Llega la 'ley Vini': el estado brasileño de Paraíba crea un protocolo contra el racismo en el fútbol
El episodio racista sufrido por Vinícius en Mestalla fue la gota que colmó el vaso del extremo brasileño, que llegado a ese partido había acumulado ya casi una decena de incidentes racistas en ese mismo curso, y su denuncia pública dio la vuelta al mundo. Brasil se volcó con él y, unos meses después, uno de sus estados ha promulgado este martes una ley para evitar que vuelvan a producirse incidentes de este tipo en el fútbol.
Se trata de la ley ‘Vini Jr.’, que ha sido aprobada en el estado de Paraíba y establece un protocolo para interrumpir y hasta dar por finalizado un encuentro cuando se escuchen insultos racistas.
Según el texto, elaborado por la diputada regional del Partido de los Trabajadores (PT, centroizquierda), Cida Ramos, el objetivo es transformar los estadios «en espacios acogedores para toda la comunidad deportiva«.
A partir de ahora será obligatorio en los estadios y polideportivos de Paraíba «la divulgación y realización de campañas educativas» contra el racismo en los descansos y antes de los eventos deportivos.
También está prevista la «interrupción de un partido en curso en caso de denuncia o reconocida manifestación de conducta racista por parte de cualquier persona presente, sin perjuicio de las sanciones civiles y penales previstas en el reglamento de competición y en la legislación deportiva».
Asimismo, será opcional dar por finalizado el encuentro en caso de una «conducta racista» cometida «conjuntamente por un grupo de personas» o si se produce una reiteración de dicho comportamiento, que está tipificado con cárcel en el Código Penal brasileño.
El protocolo antirracista también incluye que «cualquier ciudadano podrá informar a cualquier autoridad presente en el estadio de los comportamientos racistas de los que tenga conocimiento».
A partir de ahí, la autoridad comunicará lo sucedido obligatoriamente a los organizadores del evento o al delegado de campo y, posteriormente, denunciará el episodio ante el Ministerio Público y dará parte en comisaría.
Sobre el campo, el responsable del evento solicitará al árbitro su «interrupción obligatoria» el tiempo que sea necesario y en cuanto «no cesen las actitudes reconocidamente racistas». Si hay reincidencia, «el organizador del evento deportivo o delegado de campo podrá informar al árbitro sobre la decisión de ejercer la opción de poner fin al partido».