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Una estafa amorosa, militares en Afganistán y una deuda: lo que se sabe del crimen de Morata y la incógnita a resolver

Hacía cerca de un mes que nadie en la localidad madrileña de Morata de Tajuña veía a los hermanos Pepe, Amelia y Ángela, pero cuando sus cadáveres aparecieron este jueves por la mañana con signos de violencia, los indicios han apuntado en una dirección: una estafa amorosa, una deuda y un ajuste de cuentas.

Los cuerpos de los tres fallecidos, de entre 70 y 80 años, fueron encontrados quemados, apilados y con restos de sangre sobre las 11.30 horas de este jueves por los efectivos de Policía Judicial de Arganda del Rey de la Guardia Civil, según fuentes próximas a la investigación. Tras la inspección técnico-ocular realizada en la mañana de este viernes los agentes han encontrado un arma simulada, concretamente, una pistola de fogueo, cuyo origen esta siendo investigados.

Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación para resolver quién pudo cometer este supuesto crimen, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según han informado a EFE las fuentes consultadas.

La comitiva judicial procedió este jueves por la tarde al levantamiento de los cadáveres, que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, donde previsiblemente este viernes por la mañana se practicarán unas autopsias que arrojarán algo de luz sobre las causas de su muerte.

Estafa amorosa y grandes deudas

Por el momento, personas cercanas a los tres hermanos y vecinos de la localidad, de cerca de 8.000 habitantes, aseguran que las dos mujeres estaban siendo víctimas de una estafa amorosa en la que habían perdido miles de euros en los últimos siete y ocho años.

El entorno de las víctimas calcula que les robaron entre 300.000 y 400.000 euros, ya que llegaron a vender un piso familiar ubicado en el distrito madrileño de Ciudad Lineal para enviarle más dinero a los estafadores.

Agredidos a martillazos

Según el diario El Mundo, los tres hermanos fueron habrían sido agredidos a martillazos hace varios meses por un prestamista de dudosa reputación que les reclamaba un dinero que les habría dejado para enviárselo a los supuestos militares.

La agresión se habría producido, según los vecinos, en la puerta de su casa de Morata, donde el prestamista se habría presentado blandiendo un martillo en las manos y reclamando un dinero adeudado. Enrique Velilla, amigo de la familia, asegura a 20minutos que este ataque se denunció y por él se celebró un «juicio rápido».

Contacto por redes sociales

Según ha relatado a EFE Enrique Velilla, amigo de la familia, tanto Amelia como Ángeles contactaron hace años con dos militares estadounidenses a través de Facebook.

Uno de ellos, quien decía llamarse Edward y estar destinado en Afganistán, les dijo que el segundo había muerto y que, para cobrar una herencia que disfrutarían juntos, necesitaba que le enviasen dinero de manera periódica.

Las hermanas accedieron e invertían en ello buena parte de su pensión, por lo que al poco tiempo quedaron en la ruina y las llevó a pedir dinero recurrentemente a los vecinos. Cuando su amigo les dijo que estaban siendo víctimas de un engaño, ellas, convencidas de su historia de amor y fortuna, desoyeron las alertas y rompieron su relación con él.

Mientras a Enrique le pidieron cerca de 18.000 euros, a Mari, otra vecina con la que apenas tenían trato, le solicitaron 15.000. Incluso probaron suerte con Pascual, el cura del pueblo, según ha explicado él mismo a EFE. A ninguno les consta que nadie accediera a sus peticiones.

Para justificarse, las dos hermanas empleaban un argumentario muy similar al de su presunto estafador: iban a recibir una millonaria herencia de un familiar residente en Estados Unidos, pero necesitaban costearse los gastos sucesorios.

Supuestos mensajes de Sánchez y Biden

Tal y como ha relatado el vecino a TeleMadrid, las mujeres llegaron a creer que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les había enviado un mensaje de Whatsapp, cuando el supuesto texto contenía faltas de ortografía. El timo incluyó también supuestos mensajes del presidente estadounidense, Joe Biden. Pero

Con esta secuencia repitiéndose durante los últimos meses, tal y como investiga la Guardia Civil, cobra fuerza la hipótesis de que los hermanos contrajesen unas deudas que les condujesen a este trágico final. La causa ha recaído sobre el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey y se encuentra bajo secreto de sumario.

Persianas bajadas y olor a muerto

Desde finales del año pasado nadie sabía nada de los tres hermanos, naturales de una localidad de Ciudad Real, Torre de Juan Abad, pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas: las persianas verdes de su casa estaban bajadas, ninguno contestaba al teléfono.

Muchos pensaron que se habrían marchado a alguna de sus otras viviendas, hasta que un fuerte olor empezó a salir de la vivienda, un chalé de dos plantas situado en la calle Travesía del Calvario número 3.

Los moradores de las casas colindantes, ha explicado una vecina que ha solicitado no ser identificada, estuvieron llamando durante días a la Policía Local alertándoles del hedor, pero no lo revisaron hasta esta mañana. Los cuerpos ya estaban en estado de descomposición.

Solteros y en comitiva

Los tres hermanos, todos solteros, sin hijos, siempre habían vivido juntos e iban en comitiva a todas partes. Pepe tenía una discapacidad y Amelia, la más joven y «espabilada» -como muchos la definen- se encargaba de su cuidado.

«Les teníamos cariño y que ahora mismo estamos, pues con la lágrima floja», ha señalado, en declaraciones a los medios, el alcalde de la localidad, Fernando Villalaín, quien ha convocado tres días de luto oficial y un minuto de silencio para este viernes.

Aunque los tres hermanos llevaban mucho tiempo viviendo en Morata de Tajuña, eran naturales de Torre de Juan Abad (Ciudad Real), tal y como figura en sus redes sociales. 20minutos ha contactado con varios comercios de esta pequeña localidad de apenas un millar de habitantes, donde aseguran que llevaban muchos años sin verlos.

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