Los seis pueblos que se unen a la lista de los más bonitos de España en 2023
Recientemente, la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España ha hecho pública la incorporación de seis nuevos municipios para 2023. Estos cumplen todos los requisitos exigidos por la organización y pasarán a formar parte de la prestigiosa lista desde el 1 de enero del próximo año.
Durro, Arties y Garòs (Lérida), Castrojeriz (Burgos), El Burgo de Osma (Soria), y Trevélez (Granada) son los municipios que pasarán a engrosar la lista de los pueblos más bonitos de nuestro país. Estas nuevas localidades se unirán a las 105 que ya forman parte y que son el reflejo de la belleza y encanto de los pueblos españoles.
El Burgo de Osma, Soria
El Burgo de Osma es un pueblo amurallado situado en la Provincia de Soria que esconde grandes tesoros que cautivarán a cualquier viajero. Alberga un amplio patrimonio artístico e histórico que tiene su reflejo en monumentos como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción construida entre los siglos XII y XVIII. Este edificio junta tres estilos arquitectónicos: la catedral románica (de la cual quedan pocos vestigios); la catedral gótica, que constituye la mayoría del edificio; y las remodelaciones de fachada y escalinata de estilo renacentista.
Sin embargo, la localidad se caracteriza por su impresionante castillo, que construido en el siglo X, se alza a las afuera del pueblo, uniendo El Burgo con Osma. Igualmente, otros puntos de interés son el palacio Episcopal, que data del siglo XVI y tiene un estilo gótico-flamenco, y la Universidad de Santa Catalina, del mismo siglo de estilo renacentista.
Castrojeriz, Burgos
Este hermoso pueblo burgalés forma parte de la travesía más larga de la ruta jacobea dentro del Camino de Santiago. Entre su amplio patrimonio destaca el Palacio de los Condes de Castro, una construcción de estilo gótico en el que encontramos una hermosa porta del siglo XVI. Otro monumento que destaca es la Capilla de la Virgen del Manzano, del siglo XVIII y que actualmente alberga el museo de Arte Sacro, en donde encontramos tallas medievales, pinturas flamencas, pergaminos y piezas de orfebrería.
Trevélez, Granada
Trevélez es un pueblo situado en la Alpujarra granadina a menos de 100 kilómetros de la capital. Se le puede considerar uno de los pueblos con más historia del país, ya que hay restos de asentamientos neolíticos. Su enclave natural es impresionante, pues se sitúa sobre la falda suroeste del Mulhacén, en pleno corazón del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, ofreciendo al turista hasta 14 rutas de senderismo.
Igualmente, alberga un importante conjunto monumental donde destacan la iglesia de San Benito o la Ermita de San Antonio y de La Virgen de Las Nieves, de gran importancia histórica.
Durro, Lleida
El pequeño pueblo de Durro, de apenas 80 habitantes, se enclava en la Vall de Boí, en pleno Pirineo catalán. Es un destino perfecto para pasar un fin de semana donde la paz y la tranquilidad son las principales protagonistas. Dentro de su patrimonio histórico encontramos la iglesia de la Natividad. Una edificación románica del siglo XII que destaca por su monumentalidad, la portada esculpida, el cerrojo medieval y la talla original románica del Nicodemo.
Igualmente, destaca la ermita de Sant Quirc, ubicada en lo alto de la montaña y a la que se accede por un camino que se realiza a pie en unos veinte minutos, y desde donde se pueden disfrutar de unas vistas privilegiadas.
Arties, Lleida
Arties se sitúa a más de mil metros de altitud y muy cerca de la estación de esquí Baqueira Beret y la localidad de Vielha. Esta joya escondida en el Pirineo catalán se caracteriza por su amplio patrimonio cultural como es la iglesia parroquial de Sta. María de Arties, una construcción románica del siglo XI al XII. Además de ella podemos encontrar otros monumentos como la Iglesia de San Juan, de estilo gótico y principios del siglo XIV, que actualmente es sede de exposiciones temporales; los restos del castillo de Arties o Entrasaigües; la Torre y capilla de la Casa de los Portolà, del siglo XVI.
Garòs, Lleida
Esta localidad recibe al viajero en la ruta del Alto Arán en el Valle d’Arán. Se ubica en la vertiente derecha del Garona a 1.115 metros de altitud. Es un pueblo de montaña de apenas 100 habitantes donde poder disfrutar de la naturaleza de una forma única. Es imprescindible perderse por sus calles e ir descubriendo cada rincón de la localidad, admirando la arquitectura típica de la zona.
También destaca en este pueblo su Iglesia parroquial de San Julián, construida en el Siglo XII, aunque fue reformada en el siglo XV, mezclando elementos del románico y del gótico. Aunque, lo más interesante de este templo lo encontramos en el interior, donde nos recibe un hermoso Cristo de talla, una imagen gótica de la Virgen y una cruz procesional de plata.