Un fármaco muy conocido y habitual en casa podría matar células cancerígenas de garganta y cuello según un estudio
Cada año en España se detectan aproximadamente más de 11.000 casos de tumores de cabeza y cuello, según la Asociación Española contra el Cáncer. El organismo destaca que el 40% de ellos se produce en la laringe, un tipo que cada vez más aumenta en casos tanto de hombres como en mujeres. Hábitos en el estilo de vida como el tabaco, el alcohol y una dieta no saludable están dentro de los factores de riesgo. A los que, además, se unen otros como el sexo y las infecciones y en este contexto los expertos siguen investigando el alcance del VPH en la población.
Los estudios contra el cáncer no cesan con tal de encontrar la forma más efectiva de detener esta ‘pandemia’ de tumores y sarcomas. Es tanta la variedad que se encuentran los profesionales médicos, que las investigaciones van avanzando lentamente, pero en algunas ocasiones muy efectivas. Así ha sido el caso del hallazgo que podría abrir la puerta a otro tipo de tratamiento para el carcinoma de células escamosas, en el que la lidocaína podría detener la malignidad de estas.
La lidocaína, un fármaco común en las casas
La lidocaína es un medicamento que destaca por ser un anestésico local y un antiarrítmico. Así pues, los profesionales médicos lo utilizan en tratamientos de taquicardia y fibrilación ventriculares y también como anestesia para la infiltración y los bloqueos de nervios.
¿Por qué la lidocaína es un fármaco que podemos encontrar en nuestra casa? Igual por su descripción y su uso clínico, no lo identificas tan fácilmente como a un analgésico. Pero seguramente si tienes medicamentos para el alivio de la irritación de garganta, la lidocaína te suena algo más. Y, es que, se puede encontrar en pastillas como las Strepsils, esas que son para chupar con sabor a limón y que se usan para las molestias en el dolor de garganta.
¿Cómo puede la lidocaína frenar a las células cancerígenas?
Según el estudio, el hallazgo se ha dado gracias al receptor del sabor amargo (T2R), ya que este tiene expresiones en las células cancerígenas escamosas y podrían inducir a la apoptosis. Es decir, al proceso de la muerte celular. Los investigadores vieron a su vez que la lidocaína también activa el receptor 14 del sabor amargo (T2R14), por lo que aventuran que este fármaco podría tener efectos anticancerígenos todavía por estudiar más en profundidad.
Desde la investigación aseguran que «la activación de T2R14 con lidocaína despolariza las mitocondrias, inhibe la proliferación e induce la apoptosis». La señalización de este fármaco como «potencial terapéutico» se plantea como una opción para acabar con los efectos secundarios y la morbilidad que producen las terapias contra el carcinoma de células escamosas. Estos suelen ir desde cirugía, la radioterapia, quimioterapia, hasta, incluso, la inmunoterapia.
Los expertos seguirán estudiando el uso de la lidocaína aplicada al tratamiento de los carcinomas. De hecho, desde la investigación, publicada en Cells reports, lo definen como «una estrategia prometedora».
Referencias
Miller, Z. A., Mueller, A., Kim, T., Jolivert, J. F., Z, R., Muthuswami, S., Park, A., McMahon, D. B., Nead, K. T., Carey, R. M., & Lee, R. J. (2023). Lidocaine induces apoptosis in head and neck squamous cell carcinoma through activation of bitter taste receptor T2R14. Cell Reports, 113437. https://doi.org/10.1016/j.celrep.2023.113437