Vivienda

La vivienda en Madrid y Barcelona es ahora un 6% más barata que hace un año

Comprar ahora una vivienda es más barato que hace un año y que durante los meses previos a la pandemia. Y resulta más barato comprar tanto una vivienda de nueva construcción como una de segunda mano. Así lo constata la mayor tasadora de España, Tinsa, que, según su última estadística IMIE Mercados Locales —que refleja la evolución del valor de la vivienda terminada (nueva y usada) a partir de sus tasaciones—, el precio medio de la vivienda se ha depreciado un 2,3% respecto al inicio de la crisis sanitaria en el primer trimestre y un 1,7% respecto al cuarto trimestre de 2019.

Como viene sucediendo desde el inicio de la recuperación en 2014, los diferentes mercados muestran un comportamiento muy desigual. Sin embargo, de la misma manera que la recuperación ha sido más intensa en ciudades como Madrid o Barcelona, también han sido dos de las zonas más afectadas por la pandemia en cuanto a la evolución de precios. En las dos mayores capitales españolas el ajuste de precios supera el 5%, según Tinsa.

La vivienda, nueva y usada, cae en casi todos los distritos de Madrid y Barcelona

Así, por ejemplo, Madrid muestra un ajuste desde marzo del 6,7% y un 6,3% en tasa interanual, mientras que en Barcelona, la vivienda se ha abaratado un 5,2% desde el primer trimestre y un 5,8% en los últimos 12 meses. Eso sí, ambas capitales, al igual que ha sucedido en Valencia, Sevilla o Málaga, atenuaron en el cuarto trimestre la tendencia descendente.

Además, como ya vienen advirtiendo los portales inmobiliarios, las caídas interanuales en los distritos de Madrid y Barcelona son prácticamente generalizadas, como muestran los dos gráficos inferiores, que recogen datos de obra nueva y de segunda mano.

En la Ciudad Condal, los descensos más significativos en tasa trimestral se localizan, además de en Sant Martí, en dos de los distritos principales: Ciutat Vella y Eixample. En Madrid, por el contrario, los distritos Centro y Arganzuela registran leves incrementos trimestrales, dentro de una tónica general de descenso dentro y fuera de la M-30.

“Los datos provisionales del índice general apuntan a cierta estabilización de precios en los dos últimos meses del año, descendiendo no obstante tanto en términos anuales como de media trimestral, con una caída respecto al primer trimestre superior al 2 %”, explica Rafael Gil, director del Servicio de Estudios de Tinsa.

“Las cifras de compraventas han mostrado tanto un impacto inmediato y contundente hasta el verano como cifras relativamente positivas en meses posteriores, con mejor comportamiento hasta la fecha en la obra nueva. Es de esperar que la demanda en los últimos meses de 2020 haya vuelto a acusar el empeoramiento reciente de la situación sanitaria”, añade Gil, quien considera que la incertidumbre sigue condicionando cualquier previsión para los próximos meses.

“La confluencia de elementos contrapuestos, como son un ‘shock’ de oferta, el deterioro de fundamentales económicos, las restricciones parciales o completas, la asimetría geográfica en ajustes y los descuentos, expectativas de depreciación y oportunidades, determina la compleja identificación no ya de una tendencia futura sino de la propia actual, extremadamente supeditada a imprevistos coyunturales”, apunta.

2021 seguirá marcado por la pandemia

En opinión de este experto, «a falta de conocer los efectos sobre la demanda de un complicado último tramo del año, la actividad del mercado durante 2021 seguirá sujeta a la evolución de la pandemia y a los daños acumulados en la economía española, así como a su capacidad de recuperación, la del resto de Europa y la vuelta de cierta normalidad en la movilidad internacional, entre un sinfín de factores”.

Según Rafael Gil, «2021 podría volver a mostrar escenarios puntuales de afectación significativa tanto positiva como negativa. Los valores medios residenciales podrían ahondar su ajuste apenas comenzado o verse sostenidos por un mercado reactivado”.

Las caídas a nivel de capitales desde el estallido de la pandemia, como se puede apreciar en el mapa inferior, son prácticamente generalizadas en toda España, con apenas unas pocas ciudades en las que ha subido el precio de la vivienda. En otras como en Pamplona, Logroño, Murcia, Albacete, Ourense, Zaragoza o Huesca, la caída de precios desde marzo es especialmente intensa, por encima de los dos dígitos.

Prueba de la estabilización en la recta final del año es que, aunque los descensos tanto desde el comienzo de la crisis sanitaria como en tasa interanual son generalizados, 24 capitales registran en el cuarto trimestre aumentos en su valor medio respecto al trimestre previo. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga, sin embargo, no registraron crecimientos en sus precios en el cuarto trimestre, pero atenuaron su tendencia descendente, según Tinsa.

En siete capitales (Toledo, Huesca, Tarragona, Melilla, Lleida, Alicante y Ciudad Real) el valor medio de la vivienda terminada se mantiene por encima de sus niveles de marzo.

El Servicio de Estudios de Tinsa recuerda que, cuanto más se desciende geográficamente, los mercados son más susceptibles de mostrar acusadas variaciones puntuales que pueden corregirse en trimestres sucesivos, hasta consolidar la tendencia. “Este efecto se acentúa en contextos como el actual, de menor actividad y, por tanto, con menor muestra de operaciones”, concluye Rafael Gil.

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