Miles de personas celebran en Madrid un Orgullo «puramente reivindicativo», con aforo y sin carrozas
La marcha del Orgullo LGTBI 2021 ha comenzado su recorrido por las calles de Madrid en un año «puramente reivindicativo», marcado por la pandemia, con aforo limitado de 25.000 personas, sin carrozas y centrada en la lucha por una ley trans integral y en el rechazo a la ultraderecha.
«Los derechos no se negocian, se legislan: ¡por una Ley Integral Trans ya!» es el lema que se lee en la cabecera de la manifestación, en referencia a la norma cuyo anteproyecto aprobó el Gobierno la semana pasada después de meses de negociaciones en el seno del propio Ejecutivo.
Tras esa pancarta caminan activistas trans de las dos asociaciones convocantes, FELGTB y COGAM, que poco antes del arranque han explicado a los medios de comunicación las reivindicaciones de una manifestación menos multitudinaria y espectacular que antes de la pandemia, pero marcadamente política.
«Este año es un año puramente reivindicativo, está marcado por las leyes que están en el Congreso de los Diputados», ha dicho la presidenta de COGAM, Carmen García de Merlo, en una edición en la que, tras la pausa de la pandemia, la lucha LGTBI pretende «recuperar la calle», aunque con la responsabilidad de guardar, ha recordado, las distancias de seguridad sanitarias.
De Merlo también ha criticado al Ayuntamiento de Madrid, que «prácticamente no ha hecho nada» para ayudar a organizar la manifestación.
La presidenta de FELGTB, Uge Sangil, se ha referido al anteproyecto aprobado la semana pasada. «Sabemos que no es el borrador que queremos», ha dicho sobre el texto, en el que las asociaciones quieren que se incluya a las personas no binarias (que no se reconocen como hombre ni como mujer), de los inmigrantes y de los menores.
Aún así, ha asegurado que «hoy (sábado) es un día histórico» porque se ha «conseguido la despatologización y autodeterminación del género«, aunque ha añadido que hay que «seguir luchando por mejorar este anteproyecto de ley».
En la edición de este año había tres cabeceras. Detrás de la primera reivindicando la ley trans, se ha organizado una segunda con el lema «Ni un paso atrás», en protesta por el ascenso de la ultraderecha en las instituciones y el aumento de la legitimación de los discursos de odio.
Finalmente, una tercera conmemora el 40 aniversario de la aparición del primer caso de VIH en el mundo. «40 años de VIH. Faltan muchas personas en este Orgullo, sobra estigma. Indetectable = Intransmisibles», dice su lema.
Sobre la segunda, Sangil ha afirmado que no darán «ni un paso atrás» y este sábado ocuparán «el espacio que nos quieren quitar» en la plaza de Colón, escenario en los últimos tiempos de importantes concentraciones de la derecha y donde acabará la marcha, que ha arrancado de la plaza de Atocha.
«Ni un paso atrás ante los discursos de odio, ante los asesinatos, ante la transfobia, ante la lgtbifobia, ante los cómplices del PP y Ciudadanos, de la ultraderecha, de Vox», ha añadido.
En un ambiente festivo, con furgonetas recordando a los asistentes la obligatoriedad de las mascarillas, la marcha ha empezado desde la plaza de Atocha sin incidentes en medio del calor algo aplacado por algunas nubes.
En ella participan decenas de menores trans de la Asociación de Familias de Menores Trans Chrysallis y del Grupo de Familias Transformando de COGAM, que portan una bandera que ha recorrido España desde abril para recabar apoyos en favor de la igualdad de las personas trans, que centra este año el Orgullo.
«Llevar ante la justicia a nuestra adolescencia es juzgarles por ser quien son», «Los derechos humanos no tienen edad», «Las infancias trans deben ocupar los parques, no los juzgados» o «Respeta su existencia o espera nuestra resistencia» son algunas de las pancartas que llevan padres, niños y adolescentes de estas asociaciones.
Los representantes políticos, como ya ocurrió en la última manifestación del Orgullo de 2019, marchan detrás de las entidades convocantes.
No han acudido ni el PP ni Vox, pero sí miembros del PSOE, Podemos, Más Madrid y Ciudadanos. Los de este último partido, que este año está representado por su secretario general, Edmundo Bal, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, se vieron obligados a abandonar la manifestación de 2019 entre insultos y gritos por sus alianzas municipales con Vox.
Por parte del Gobierno, participan el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la de Igualdad, Irene Montero, impulsora de la ley trans. Con ella, en la pancarta de Podemos, van otras dos ministras del partido morado, Yolanda Díaz y Ione Belarra, que lucen un lema recordando los últimos avances en la legislación de las personas trans: «Son derechos, no deseos, ¡es ley!».