Vivienda

Si se debilita la demanda, los promotores tienen margen para bajar precios

«Ante un debilitamiento de la demanda, los promotores tendrían margen para reactivarla bajando precios, debido a que los suelos de sus carteras están a costes muy bajos y sin deuda, por lo que una bajada de precios afectaría a su rentabilidad pero no crearía problemas de insolvencia. Actualmente, ni el precio al que se adquirieron los suelos ni el exceso de apalancamiento sitúan a los promotores en situación crítica».

Así se desprende del informe elaborado por Bankia sobre la situación del mercado de la vivienda en España, fechado en agosto, que reconoce cómo el confinamiento impuesto para el control de la pandemia ha afectado negativamente a la actividad del mercado de la vivienda, produciéndose una intensa caída de las transacciones.

Una bajada de precios de la obra nueva afectaría a la rentabilidad de los promotores, pero no crearía problemas de insolvencia

A pesar de ello, desde Bankia, consideran que «este descenso no sirve para extrapolar una tendencia de la demanda de vivienda, ya que se ha debido al cierre del mercado, y no refleja, por el momento, un cambio de conducta de la demanda». De hecho, asegura que «con la desescalada se ha producido una reactivación más intensa de lo que se esperaba en el mercado hipotecario», al tiempo que destaca el hecho de que no se está detectando, como ya vienen anunciando las promotoras, que los compradores estén echándose atrás en las precompras. «El porcentaje de cancelaciones es similar al que se venía produciendo».

E. Sanz

Desde la entidad, consideran que el deterioro del mercado laboral y el clima de incertidumbre afectarán negativamente en el corto plazo a la demanda de vivienda, especialmente entre la población más joven y demandante de primera vivienda, mucho más vulnerable que otros segmentos de la población. No obstante, por el momento, Bankia destaca el creciente interés por la compra de una vivienda, si bien la situación de incertidumbre puede producir que se pospongan decisiones de inversión, como de hecho parece que ya se estaría produciendo, ya que el repunte del porcentaje de compras financiadas podría deberse a un menor peso de la demanda de inversión.

Se aplazan promociones y compras

Aunque, desde que estalló la crisis, el conjunto del sector inmobiliario coincide en que el segmento de la vivienda usada sufrirá más —al menos en cuanto a precios— que la obra nueva, lo cierto es que, como ya avanzó la consultora CBRE, son varias las promotoras que han decidido retrasar el lanzamiento de las promociones previstas en el segundo semestre, mientras se evalúa el impacto de la crisis sobre la capacidad de compra de la demanda.

Un aplazamiento que también constatan en Bankia. «Algunos proyectos de nuevas promociones se han paralizado debido a la elevada incertidumbre y a la espera de que se despeje el panorama». Sin embargo, no parece que, por el momento, la incertidumbre vaya a afectar significativamente a los precios. «El precio de la vivienda nueva muestra mayor fortaleza que el de la usada», señala la entidad en su informe.

El pasado mes de junio, CBRE estimaba que el ajuste en obra nueva sería entre el 2% y el 4%, mientras que en el caso de la vivienda de segunda mano, espera una caída más pronunciada, en torno al 6-7%, con diferencias por regiones. La bajada de precios por parte del promotor, no obstante, tendrá que esperar. «Ningún promotor va a anunciar que baja precios. Sería desastroso para el sector y provocaría un efecto dominó que perjudicaría a todas las promotoras», aseguraban hace justo un año diferentes fuentes.

Una decisión que, según aseguraba recientemente Mikel Echavarren, consejero delegado de Colliers International, «no depende solo del promotor sino de su situación financiera —que en general es muy saneada— y de la demanda». Echavarren, que espera que la demanda se contraiga significativamente, apuesta por que la estrategia del promotor será, precisamente, la «de demorar la puesta en marcha de nuevas promociones» como, de hecho, ya está sucediendo.

Fuente: Bankia.Fuente: Bankia.Fuente: Bankia.

Desde Bankia observan, asimismo, que los proyectos están siendo de menor tamaño de lo previsto inicialmente, al tiempo que se están ‘faseando’ las promociones «para tantear cómo va la demanda, y no asumir excesivos riesgos«. Una estrategia que permitirá, según la entidad, ajustar la producción al ritmo de la demanda real, reduciendo el riesgo de sobreoferta en caso de producirse una fuerte caída de la demanda.

«Es positiva esta flexibilidad de la oferta a un cambio de las condiciones de demanda; en otras crisis, la rigidez del mercado en oferta y precios provocaba que al final el ajuste fuera más intenso«, recuerda Bankia en relación con lo sucedido en 2008.

De hecho, en su informe, recuerda cómo la situación financiera del sector promotor es «mucho mejor que en 2008» y «el punto de partida para afrontar esta crisis es más sólido», como se puede apreciar en el gráfico superior. De ahí que, según Bankia, llegado el caso, los promotores tendrían margen para bajar precios sin comprometer su solvencia, aunque renunciando a la rentabilidad.

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