Puig vs Ayuso, el enfrentamiento entre dos visiones de la España autonómica

Son los dos grandes iconos políticos del PP y del PSOE para ejemplificar las dos visiones de estos partidos sobre la realidad de la España autonómica actual. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su homólogo valenciano, Ximo Puig, son hoy el gran contraste de la visión de la España constitucional, de la relación de las autonomías del PP y del PSOE con el Estado, de la gestión del Estado de bienestar y de la posición regional ante la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia de la Covid-19.
Estas dos visiones han provocado que ambos mandatarios hayan tenido varios cruces de acusaciones en diferentes temas de actualidad, sobre todo en fiscalidad autonómica. El último capítulo se produjo este miércoles, cuando el presidente de la Generalitat Valenciana pidió subir los impuestos a las rentas altas de Madrid, a la que acusa de estar realizando «dumping fiscal» y llevar a cabo una «competencia desleal» en materia impositiva con el resto de autonomías.
El Gobierno de Ayuso no se hizo esperar en la respuesta, y señaló que si Puig quiere recaudar más y tener una fiscalidad más eficiente y atractiva, la Comunidad de Madre le invita a imitarles en materia fiscal para que pueda poner fin al «infierno fiscal» que existe en la Comunidad Valenciana.
Este choque en fiscalidad tiene su base en las siguientes cifras aportadas por el Gobierno madrileño: al tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el tipo aplicable en Madrid al tramo máximo es del 21%, mientras que en la Comunidad Valenciana es del 25,5%. Las rentas más bajas en la región gobernada por Puig ven gravado el IRPF en un 10%, mientras que en Madrid se sitúa en el 9%.
En el caso del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, en la Comunidad Valenciana se sitúa en el 10%, casi el doble que en Madrid, que es del 6%. Y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados es el doble que en Madrid: un 1,5% de gravamen frente al 0,75%.
Sin embargo, Puig sigue convencido de que «el efecto capitalidad ha convertido Madrid en una gran aspiradora que absorbe recursos, población, funcionarios estatales y redes de influencia».
Con respecto a esto, la mandataria madrileña señaló que rechaza absolutamente «ese falso relato sobre la capitalidad«. «No ocurre en todos los países del mundo que la capital de un país sea además el motor económico. Nosotros hemos pasado de ser la cuarta economía a la primera por nuestra política fiscal de respeto al contribuyente», sostuvo.
Ayuso animó al presidente valenciano a que baje sus propios impuestos y le aseguró que verá «cómo se empieza a generar empleo«.
También en cuestiones económicas, el pasado mes de diciembre la presidenta madrileña criticaba que la Comunidad Valenciana, «gobernada por socios de ultraizquierda«, recibiera casi la misma cantidad de fondos europeos de reconstrucción por la pandemia de la Covid-19 que la Comunidad de Madrid. Tiempo después, Ayuso tachaba las ayudas del Gobierno a las autonomías de «tardías, insuficientes y repartidas con fines políticos«, a lo que Ximo Puig respondió recordando el déficit de financiación e incidiendo de nuevo en el dumping fiscal de Madrid.
«Todo el mundo sabe, desde los estudios de los expertos a todas las autoridades que han estudiado esta cuestión, que la Comunidad Valenciana es la peor financiada de España» mientras que Madrid es «una comunidad que en estos momentos tiene un efecto positivo de capitalidad y, al mismo tiempo, ejerce el dumping fiscal«, destacaba Puig.
Otra de las cuestiones que han sido motivo de conflicto ha sido la gestión de la pandemia del coronavirus, donde el dirigente socialista ha criticado en varias ocasiones que hay comunidades autónomas que han ido «permanentemente en contradirección«, en clara referencia al Ejecutivo de Ayuso, y donde además señaló que «algunos se ponen la bandera de España como si fueran los mayores españoles del mundo, pero a la hora de la verdad no acuerdan con el resto de España«.
En cambio, Ayuso siempre ha hecho gala de desmarcarse del resto de autonomías en el tema Covid e implantar su propia forma de gestión. Reduciendo al mínimo las restricciones y siempre intentando ir un paso por delante del Gobierno central.
«En los momentos más difíciles de la pandemia algunas veces ha habido presidentes autonómicos que se han descolgado arremetiendo duramente contra Madrid, en concreto, el presidente de Valencia y la presidenta de Baleares«, indicó Ayuso.
Mientras ambos dirigentes sigan al frente de sus respectivas autonomías, el cruce dialéctico entre los dos parece que no tendrán fin. Ahora solo queda esperar para conocer cuál será el siguiente tema en el que Puig y Ayuso estén dispuestos a subirse al ring y seguir con esta contienda dialéctica.