¿Tienes las manos siempre frías? Podría ser un síntoma de este problema de salud
Tener las manos constantemente frías puede no ser sólo un signo de las bajas temperaturas durante los meses de invierno, sino que también podría ser un síntoma de una enfermedad.
Los médicos advierten que sentir frío y cansancio podría significar que es necesario aumentar los niveles de hierro en el cuerpo. Tener niveles bajos de hierro es un hecho común que podría provocar anemia por deficiencia de hierro y hay una serie de problemas que podrían estar detrás de esto.
Las principales razones para tener niveles bajos de hierro incluyen no consumir suficientes alimentos ricos en hierro, problemas para absorberlo y pérdida de sangre.
El médico Vikash Modi advierte, en declaraciones al Mirror: «Las manos y los pies fríos pueden ser el resultado de una anemia por deficiencia de hierro. Las personas con anemia tienen mala circulación sanguínea en todo el cuerpo porque no tienen suficientes glóbulos rojos para proporcionar oxígeno a los tejidos. Si no llega suficiente oxígeno a los tejidos del cuerpo, no se tiene una sensación normal de calor y frío».
Además de tener las manos frías, otro síntoma común de la anemia es sentirse siempre cansado. Cuando no hay suficiente hierro en el cuerpo, el resultado es la incapacidad de producir suficiente cantidad de una sustancia que le permita transportar oxígeno. El resultado hace que la persona se sienta constantemente cansada y agotada.
Las personas con mayor riesgo de sufrir esto incluyen a las mujeres premenopáusicas, ya que necesitan más del doble de hierro que los hombres debido a la menstruación y la pérdida de sangre. Las mujeres embarazadas también necesitan un 50% más de hierro para ayudar a acomodar a su bebé en crecimiento. Otros grupos de riesgo incluyen a los veganos y vegetarianos, ya que los alimentos vegetales contienen principalmente hierro no hemo, que no se absorbe tan fácilmente como el que se encuentra en la carne.
Otros signos de que puede tener niveles bajos de hierro incluyen: piel pálida; dolores de cabeza; dificultad para respirar; cabello y piel secos; palpitaciones del corazón; hinchazón y dolor en lengua y boca; piernas inquietas y/o uñas quebradizas.
Los signos de niveles bajos de hierro en los niños incluyen fatiga; debilidad, palidez, irritabilidad y/o aturdimiento.