Viajes

Los mejores planes para disfrutar en primavera de las islas de Madeira

Pasear en barco con un chef a bordo, tomar un picnic al amanecer en la Ponta do Rosto, navegar en busca de ballenas y otros cetáceos, cenar con vistas al océano Atlántico en la bahía de Funchal o realizar un jeep tour por el área de San Vicente, sin olvidar darse un baño en las piscinas naturales de Porto Moniz o realizar una visita a la gran playa de Porto Santo. Estos son algunos de los posibles planes para descubrir las islas de Madeira y Porto Santo en Semana Santa y en primavera tanto desde el mar como desde tierra firme, acompañados por una naturaleza casi virgen y un rico patrimonio cultural.

Bajar a toda velocidad el monte de Funchal a bordo de un cesto pilotado por dos “carristas” es una experiencia inolvidable

Funchal, arte y carros de cesto

La capital del archipiélago se abre como un balcón al Atlántico, extendiéndose en la costa sur de la isla y erigiéndose como centro turístico, comercial y también cultural del destino. Es también un epicentro creativo donde se desarrollan originales iniciativas como el proyecto cultural Arte de Puertas Abiertas, que la convierte en una galería de arte al aire libre. .

Madeira ha sido elegida por octavo año consecutivo como Mejor Destino Insular del Mundo en los World Travel Awards

Hay que divisar Madeira desde el teleférico y pasear por el casco antiguo de la ciudad de Funchal, visitar la bella e histórica Catedral de Sé, el Parque Santa Catarina, la Marina de Funchal y el Mercado dos Lavradores. Si le gusta la adrenalina, pregunte por los Carreiros do Monte para experimentar una bajada por carretera a bordo de un cesto pilotado por dos “carristas” a toda velocidad, no lo olvidará nunca. Y para terminar el día, una buena cena con vistas al Atlántico.

En barco con chef a bordo

Una de las formas más apreciadas de conocer Madeira es desde el mar. El color azul rodea el archipiélago macaronésico, brindando experiencias acuáticas (y refrescantes) para el visitante. Los tours gastronómicos con chef a bordo son una interesante (y deliciosa) manera de conocer el litoral madeirense degustando la cocina al ritmo de las olas, con olor a océano y avistando cetáceos, convirtiendo a las ballenas y los delfines en los mejores compañeros de viaje. En tierra firme, las dos terceras partes del territorio es Parque Natural, con el Bosque de Laurisilva como principal reclamo naturalista, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999.

Senderismo por levadas

Los amantes del turismo activo pueden empezar la jornada en Madeira con un picnic en Ponta do Rosto para disfrutar luego de una ruta de senderismo en el extremo este de la isla, donde surge la Ponta de São Lourenço, una península con cerca de 328 hectáreas y una altitud media de 100 metros. Porque en Madeira están las levadas, que son uno de los mayores atractivos del archipiélago, sobre todo para los amantes del senderismo, que pueden elegir entre múltiples rutas ya que la isla cuenta con 2.200 kilómetros de levadas y de senderos. Las levadas son canales de agua de una profundidad de 50 cm. que se encuentran por toda la isla y que, en su origen, estaban destinadas para abastecer de agua a la región del sur de Madeira (para regar las plantaciones y para llevar agua a las aldeas), que era más seca que la región norte.

La isla de Madeira cuenta con 2.200 kilómetros de levadas (canales de agua) y de senderos

Hay levadas con distintos niveles de dificultas, como la Levada do Furado, una de las más antiguas, o la Vereda da Encumeada, que empieza unos metros arriba del refugio de Pico Ruivo, el más alto de Madeira y el tercero de Portugal. Un jeep tour por la zona de San Vicente es otro plan altamente recomendable para conocer la Madeira verde, profunda y de postal, sin olvidar Santana, con sus famosas casas para hacerse a la idea del estilo de vida tradicional y cuyo municipio fue reconocido en 2011 por la Unesco como Reserva de la Biosfera.

Gastronomía: un motivo por sí solo

Si algo caracteriza a Madeira es su riqueza de sabores y es un destino que conquista también por el paladar. En muchas actividades está presente la gastronomía, ya sea a través de experiencias como la Ruta de la Caña de Azúcar y del Ron de Madeira u otras que tienen al vino como protagonista, con la visita a quintas donde poder degustar su gran cantidad y riqueza de vinos y conocer los viñedos con degustación al final. Madeira cuenta con un vino generoso de fama mundial, que rivaliza con el Oporto; es un vino fortificado que puede contener un volumen de alcohol que oscila entre el 17% y el 22%.

El vino generoso de Madeira tiene fama mundial y rivaliza con los de Oporto

Otra forma de saborear la isla es a través de sus platos y de productos populares como la Espetada Regional, un pincho confeccionado a base de carne de vaca cortada en dados que se coloca en un pinchito de laurel, o el bolo do caco, un tipo de pan elaborado con harina de trigo que se come preferentemente con mantequilla de ajo. Especial mención merece la Zona Vieja de Funchal, que es también una gran atracción en la vida nocturna madeirense, con bares donde se sirve la tradicional poncha (aguardiente de caña de azúcar, miel y zumo de limón) o restaurantes para degustar delicias como el filete de pez espada o la brocheta de carne de res sazonada con ajo, sal y laurel.

La gran playa de Porto Santo

A poco más de dos horas en ferry desde Madeira y a una hora y media de vuelo desde Lisboa, la «isla dorada», Porto Santo, es la playa por excelencia para los madeirenses. De hecho, el extenso arenal de esta isla, de 9 kilómetros, ha sido reconocido como una de las mejores playas de Europa. La hermana pequeña del archipiélago cuenta con otros atractivos como el pico de Facho (517 metros), los acantilados con pianos, raras formaciones geológicas en zonas compuestas de lava, viñedos, rincones de postal como Ponta da Calheta, el Mirador das Flores, el campo de golf de Seve Ballesteros y la Casa Museo de Cristóbal Colón, que inspira un conocido festival a finales de septiembre.

El extenso arenal de Porto Santo, de 9 kilómetros de largo, ha sido reconocido como una de las mejores playas de Europa

Este destino portugués del Atlántico está formado por cuatro grupos de islas (Madeira, Porto Santo, Islas Desiertas e Islas Salvajes) y se encuentra a tan solo dos horas y media de vuelo directo desde España. La mayor de sus islas, Madeira, ha sido elegida por octavo año consecutivo como Mejor Destino Insular del Mundo en la última edición de los World Travel Awards. Más información en visitmadeira.com

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