Una bacteria de las encías puede promover el cáncer de colon: «Quien la tenga en el intestino podría estar en alto riesgo»
Según algunos cálculos, en ciertos momentos nuestro cuerpo llega a contener más microorganismos que células propias. En cierto modo, se podría decir que somos más una comunidad de seres que un único organismo.
Lejos de lo que podríamos pensar, estas bacterias ni son en todos los casos una amenaza ni simplemente son habitantes parásitos de nuestro cuerpo. El microbioma, que es el nombre que recibe este conjunto de pequeños seres, es fundamental para nuestra salud. Eso sí, es importante que todas las especies que lo conforman estén siempre allá donde tienen que estar y que su población encaje dentro de un delicado equilibrio.
«El microbioma puede promover patologías»
La ciencia tiene cada día más presente la importancia de todos estos microorganismos, y no deja de documentar los papeles que cumplen diferentes especies tanto en los procesos corporales saludables como en los patológicos. En esta línea se inscribe un reciente estudio realizado por el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) (cuyos resultados, en forma de manuscrito, están disponibles a través de la plataforma Research Square) que ha concluido que la bacteria oral Parvimonas micra podría desempeñar un rol importante en el crecimiento del cáncer de colon.
Así lo explica a 20minutos Margarita Pozo, investigadora del INIBIC, profesora en la Universidad de A Coruña y coordinadora del grupo de investigación meiGAbiome: «Lo que llevamos haciendo durante años es analizar los microbiomas de pacientes de cáncer colorrectal. Desde hace ya un tiempo se sabe que el microbioma interactúa con nuestras células y en determinadas circunstancias puede promover patologías, entre ellas el cáncer de colon».
«Con esos antecedentes», prosigue, «nos pusimos a desarrollar este proyecto, que consiste en el análisis del microbioma a partir de diferentes muestras de pacientes de cáncer colorrectal. No solo muestras intestinales, que es donde habita la mayor parte de los microorganismos, sino también muestras de saliva, de la región que está debajo de los dientes e incluso de dentro de los propios tumores».
«Hemos visto células de la boca en el interior de tumores»
Este enfoque, como es lógico, desvela fenómenos que no son observables a partir de simplemente las muestras intestinales. «Hemos visto, por ejemplo, que hay muchas bacterias que son típicas de la boca, y algunas en concreto en la región subgingival (bajo las encías) y después nos aparecen en el intestino o dentro de los tumores«, apunta Pozo.
«Son bacterias anaerobias, lo que significa que habitan en ambientes sin oxígeno: por eso, tanto el ambiente subgingival como el interior de los tumores les resulta favorable», añade.
Una vez en este destino, estas bacterias ‘forasteras’ «interactúan con las células tumorales y promueven la proliferación del tumor«, según afirma la experta.
«Una bacteria implicada en la periodontitis»
«En esta colección de bacterias hay una en concreto que no está muy estudiada, por lo que decidimos ahondar en ella: Parvimonas micra. Y tras aislarla y cultivarla (tanto la población del colon como la población subgingival) vimos que se trata del mismo individuo. No llegó hasta el tumor por otra vía, sino que llegó exactamente desde la región subgingival, debajo de los dientes», narra Pozo.
«Es decir, que esta bacteria que normalmente está implicada en la periodontitis tiene esa peligrosidad añadida de que puede viajar a través del torrente sanguíneo o a través de la vía gastrointestinal hasta el intestino y allí, junto con muchos otros factores, puede promover el cáncer de colon», resume.
La presencia de P. micra en el colon, señala además esta investigadora, no se da en las personas sanas. Esto permite que pueda usarse como un biomarcador: «La persona que tenga esta bacteria en el intestino podría estar sufriendo un cáncer de colon, en sus inicios o ya avanzado, o como mínimo un alto riesgo».
«Las bacterias no viajan solas»
Hay algunas cosas que por el momento no están del todo claras. Por ejemplo, queda por determinar cómo se produce el viaje desde la boca hasta el intestino. «Lo que creemos es que no viaja sola», reflexiona al respecto Pozo, «sino que viaja acompañada de otros microorganismos».
«Hay un conjunto de bacterias anaerobias que siempre nos aparecen juntas», sigue explicando, «ya sea en los tumores, en las metástasis o en la región subgingival. Ya hay algún trabajo sobre la posible agregación de estas bacterias, que incluye distintos grupos como pueden ser Fusobacterium nucleatum (cuya relación con el cáncer de colon también se estudia actualmente en profundidad) o P. micra. Nosotros creemos que forman agregados que se protegen».
«De esta manera llegan a su destino final, en este caso el colon, y allí están muy activas, excretando proteínas y factores de virulencia que pueden tener que ver con la proliferación del tumor», aduce.
«El estrés puede dar ventaja a algunas bacterias»
Otra implicación importante de este descubrimiento es que la enfermedad periodontal, en la que juega un papel P. micra, podría aumentar el riesgo de padecer cáncer de colon.
Tal y como desarrolla Pozo, «Parvimonas y Fusobacterium forman parte de la flora normal de la boca. En principio no tienen por qué estar haciéndonos daño, porque en la boca tenemos una microbiota equilibrada con un montón de microorganismos (incluyendo hongos) en perfecto equilibrio».
«El problema es cuando un estrés o un factor ambiental (o una dieta inadecuada, falta de ejercicio…) pueden desequilibrar esta flora oral. Cuando alguna de estas bacterias adquiere ventaja, esto es lo que origina las patologías», continúa, «y eso la lleva a expandirse, colonizar más y a desplazar al resto de los microorganismos».
El microbioma, cada día más presente
P. micra es sólo la última de las bacterias que se ha encontrado relacionada con el desarrollo de diversos tumores. Así, se suma a una lista de la que ya forman parte otras especies como la ya mencionada F. nucleatum o, más recientemente, Morganella morganii.
Esta línea de investigación resulta de gran interés para las ciencias de la salud humana por varias razones. Por una parte, entender mejor la relación que existe entre nuestro cuerpo y la comunidad microscópica que lo habita puede darnos la clave para entender el porqué de muchas patologías que podrían tener su causa precisamente en disfunciones dentro de esa relación.
Por otra, estos hallazgos convierten esta parte de nuestro ser (el microbioma), durante mucho tiempo prácticamente ignorado, en una herramienta muy útil: como base de herramientas diagnósticas, como área de actuación de la medicina preventiva y como diana terapéutica.
Referencias
Kelly Conde-Pérez, Elena Buetas, Pablo Aja-Macaya et al. Evidence for translocation of oral Parvimonas micra from the subgingival sulcus of the human oral cavity to the colorectal adenocarcinoma. PREPRINT (Version 1). Research Square (2022). DOI: https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-2096158/v1