Viajes

Ruta por los miradores de la Serra da Capelada y los bellos paisajes de la serie «Rapa»

Capítulo uno, escena primera. Javier Cámara pasea solo entre la niebla, alguien pide auxilio. Intenta llamar por teléfono, pero no hay cobertura. Cerca pasa algún caballo salvaje… Así comienza la serie Rapa, uno de los últimos éxitos televisivos de Movistar. Un thriller rural gracias al cual muchos habrán descubierto el abrupto paisaje en el que se desarrolla la acción. Es la Serra da Capelada, que se extiende por el norte de la provincia de A Coruña, desde Cedeira hasta el cabo Ortegal, entre impresionantes acantilados que se precipitan sobre un océano Atlántico poderoso y bravo, al que resulta adictivo mirar.

Gracias a la serie «Rapa» muchos habrán descubierto el abrupto paisaje en el que se desarrolla la acción

La Costa Ártabra

A lo largo de más de veinte kilómetros podemos trazar una ruta en busca de los mejores miradoiros para disfrutar de las vistas de esta costa ártabra en la que nos encontramos. El viaje comienza en la villa marinera de Cedeira, junto al castillo de la Concepción, construido en 1747 justo encima del puerto pesquero para proteger la entrada a la ría de posibles ataques. En la actualidad el edificio es un centro de interpretación dedicado a la historia de la fortaleza y a la propia villa. Una visita y continuamos hasta Punta Sarridal, donde podemos sentarnos en alguno de los bancos que miran hacia la playa de Villarrube y a ese estrecho que forma junto a la Punta de Robaleira. El yacimiento del Campo de Castro nos recuerda la existencia de asentamientos en la zona más de dos mil años atrás.

Quien no fue de vivo…

Apenas veinte minutos tardaremos en llegar a nuestro siguiente destino, Punta Candieira. En el Monte Purrido comienza un impresionante descenso marcado por diez curvas en forma de lazo que nos conducirán hasta un faro que lleva en funcionamiento desde mediados del siglo XX. Es una parada obligada antes de alcanzar el mirador Chao do Monte, a 360 metros sobre el mar, y el de Carrís, a 425, junto a un cruceiro de piedra del siglo XIX que marca la senda que nos guiará hasta uno de los lugares más misteriosos de toda Galicia. Hablamos de San Andrés de Teixidó, al que “vai de morto quen non foi de vivo”. Parece ser que con anterioridad a la iglesia actual ya había un monasterio, erigido en el lugar al que fue a parar San Andrés, el apóstol, después de que su barca chocara contras las rocas no muy lejos de aquí y quedara convertida en piedra un día de tormenta. Subir y bajar las cuestas del pueblo y comprar algún recuerdo es algo que hay que hacer antes de asomarnos a los cercanos acantilados de Vixía Herbeira, que, con sus 613 metros sobre el nivel del mar, son los más altos de la Europa continental.

La unión de los mares

El mirador dos Cantís do Cadro será nuestro último alto en el camino antes de llegar al faro de Cabo Ortegal, situado en la Punta dos Aguillóns, el lugar exacto donde se unen el océano Atlántico y el mar Cantábrico. Hay que respirar hondo y sentir la fuerza del viento… Para calmar las emociones solo nos queda una cosa: bajar hasta Cariño y degustar unos berberechos fritos. Más información en turismo.gal

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