Viajes

Qué ver y hacer en el país que menos turistas recibe del mundo: tan sólo 200 al año

En el vasto océano Pacífico, a más de 15.000 km de distancia de España y escondido entre coordenadas poco exploradas, se encuentra Nauru, el país menos visitado del mundo y el tercero más pequeño en extensión solo por detrás del Vaticano y Mónaco.

Con solo 21 kilómetros cuadrados de superficie, este pequeño paraíso en la Micronesia Oceánica se erige como un rincón inexplorado y fascinante. Desde su capital, Yaren, hasta las playas de arena blanca y arrecifes de coral que rodean la isla, Nauru ofrece una experiencia única para aquellos que buscan alejarse de las rutas turísticas convencionales. No en vano, es un paraíso para los buceadores.

Un paraíso oculto en el Pacífico

Nauru, oficialmente la República de Nauru, es un país situado en el centro del océano Pacífico, justo al sur de la línea del ecuador. Su población de 12.511 habitantes contribuye a una sorprendente densidad de 626 personas por kilómetro cuadrado.

Limitando al norte con los Estados Federados de Micronesia, al este con Kiribati, al sur con las Islas Salomón y al oeste con Papúa Nueva Guinea, Nauru ha mantenido su aislamiento geográfico a lo largo de los años. A 4000 kilómetros al suroeste, se encuentra Australia, conectando a este país con un pasado histórico que abarca desde la colonización alemana hasta su independencia en 1968.

Riquezas y desafíos: la historia económica de Nauru

La historia económica de Nauru está marcada por la explotación de los depósitos de fosfato en la isla. Durante décadas, el fosfato, utilizado como fertilizante, impulsó la economía del país, con la mayoría de la producción exportada a Australia. Sin embargo, con el agotamiento inminente de estas reservas, Nauru se enfrenta desafíos económicos inciertos.

A pesar de sus problemas, Nauru mantiene su atractivo con su clima tropical, caracterizado por constantes lluvias y monzones entre noviembre y febrero. La disponibilidad limitada de agua dulce ha llevado a los habitantes a depender de tanques para recolectar agua y plantas desalinizadoras para satisfacer sus necesidades.

Explorando Nauru: qué ver y hacer

A pesar de su tamaño diminuto, Nauru ofrece a los visitantes una experiencia única y enriquecedora. Como informan desde Lonely Planet, la montaña que vigilaba Japón en los años cuarenta, con sus cañones oxidados y un búnker de comunicaciones lleno de grafitis en japonés, proporciona una mirada fascinante a la historia de la isla.

Las ruinas de la antigua residencia presidencial, incendiada en 2001 por descontento económico, invitan a la reflexión sobre las consecuencias de agotar los recursos. Además, las grúas voladizas utilizadas en la exportación de fosfato son testigos silenciosos del auge y la caída de la economía nauruana.

Cuándo visitar Nauru

Con solo alrededor de 200 turistas al año, como publicó Mirror, Nauru permanece en gran medida inexplorada. Su temporada alta, de marzo a octubre, ofrece las mejores condiciones climáticas para los viajeros, mientras que la temporada baja, de noviembre a febrero, es menos popular debido a las constantes lluvias y monzones.

Qué comer en Nauru: sabores de un paraíso tropical

La cultura de Nauru se refleja en su comida y bebida. Según Lonely Planet, el charrán bobo negro, una ave de canto singular, es una delicia local. El demangi, un ponche fermentado a partir de savia de cocotero, ofrece una experiencia única para los paladares aventureros. Además, la pesca local proporciona una variedad de peces, como peces espada, atunes de aleta amarilla y barracudas, que se pueden disfrutar en parrilladas tradicionales.

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