¿Qué ocurrirá con los precios en España durante 2022? Los expertos ponen fecha al final de la inflación
La cesta de la compra está cada vez más cara. La inflación se ha disparado en los últimos meses sin que parezca tener freno. El índice de precios de consumo (IPC) terminó el año pasado en el 6,5%, según el dato definitivo del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del nivel más alto en los últimos 29 años, en concreto, desde mayo de 1992.
El acelerón de la inflación comenzó en España en la pasada primavera, cuando el IPC superó en abril la barrera psicológica del 2%. Aunque no se trata de algo que solo esté ocurriendo en este país, sino que la subida de los precios se extendió por todo el mundo a lo largo del año pasado. En Estados Unidos, escaló hasta el 7% en diciembre, el nivel más alto de los 40 últimos años.
Los expertos señalan que el principal culpable de la reaparición del fenómeno de la inflación es el precio de la energía, por eso se notó primero en la factura de la luz y en el precio de los combustibles. La mayor parte del aumento actual de los precios de la energía en la eurozona está relacionado con la escasez de gas, ya que muchos países europeos dependen del suministro de Rusia. Los incrementos de precios en la energía se trasladan posteriormente al resto de componentes de la cesta de la compra.
Sin embargo, el incremento de la inflación no se puede explicar únicamente por la subida de los precios de la energía. “Esta inflación ha venido derivada del aumento de los precios de la energía. Pero hay señales de que la inflación puede estar extendiéndose más allá de la energía, a la vista de que tanto los salarios en algunos casos, como el precio de otros artículos esenciales también están aumentando, especialmente en países donde la demanda de los consumidores es lo suficientemente fuerte como para que las empresas transfieran sus costes más altos. Este es un punto clave. Estos factores nos hacen pensar que esta situación sea más estructural que coyuntural, como ha podido estar descontando el mercado”, explica Carlos González Ramos, director de relación con inversores de la gestora de activos Cobas Asset Management.
Otra explicación detrás de la inflación es que se ha producido un desajuste muy grande entre la oferta y la demanda a raíz de la pandemia del coronavirus. Una vez pasados los confinamientos en la mayoría de países, el gasto de los consumidores se ha incrementado y se ha producido un auge en la demanda de bienes como coches y electrodomésticos. Sin embargo, la industria no ha podido responder inmediatamente a esa demanda porque se han producido problemas en la cadena de suministros.
El ejemplo más conocido de esos problemas es la escasez de semiconductores que ha llevado a que muchas fábricas de automóviles tengan que reducir turnos o cerrar temporalmente ya que no pueden fabricar coches si no disponen de microchips. “Los precios de los bienes se han disparado porque ha habido una demanda muy fuerte de bienes contra servicios. La oferta no ha conseguido responder a esa demanda. Además, se han producido problemas en el transporte por los confinamientos”, señaló Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal, en un encuentro con medios celebrado esta semana.
¿Hasta cuándo vamos a tener una inflación alta? ¿Vamos a tener que acostumbrarnos a altas subidas de precio por un tiempo? Inicialmente existía un debate entre economistas y profesionales de las finanzas sobre si la inflación sería transitoria o permanente. En este momento, la mayoría defiende que este fenómeno será más duradero de lo que se pensaba hace unos meses. “Los bancos centrales ya no manejan la palabra transitorio. Han reconocido que se equivocaron en las estimaciones”, señala Marta Campello, socia y gestora de Abante Asesores, en un vídeo difundido a través de Finect.
Asimismo, los consumidores tendrán que acostumbrarse a niveles de inflación más altos que los existentes antes de la pandemia. La normalización hacia el nivel del 2% que el Banco Central Europeo (BCE) aspira a conseguir todavía parece lejana en el calendario.
¿Qué ocurrirá con los precios en España durante 2022? El Banco de España pronostica que los precios subirán de media un 3,7%. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cree que la inflación subirá un 3,2%. Algo más prudentes se muestran el Fondo Monetario Internacional (FMI), que calcula un incremento entre el 1,5% y el 2%, y la Comisión Europea, que prevé una subida del 2,1%. Sin embargo, estos datos podrían revisarse próximamente.
La mayoría de expertos afirman actualmente que el fuerte auge de los precios continuará al menos durante los primeros seis meses de 2022, pero que se moderará a medida que termine el año. “La inflación va a seguir elevada durante la primera parte del año. A lo largo de la segunda parte, debería situarse en niveles más normales”, apuntó Gutiérrez-Mellado.
Así lo creen también los expertos de Funcas, el centro de análisis asociado a las antiguas cajas de ahorro, creen que las tasas de inflación se mantendrán por encima del 5% en los primeros meses del año antes de comenzar a descender. Este escenario pronostica que la subida de precios se modere hasta alcanzar una tasa del 0,6% en diciembre de 2022. A nivel anual, la inflación media se situaría en el 3,7%.
Esta escalada de los precios se traduce en una pérdida de poder adquisitivo de los consumidores españoles, ya que los salarios no suben a la misma velocidad que la cesta de la compra. Guardar el dinero debajo del colchón no es una alternativa muy inteligente en un escenario como el actual. “El exceso de liquidez en el sistema, unido a la fuerte recuperación de la demanda agregada de bienes y servicios, nos ha puesto sobre la mesa un escenario inflacionista que nos obliga a defender nuestro patrimonio contra la pérdida de valor de la moneda”, señala González Ramos. Si se quiere evitar que la inflación se coma los ahorros, conviene poner ese dinero a trabajar.
Históricamente, la renta variable es el activo que mejor ha superado las cotas de inflación. La forma más fácil de hacerlo es mediante fondos de inversión, que permiten acceder a una cartera diversificada con activos de diferentes sectores y países. Un ejemplo es el Cobas Selección, el producto estrella de Cobas AM, que tuvo una rentabilidad del 32,01% en 2022.
Las familias españolas suelen ser muy conservadoras con sus ahorros. Si se quiere invertir sin poner en riesgo el dinero, existen en el mercado algunos productos financieros que permiten preservar el patrimonio y obtener una pequeña rentabilidad. Se pueden consultar este tipo de alternativas para invertir con bajo riesgo en la página de Finect.
Muchos ahorradores no se atreven a invertir porque piensan que es muy difícil. Sin embargo, en los últimos años han aparecido nuevas enseñas conocidas como robo advisors que han convertido la inversión en algo muy accesible. Se trata de unos gestores de inversión automatizados que configuran una cartera a través de algoritmos basándose en el perfil del usuario. Finect cuenta con un escaparate de los mejores robo advisors donde se pueden comparar entre diferentes productos.