“Transportar un órgano para un trasplante en un niño o un bebé es especialmente emotivo”
Según los últimos datos ofrecidos el pasado mes de enero por el Ministerio de Sanidad y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), España realizó un total de 5.383 trasplantes en el año 2022, lo que supone un aumento del 13 por ciento con respecto a 2021 (4.781), y sitúa a nuestro país en cifras similares a las de antes de la pandemia de COVID-19 (5.445 en 2019 y 5.321 en 2018).
Esto quiere decir que se realizan una media de 15 trasplantes al día, lo que sitúa al sistema de trasplantes español a la cabeza del mundo (somos el país líder en número de donantes de órganos) y multiplica por cuatro las primeras cifras registradas en 1989 cuando se llevaron a cabo 1.315.
El medio o transporte por el que viajan los órganos depende del llamado tiempo de isquemia, es decir, lo que puede durar un órgano desde que se extrae hasta que se implanta -y debe ser el mínimo tiempo posible-. Por ello, el trasplante vía aérea (en avión y helicóptero), uno de los más inmediatos, juega un papel trascendental en un engranaje en el que todas las piezas deben estar coordinadas al milímetro.
Coincidiendo con el Día Mundial del Trasplante, que se celebra el 27 de febrero, hablamos con Luis Miñano, Director General del centro de formación de vuelo European Flyers, que cuenta con más de 25 años haciendo vuelos de trasplantes y emergencias sanitarias.