Seis claves para comprarte tu nueva casa y acertar con la hipoteca
Comprarse un piso o una casa es una de las decisiones más importantes de la vida de una persona. Es más, en una buena mayoría de los casos, solo se toma una vez y sus consecuencias se van a dejar sentir durante muchos años. Antes de decidir si vamos a convertirnos en propietarios, es conveniente contar con cierta información y despejar algunas dudas que pueden surgir por el camino. Las hay de todo tipo, y todas son legítimas, desde aquellas relativas al tipo de hipoteca que queremos contratar hasta todo lo que debemos comprobar antes de estampar nuestra firma en un contrato de compraventa.
Por ello, hemos englobado algunas de las preguntas más comunes en seis grandes apartados que debes tener en cuenta sí o sí en el momento en que decidas dar el paso y convertirte en el orgulloso propietario de un bien inmueble. Desde El Confidencial, de la mano de Ibercaja, hemos preparado una guía que te ayudará a despejar esas cuestiones y elegir la casa y el préstamo hipotecario que más se adapte a tus necesidades.
1. Cómo quiero que sea mi casa ideal
Puede parecer una perogrullada pero, antes que tomar otras decisiones, es esencial saber qué queremos. ¿O acaso tenemos pensado meternos en el primer piso que se nos cruce por delante? Los requisitos mínimos que buscamos se pueden responder de manera muy sencilla: ¿cuántos metros estoy buscando?, ¿en qué zona?, ¿quiero que sea un piso nuevo o de segunda mano?, ¿quiero hacer reformas?, ¿necesitaré garaje y/o trastero?, ¿tengo familia o planes de tenerla?, ¿va a ser primera o segunda residencia? Si todas ellas poseen respuesta, tienes más que claro que quieres hipotecarte.
2. Hablemos de dinero: cuánto pedir y cómo pagarlo
Otro de los puntos esenciales de todo préstamo hipotecario es la cifra que vamos a solicitar. Este tipo de créditos suelen tener unas condiciones más ventajosas que los préstamos personales aunque es necesario cumplir con unos requisitos. El primero, que tu capacidad de pago (tus ingresos menos los gastos) sea satisfactoria. O, en otras palabras, que la cuota a pagar no supere el 35% de tus ingresos. El segundo, el valor de tasación de la vivienda, que permitirá saber cuánto dinero puedes pedir al banco. Por último, el porcentaje de financiación que solicitas. En la actualidad, los bancos no suelen conceder más del 80% del valor tasado, al que hay que sumarle también los gastos derivados de la compraventa, que suelen estar alrededor del 10% del precio de compraventa.
3. No dejes nada al azar respecto a tu nueva casa
Registros, impuestos, impagos… Son muchos los sustos que nos podemos llevar a posteriori, por lo que es inteligente hacer una serie de comprobaciones para verificar que todo está en orden en la propiedad que vamos a adquirir. Por ejemplo, en el Registro de la Propiedad podemos ver si el piso o casa que compramos está libre de cargas registrales; se puede comprobar que no esté arrendados a terceros; que los recibos del IBI estén al día (si no lo están, se puede pactar una rebaja en el precio de compra); que las cuotas de la comunidad estén pagadas u otros documentos como el certificado de eficiencia energética.
4. ¿Cuál es la hipoteca que más me conviene?
¿Fija o variable? Es una de las grandes preguntas que se hace el común de los mortales a la hora de dar este paso. La respuesta la puedes averiguar tú mismo. ¿Quieres una experiencia sin sobresaltos pagando siempre la misma cuota? Apuesta por la fija. ¿Prefieres arriesgar y pagar menos de salida, sabiendo que las fluctuaciones del mercado revisarán tu cuota cada 6 o 12 meses? De cabeza a por la variable.
Ten en cuenta que además del 80% máximo del valor de tasación, en la hipoteca se incluirán otros gastos como los de gestoría, notaría, registro, tasación o el impuesto de actos jurídicos documentados. Afortunadamente, en la actualidad el cliente solo tiene que abonar el de tasación.
Cuando recibas la oferta del banco de turno, tendrás a mano también otra información de interés. Por ejemplo, la tasa anual equivalente (TAE), que te permitirá comparar las condiciones con otras entidades; el importe máximo del crédito y su duración; las condiciones que, de cumplirlas, pueden acarrear bonificaciones; las condiciones exigidas para que exista la posibilidad de un reembolso anticipado y sus costes; y, por último, la cuota mensual resultante.
5. ¿Quién se encarga de todo el papeleo?
Aunque plantearse la solicitud de un préstamo hipotecario pueda parecer abrumador de primeras, lo cierto es que una parte importante de las gestiones derivadas del mismo las efectuará la misma entidad bancaria que te facilita el crédito. Todo para que el cliente solo tenga que preocuparse de buscar el mejor piso posible.
Entre las gestiones que la entidad bancaria se va a encargar de efectuar se encuentran la firma de las escrituras ante notario, el pago de la vivienda en los términos convenidos, su inscripción en el registro de la propiedad, el pago de los impuestos necesarios e incluso los cambios de domiciliaciones que sean necesarios. Ahora que vas a iniciar una relación de larga duración con tu banco, deja que este te ayude a arrancar en los primeros momentos, que pueden parecer los más complicados.
6. ¿Necesito un seguro de hogar?
Si te preguntas si existe un préstamo hipotecario sobre la vivienda, la respuesta es afirmativa. El piso es una garantía del préstamo por lo que es necesario preservar su valor durante la vida del mismo. Pero más allá de esta situación, siempre es conveniente contar tanto con un seguro de continente, que nos pueda proteger de posibles desperfectos o de aquellos que ocasionemos a los vecinos, como de contenido, para tener a buen recaudo nuestras pertenencias personales en caso de robo o accidente doméstico. Estar asegurado ante eventuales incidentes siempre es una buena elección.
* El Confidencial, en colaboración con Ibercaja, te ayuda a resolver las dudas relacionadas con tu hipoteca y otros asuntos financieros. Si quieres conocer más información, pincha aquí.