Un cambio que asusta
El cambio de ciclo obligado en la Selección hace abordar al equipo de Scariolo el Eurobasket desde una condición inédita. España ya no aparece en la terna de favoritos al título, no se le espera un gran recorrido en el torneo. Las circunstancias propias de la Selección, unida al enorme potencial que presentan varios de los rivales en esta edición, no invitan al optimismo. A priori, se acabó un tiempo, un pasado de gloria, aunque el futuro también resulta alentador visto lo visto este verano en las categorías inferiores. Será el primer Eurobasket en que no estará presente ninguna figura de los Júniors de Oro, el equipo de Pau Gasol, Navarro o Felipe Reyes que cambió la historia del baloncesto español en este siglo. La trayectoria sobresaliente de aquel equipo que alumbró Lisboa puso a nuestro baloncesto en lo más alto a nivel continental. Hicieron historia
El panorama ahora es bien diferente. La selección de Scariolo se presenta con un equipo de limitada experiencia, bajo el liderazgo en la pista de Rudy Fernández, otra leyenda indiscutible del baloncesto español. Solo mirar el número de internacionalidades de los convocados sirve para constatar el nuevo paradigma en España. Los resultados en los partidos de preparación siembran inquietud y el grupo es consciente de la dificultad del desafío. Si Rudy es claramente la referencia del equipo, los hermanos Hernangómez, Garuba y el nacionalizado Lorenzo Brown deben unirse para que España puede alimentar cierta ilusión. Es un cambio que asusta, pero contra el paso del tiempo no queda otra que adaptarse.