Nuevo indicador del riesgo de infarto o ictus: una subida de tensión al mantenerse de pie
Normalmente, las personas experimentan una bajada de tensión más o menos brusca al ponerse de pie (por eso algunas personas pueden sentirse mareadas cuando lo hacen rápidamente). Sin embargo, si al mantenerse en esa posición se produce una subida de tensión, puede que estemos ante un signo patológico.
Relevancia para el resto de la vida
Así lo concluye un trabajo publicado en el medio científico Hypertension, editado por la Asociación Americana del Corazón: en las personas de entre 18 y 45 años de edad con hipertensión, una elevación de la misma al mantenerse de pie indicaba un riesgo elevado de eventos cardiovasculares mayores como infarto o ictus en el futuro.
Según los autores, este hallazgo evidencia la pertinencia de medir la tensión sanguínea al estar de pie para ajustar el tratamiento a la situación de cada paciente, aconsejando cambios de hábitos más radicales a los pacientes que muestren esta respuesta tensional a mantenerse en pie.
De hecho, sucede que en esta demografía son muchas las personas que desconocen que tienen la tensión elevada, a pesar de que son varios los estudios que han arrojado que actuar sobre el problema en esta franja de edad es determinante en la salud más adelante en la vida.
Lo contrario a lo habitual
Para llegar a esta conclusión, los investigadores evaluaron datos de 1.207 personas de estas edades con hipertensión sin tratar de estadio 1. Ninguna de ellas había tomado medicación para bajar la tensión, y a todas se las consideraba de bajo riesgo de eventos cardiovasculares mayores.
En el momento del inicio, a todas ellas se les tomaron seis lecturas de la presión sanguínea en diferentes posturas, que incluían estando tumbadas y justo después de levantarse.
A continuación, se realizó un seguimiento de todas ellas durante una media de 17 años, en los que se registraron 105 eventos cardiovasculares mayores incluyendo ataques al corazón, dolor en el pecho de etiología cardíaca e ictus. Aquellos que habían experimentado esa subida de tensión al estar de pie al comienzo del estudio tenían el doble de posibilidades de estar entre quienes habían sufrido estos eventos, a pesar de no tener por lo demás un mayor perfil de riesgo.
Los autores no sólo consideran esto significativo, sino que señalan que es importante tener en cuenta que esta elevación de la presión sanguínea es además lo contrario a lo que se observa normalmente en personas sanas.
Normalmente, el cambio de postura provoca que más sangre se acumule momentáneamente en las piernas, disminuyendo la tensión en las partes superiores del cuerpo. El sistema circulatorio regula este fenómeno en unos pocos segundos; de ahí que el aumento en la tensión al levantarse puede deberse a un mecanismo correctivo hiperactivo.