Ruta de Picasso: un recorrido tras los pasos del artista por España
Hace ya 50 años que Pablo Picasso dejó este mundo, concretamente en el precioso pueblo francés de Mougins, donde pasó sus últimos momentos. Sin embargo, el legado del artista sigue maravillando al mundo entero como si no hubiera pasado el tiempo. Si queremos adentrarnos de lleno en la vida del malagueño, nada mejor que seguir sus pasos y visitar todos aquellos lugares que le inspiraron y lo forjaron como artista.
Málaga
Como no puede ser de otra manera, la Ruta de Picasso empieza en Málaga, su ciudad natal. El 25 de octubre de 1881, Pablo Picasso llegaba al mundo en esta ciudad andaluza y allí pasaría gran parte de su infancia.
A día de hoy, podemos visitar desde su casa natal, reconvertida en museo, hasta la iglesia donde fue bautizado, la Iglesia de Santiago. Asimismo, no podemos perdernos el Museo Picasso Málaga, que cuenta con importantes obras del artista como «Olga Kokhlova con mantilla», «Naturaleza muerta con cráneo y tres erizos» o «Jacqueline sentada».
A Coruña
A los diez años de edad, Pablo Picasso y su familia se trasladaron a A Coruña cuando su padre fue nombrado profesor de la escuela de Bellas Artes, y él mismo ingresó allí como alumno. En esta época, el malagueño empezó a pintar sus primeros retratos y por primera mostró públicamente vez sus obras en una exposición.
Igualmente, aquí podremos visitar su Casa-Museo, ubicada en el segundo piso del número 14 de la calle Payo Gómez, donde vivieron hasta abril de 1895. Se trata de una casa coruñesa de arquitectura típica, donde se ha recreado una vivienda del siglo XIX. Aquí se pueden ver reproducciones de obras que pintó Picasso en A Coruña, un grabado original del artista y un cuadro pintando por su padre.
Barcelona y pueblos catalanes
En abril de 1895, la familia de Picasso volvía a mudarse, esta vez a Barcelona. En la Ciudad Condal, ingresó en la escuela de Bellas Artes, conocida como La Llotja, y posteriormente trabajó en varios talleres. Además, en el emblemático local Els Quatre Gats, un importante lugar de reunión de artistas, llevó a cabo la primera exposición personal de sus obras. En la ciudad, una parada imprescindible es el Museo Picasso de Barcelona y su colección de más de 5.000 piezas.
Más allá de la capital catalana, Picasso también encontró la inspiración en varios pueblos de la comunidad. Por ejemplo, el malagueño retrató en muchas ocasiones la villa de Horta de Sant Joan (Tarragona). La localización acoge el Centro Picasso, con reproducciones de obras que el artista realizó allí. Otro pueblo donde Picasso se instaló una temporada fue Gósol (Lleida), donde encontró la inspiración que sentaría las bases de su etapa cubista. En la plaza de la villa podremos visitar el Centro de Interpretación de Picasso.
Madrid
Picasso visitó Madrid en muchas ocasiones para experimentar la intensa vida cultural de la capital y perderse por los muchos museos de la capital, como el Museo Nacional del Prado. Sin embargo, si queremos admirar algunas obras del artista, debemos dirigirnos al Museo Nacional Reina Sofía. Sin duda, la más impactante de todas es el Guernica, donde Picasso retrató los horrores de la Guerra Civil Española en un lienzo de casi ocho metros de largo.
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