Los miradores de Burgos con las mejores vistas de la Catedral
En la ciudad existe la Ruta de los Miradores, ocho lugares con las mejores panorámicas sobre la primera catedral gótica de la Península. Se puede hacer a pie y visitar, de paso, el resto de edificios históricos. miradorescatedraldeburgos.es
EL MUSEO DE LA EVOLUCIÓN
Enfrentarse cara a cara con los restos del Homo antecessor, el primer europeo, con más de un millón de años de antigüedad, es una de las cosas que podemos hacer en el MEH de Burgos, obra del arquitecto Navarro Baldeweg. Desde el atrio de entrada, diseñado como un mirador elevado unos cuantos metros sobre las riberas del río Arlanzón, se contempla una estupenda panorámica del centro histórico de la ciudad, coronado por el inconfundible perfil de la Catedral. Nota para el verano: desde aquí se puede disfrutar de las mejores puestas de Sol.
EL PASEO DEL ESPOLÓN
No se es burgalés hasta la médula hasta que no se ha paseado bajo las entrelazadas hileras de los plátanos de sombra del paseo del Espolón. Justo al comienzo, junto al Teatro Principal, de estilo isabelino, se localiza nuestro segundo mirador. Lo mejor es situarse a unos metros de la romántica fuente que preside el entorno para obtener las mejores vistas. El arbolado del paseo crea el marco perfecto para admirar la Catedral.
LA PLAZA MAYOR
La figura de Carlos III preside el corazón de la ciudad, zona de mercados durante la Edad Media. La Playa Mayor acoge hoy la sede del Ayuntamiento, construido sobre una antigua puerta de la muralla. Rodeada de edificios porticados, este es el lugar al que tenemos que ir para encontrar nuestro siguiente mirador. ¿Seguro? No parece que podamos ver desde aquí la Catedral… Para conseguir dar con el punto exacto para contemplarla hay que alejarse en dirección a la calle Almirante Bonifaz. ¡Ahí está! Majestuosa siempre sobre los tejados.
LAS LLANAS
A la sombra de la Catedral se abre un irregular espacio de origen medieval conocido desde hace siglos como Las Llanas. Si accedemos a él por la plaza de la Flora enseguida llamará nuestra atención el impactante volumen arquitectónico que lo cierra por su costado occidental. Es la capilla del Condestable, levantada en la girola del gran templo. Aquí tomaremos la primera foto. Para hacer la segunda hay que subir las escaleras hacia la calle de Fernán González. Justo al final encontramos un sorprendente mirador sobre la cabecera del histórico edificio.
EL CASTILLO
Hay que llegar al punto más alto de Burgos para encontrar el mejor mirador posible sobre la Catedral. Solo después de asomarnos a él uno puede darse cuenta de sus verdaderas dimensiones. No tiene pérdida: está justo al lado de la fortaleza en la que el conde Diego Porcelos, por encargo del rey de Asturias Alfonso III, fundó la ciudad en el año 884.
LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS
Ubicada a los pies de la iglesia de San Nicolás, en mitad del descenso hacia la calle de Fernán González, la plazuela de Felipe de Abajo no es de las más transitadas de la ciudad. Sin embargo, ofrece una imagen de la fachada de Santa María de las que difícilmente se olvidan. Recortadas en el cielo aparecen las torres gemelas de la Catedral, rematadas por sus icónicas agujas de piedra. Antes de marcharnos, una recomendación: visitar la iglesia, que cuenta con uno de los retablos más importantes del Renacimiento castellano.
EL PUENTE DE BESSÓN
Este puente peatonal, construido a finales del siglo XIX por iniciativa de Augusto Bessón, alcalde de la ciudad, permite cruzar el río Arlanzón. Llegamos al Burgos más burgués, donde se alza el Instituto de Bachillerato Íñigo López de Mendoza, antiguo colegio renacentista del siglo XVI. Desde sus inmediaciones se obtiene una interesante panorámica de la Catedral, que sobresale entre los edificios de la zona.
EL ARCO DE SANTA MARÍA
Y llegamos, por fin, al final, aunque bien podría ser el principio ya que el Arco de Santa María es una de las principales entradas, también la más lujosa, del casco histórico de Burgos. Fue construido a mediados del siglo XVI sobre una torre defensiva anterior. Para conseguir las mejores vistas de la Catedral hay que situarse al comienzo del puente de Santa María, realizado con la misma piedra (la blanca caliza de Hontoria) usada en el templo.