Los jóvenes españoles, cada vez más miopes: la tasa sube un 10% en dos años
La miopía es otra de las pandemias de las que los expertos llevan advirtiendo algunos años. Datos como el que acaba de hacer públicos la Clínica Baviera, así lo corroboran, pues, según el Estudio de la Visión en España 2022, el porcentaje de miopes en España no deja de aumentar, especialmente entre los jóvenes.
La miopía es ya, después de la presbicia -que padece el 42% de la población- la segunda afección más frecuente, y afecta al 39% de la población, sobre todo entre los jóvenes de entre 18 y 24 años, donde afecta ya al 57%, “la tasa de miopía en esta franja de edad ha aumentado en estos dos años de forma notable, en un 10%, y hasta los 34 en un 4%”, cuenta Clara Marín, oftalmóloga en Clínica Baviera y participantes en el estudio. Estos datos no son exclusivos de España, pues “coinciden con los de los países de nuestro entorno. Se trata de una tendencia global en los últimos años, y se ha acentuado con la pandemia”. También ha aumentado la media de dioptrías, y ha pasado de 2 a 2,5. En el estudio, que se puede consultar completo aquí, se pueden observar, además, algunas pequeñas variaciones entre comunidades. Otros problemas de visión comunes son el astigmatismo (38%) y la hipermetropía (18%).
La falta de exteriores, una de las claves
Aunque la tendencia, como explica Marín, no es nueva, sí se ha acentuado durante la pandemia, y, aunque las causas son múltiples (malos hábitos de lectura, leer con poca iluminación, el uso de dispositivos electrónicos…), pasar menos tiempo al aire libre parece ser una de las claves, “seguramente muchas de las causas no sean conocidas, y no se pueden atribuir solo a un factor, pero de lo que sí tenemos bastante más evidencia es que pasar tiempo al aire libre influye en el riesgo de desarrollar o no miopía. Si los niños pasan al menos dos horas al aire libre, con luz solar y mirando de lejos, tienen menos probabilidades de desarrollar miopía que los niños que pasan menos de esas dos horas en el exterior”, es decir, que pasar menos tiempo al aire libre -y no tanto las pantallas- sería uno de los factores determinantes de esta creciente epidemia de miopía mundial.
Los niños pasan al menos dos horas al aire libre, con luz solar y mirando de lejos, tienen menos probabilidades de desarrollar miopía
Se espera, además, que la tendencia siga en aumento, pues se estima que “la mitad de la población mundial sea miope en unos pocos años. Es una tendencia global que ya ocurrió en Asia hace años en entornos urbanos, donde casi todo el mundo es miope. Ahora se ha trasladado a Europa y probamente se extienda al resto del mundo”.
La epidemia en sí es preocupante por lo que supone para la calidad de vida de las personas, pues, “los síntomas generados por la miopía pueden resultar molestos en determinadas situaciones de la vida diaria: se ven borrosos los objetos lejanos y puede ser necesario entornar los ojos para verlos, acercarse a ellos, además de que puede generar fatiga visual, dolores de cabeza o migraña”, subraya la doctora Martín. Además, los datos del estudio también reflejan que las situaciones en las que más limitadas se sienten las personas con miopía son: al conducir (42,1%), en los momentos de ocio (40,2%), y al leer (27,9%).
Sin embargo, la Dra. Marón destaca que lo que más preocupa a los oftalmólogos “no es solo la necesidad de usar gafas o lentillas, sino que la miopía media o alta se asocia a otras patologías más graves, como cataratas precoces, desprendimiento de retina o glaucoma. Por eso, es importante, dentro de nuestro conocimiento, que no es completo, intentar prevenirlo y, en caso de ocurrir, tratarlo de la forma más correcta posible”, advierte.
Prevención y revisiones
Una vez aparece la miopía, seguirá aumentando, por eso lo mejor es la prevención y, una vez detectada, hacer lo posible para que aumente lo menos posible. Esto se consigue con buen estilo de vida, es decir, pasando al menos dos horas al aire libre, y estando atentos a los posibles síntomas para acudir al oftalmólogo, que son, principalmente, ver mal de lejos. Las revisiones deberán ser periódicas se tenga o no diagnosticada la miopía y en esto, por suerte, los españoles aprobamos con nota, ya que más de 65% acude a revisarse la vista una vez cada año o cada dos. Estas revisiones son especialmente importantes en el caso de niños ya diagnosticados con miopía para que estén graduados correctamente y en personas son antecedentes de patologías oculares.
La miopía media o alta se asocia a otras patologías más graves, como cataratas precoces, desprendimiento de retina o glaucoma
Con la intención de concienciar sobre la importancia de la detección y control de la miopía, Clínica Baviera ha creado, con motivo del Día Nacional de la Miopía (10 de junio), un escape room en Nuevos Ministerios (Madrid) donde poder realizarse una valoración oftalmológica de manera gratuita.
¿Cómo se trata la miopía?
Además de las clásicas gafas y lentillas para corregir la visión, cada vez existen más tratamientos, no solo destinados a corregir la visión en el momento de su uso, sino también a reducir su aumento en los niños. La Dra. Martín advierte, sin embargo, de que no todos tienen la suficiente evidencia científica, “por ahora, la Sociedad Mundial de Oftalmología Pediátrica, solo avala en niños pequeños con aumentos de miopía muy rápidos, el uso de la atropina, un colirio que se pone antes de dormir y puede hacer que aumente algo menos”. Sobre otros tratamientos, como las lentillas, “aunque parece que a corto plazo algunas consiguen disminuirla, a medio y largo no está demostrado que funcionen. Además, aparte de ser bastante caras, pueden tener efectos secundarios como infecciones. Por eso, de momento, las sociedades de oftalmología no lo recomiendan, pero seguramente esto evolucione en los próximos años”.
Lo que también está probado que funciona son las cirugías para eliminar la miopía de manera definitiva, algo a lo que recurre algo más del 6% de las personas con miopía. Para hacerlo, se deben cumplir unos requisitos, como “que la graduación esté estable durante dos años, que el ojo esté sano y que la cantidad de dioptrías entre dentro del rango tratable. Con más de 7 lo recomendable sería cirugía con lente intraocular, no con láser”, explica Clara Marín.