¿Se puede seguir pagando con cheque bancario en España?
El cheque bancario es un método de pago que, aunque en el pasado estuvo muy presente en el mundo de los negocios, hoy en día ha sido relegado por completo a un segundo plano.
Concretamente, era utilizado como un medio de pago para abonar cantidades elevadas de dinero, por ejemplo, a la hora de comprar una vivienda. Sin embargo, cada vez es más infrecuente su utilización.
«En 2021, se procesaron 24 millones de cheques con un importe medio de 7.665 euros, que suponen un 0,95% de todas las operaciones realizadas a través del sistema nacional de pagos (SNCE)», explican desde el blog del Banco de España.
Esta cifra contrasta mucho y está muy lejos de los casi 60 millones de cheques que se cobraron en el 2012, justamente hace 10 años, lo que hace ver la evolución de los sistemas de pagos gracias a las nuevas tecnologías, aunque la reducción de su uso ha sido constante desde antes de la entrada del euro.
El motivo por el que ya no se usa el cheque
El principal motivo por el que ya no se utiliza el cheque bancario como método de pago a la hora de abonar grandes cantidades de dinero es, sin duda, la competencia que suponen las tarjetas.
A esto se le suma la competencia que también suponen las transferencias inmediatas para los cheques de menor importe, motivo por el que el importe medio por operación aumenta.
Sin embargo, hay que saber que «el cheque aún se resiste a abandonarnos», lo que quiere decir que todavía se puede seguir utilizando como método de pago.
No ha ocurrido lo mismo en otros países del entorno económico, donde sí ha desaparecido por completo: «Según las estadísticas de pagos que publica el BCE, en un total de 15 países de la UE su uso es testimonial o cero. Francia es el país donde más se utiliza, si bien acusa un notable descenso, seguido, muy de lejos, por Italia, Portugal, España e Irlanda», concluye el BCE.