en las terrazas, al menos la mitad podría perderse si se revierten, un 53% aproximadamente. Sin embargo, es un escenario que no contempla. «Nosotros esperamos que no se revierta porque lo que queremos es que las terrazas, sobre todo en banda de aparcamiento, se queden con unas condiciones nuevas: de accesibilidad y de respeto al descanso vecinal. .
El optimismo de los hosteleros choca con la indignación de los vecinos que se niegan a admitir la permanencia de estas terrazas más allá del 31 de diciembre. «Ciudades como Valencia o Palma ya las han quitando, por eso creemos que el Ayuntamiento está mareando la perdiz para que llegue el 31 de diciembre y de facto y nos tengamos que comer una ampliación de licencias con patatas», señala a este medio el portavoz de la asociación Retiro Norte, Félix Sáncho, que este viernes ha convocado una manifestación contra las terrazas covid.
El próximo viernes día 15 haremos que la voz de las familias de los barrios céntricos se escuche . No podemos seguir viviendo así. Las terrazas COVID no pueden perpetuarse a costa de nuestra calidad de vida @AlmeidaPP_ @begonavillacis pic.twitter.com/VP6FZKPb8A
— A.V. Retiro Norte (@AVRetiroNorte) October 10, 2021
A Villacís no le preocupa esta manifestación. «La entiendo y la comparto», ha señalado esta mañana. «Y es que nosotros en la normativa que estamos estudiando vamos a reconocer la saturación de las zonas para no tratarlas igual». Por ejemplo, la de Retiro que está sirviendo de prueba piloto para definir el concepto de zona saturada que se incluirá en la nueva Ordenanza de Terrazas. No obstante, tras quince días de evaluación, «todavía no hay conclusiones», ha respondido la líder de Cs. En todo caso, sigue estudiando aquellas zonas que no están tensionadas, como «distintos barrios del sur donde la hostelería ha servido para que muchas calles se regeneren y se pueda transitar por ellas mejor».
Begoña Villacís reconoce que los trámites de la ordenanza van lentos. «Lamento que no puedan ser más ágiles, a mi también me gustaría que lo fuesen». Su plan es poder llevar la modificación de la ordenanza al Pleno de diciembre. De no aprobarse o no llegar a tiempo, se cumplirá la teoría del vecino Félix Sancho. «La Comisión de Terrazas evaluaría la situación, pero a priori todas volverían a su estado precovid, excepto las de banda de estacionamiento que podrían tener un régimen transitorio», apunta el área de Coordinación Territorial.
En una entrevista publicada horas antes en 20minutos, la portavoz socialista Mar Espinar cargaba contra la vicealcaldesa por la gestión de las terrazas. «Villacís no tiene fuerza para aguantar el pulso de las terrazas, por eso pido a Almeida que se ocupe». A lo que Villacís ha replicado: «Tengo la fuerza suficiente para haber salvado 6.000 puestos de trabajo. Tengo la fuerza suficiente, no para aguantarle el pulso a alguien, sino para que el empleo siga siendo una de nuestras prioridades».
Además, la líder naranja ha recordado a la portavoz socialista que «no se gobierna con encuestas, se gobierna con votos». Y según esos voto «le saco tres escaños, soy la vicealcaldesa de Madrid, además, sobre la que recae la competencia de la mesa de terrazas». «No necesito ayuda de nadie, señora Espinar», ha concluido la vicealcaldesa que tendrá quien tiene dos meses para resolver este asunto.