Salud

La temperatura corporal del bebé: los peligros de sobreabrigar o hacer un mal uso de la calefacción

Controlar la temperatura corporal del bebé y poder saber si tiene frío o calor es algo difícil, sobre todo, para aquellos padres y madres que son primerizos. Además, desde la organización Reproducción Asistida explican que un bebé «no tiene todavía completamente desarrollado el sistema de autorregulación de la temperatura», por lo que son los adultos los que deben responsabilizarse de esto.

El problema es que se tiende a sobreabrigar a los bebés o a ponerles demasiada ropa, aunque dentro de casa esté la calefacción puesta y la temperatura sea muy agradable. Esto lo que puede provocar es que aparezca febrícula o fiebre debido a que los bebés tienen calor, como aseguran desde la Asociación Española de Pediatría (AEPED). Por esta razón, conviene tener precaución.

Una temperatura corporal elevada puede provocar miliaria

La miliaria es frecuente que aparezca en los bebés durante el verano, debido a que el calor (y a veces la fiebre) hace que en la piel surjan erupciones que arden y pican. No obstante, la AEPED indica que «también puede aparecer en invierno por exceso de abrigo». Si bien la miliaria no deriva en ningún problema mayor, puede ser muy molesta y provocarle malestar al bebé.

Cuando la miliaria aparece en los meses de invierno, conviene retirar el exceso de ropa y cambiarla por prendas suaves de algodón. No se recomienda aplicar talco ni ningún ungüento, ya que cuando el bebé vuelva a su temperatura normal las lesiones desaparecerán por completo. Tocar las manos del bebé con frecuencia, o los pies, puede ayudar a saber si está sudando para evitar una temperatura corporal elevada y la aparición de la miliaria.

Aumenta el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante

El exceso de calor y el sofoco incrementan el riesgo del síndrome de muerte súbita de lactante. Lucía Mi Pediatra recomienda que los bebés lleven solo una capa adicional de ropa más que los adultos. Esta puede ser una referencia muy clara para poder controlar de manera eficiente la temperatura corporal del bebé y evitar que aparezcan estas consecuencias.

Nunca se debe colocar al bebé cerca de la calefacción

Debido a todo lo ya comentado, un bebé nunca debe colocarse cerca de la calefacción para evitar que su temperatura corporal empiece a aumentar sin que los adultos se percaten de ello. Asimismo, nunca se deben superar los 21ºC, la temperatura que se considera ideal. Estar en invierno en casa con manga corta es una señal clara de que se está haciendo un mal uso de la calefacción.

Igualmente, cuando está encendida la calefacción hay que prestar más atención a la hidratación de la piel. El uso de este tipo de elementos suele hacer que el ambiente se vuelva más seco, por lo que puede ser interesante complementar su uso con un humidificador. Esto ayudará a evitar esa sequedad en la piel del bebé.

Muchos adultos pueden no saber que los bebés no tienen la capacidad para autorregular su temperatura corporal. Por esta razón, solo hay que abrigarlos lo necesario, mantenerlos lejos de la calefacción, tocarles las manos y los pies para comprobar si están sudando, y tener especial cuidado durante las noches.

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