La Siberia extremeña: pueblos medievales, astroturismo y cientos de kilómetros de costa dulce
España tiene su propia Siberia, aunque parezca mentira. En el extremo noreste de la provincia de Badajoz encontramos una comarca que comparte nombre con la región rusa y hace frontera con Cáceres, Toledo y Ciudad Real. A pesar de que ese nombre nos evoque un paisaje árido y remoto, La Siberia está llena de bosques, estepas, dehesas, zonas de regadío, humedales y embalses.
Con tanta variedad de ecosistemas, sumado a los muchos pueblos medievales que salpican el lugar, las actividades de naturaleza son infinitas. La comarca invita a los visitantes a recorrerla a través de sus rutas de senderismo o BTT y a disfrutar de sus aguas haciendo piragüismo, paddle surf, esquí acuático… Pero eso no es todo, La Siberia ofrece otras muchas modalidades de turismo, como la observación de aves o el astroturismo al caer la noche.
Siberia en versión española
Incluso antes de poner un pie en estas tierras pacenses, La Siberia extremeña ya nos deja intrigados y sorprendidos. Ese curioso topónimo nos llama poderosamente la atención, pero todo tiene su explicación. La versión más extendida explica que esta comarca fue bautizada como tal porque «fue utilizada como zona de destierro y aislamiento para los disidentes políticos, aunque se baraja la opción de que fuese un nombre impuesto por el XII duque de Osuna después de ejercer como embajador en Rusia», explican desde Turismo La Siberia.
Por otro lado, el apodo también responde a ciertas cuestiones climáticas, es decir, «las temperaturas extremas que caracterizan esta región, tanto en invierno como en verano», añaden. Por suerte, durante la primavera y el otoño, el clima es mucho más suave, lo que permite que los visitantes disfruten de La Siberia en buenísimas condiciones.
Pueblos medievales con un rico patrimonio
Los pueblos de la Siberia Extremeña tienen un encanto especial. Podemos empezar nuestro recorrido por la capital de la comarca, Herrera del Duque. Esta pequeña y pintoresca villa de origen medieval «fue un antiguo feudo de los duques de Osuna, de ahí su nombre», explican. En su casco antiguo encontraremos monumentos de interés como la iglesia de San Juan Bautista o el Convento Franciscano de San Jerónimo, ambos del siglo XVI. Además, en sus alrededores se alza un castillo construido durante la época almohade y el Palacio de Cíjara, mandado construir por el Conde de Villapadierna a finales del siglo XIX.
Prácticamente en la frontera con la provincia de Ciudad Real, nos topamos con la localidad de Tamurejo. El casco antiguo de este pueblo se caracteriza por su arquitectura serrana popular, entre la que destaca la Iglesia de Santo Toribio de Liébana del siglo XIX, la Plaza Mayor y el Ayuntamiento.
Seguimos con Puebla de Alcocer, en la falda sur de la Sierra de los Lares. Tras la reconquista, esa villa pasó a manos de la Orden de Alcántara, cuyas huellas aún son palpables en construcciones como el castillo-fortaleza, edificado sobre una antigua fortaleza templaria en el siglo XV. A sus pies se encuentra la Ermita de la Virgen de la Cueva, escondida en una gruta en las peñas de la colina.
Actividades acuáticas en sus largos kilómetros de costa dulce
La comarca de la Siberia Extremeña cuenta con «una de las mayores extensiones de costa dulce de España y un buen número de embalses en torno al río Guadiana», detallan. Estos son perfectos para practicar todo tipo de actividades acuáticas. Se trata de los embalses de Cíjara, García de Sola, Orellana, La Serena y Zújar.
Piragüismo, paddle surf, esquí acuático, navegación o pesca son solo algunas de las opciones de ocio. Por supuesto, también podemos disfrutar simplemente de un chapuzón en playas fluviales como la de Peloche, Puerto Peña, los Calicantos, los Llanos y El Castañar, todas ellas perfectamente acondicionadas para el baño.
Una variada fauna
A nuestros planes en la comarca, podemos sumar el birdwatching. «La Siberia es un paraíso para el llamado turismo ornitológico por su inmensa variedad de aves», señalan. En los bosques veremos buitres negros y águilas imperiales; en los acantilados hacen sus nidos los buitres leonados y los búhos reales; sobre las dehesas vuelan las grullas y las cigüeñas negras, y en los embalses nadan los aptos colorados y las cercetas.
Otro espectáculo animal que no solo podremos contemplar con nuestros propios ojos, sino también escuchar es la berrea de los ciervos. Durante el otoño, estos animales llenan la comarca de su peculiar sonido de reclamo, que ya se ha convertido en todo un fenómeno turístico.
Senderismo, BTT y astroturismo
Una buena manera de adentrarse de lleno en los espectaculares paisajes de La Siberia extremeña es a través de su red de caminos. Son muchas las opciones para practicar senderismo en la zona, con rutas para todos los niveles. Algunos de los recomendados son la senda Garganta de los Acebos, la ruta Los Robledillos, el sendero Mirador de Puerto Peña o el Camino a Guadalupe. De igual manera, existen rutas de BTT para recorrer la zona a golpe de pedal.
Pero cuando el sol se esconde, todavía nos quedan muchas experiencias que vivir en La Siberia. Las buenas condiciones metereológicas y la escasa contaminación lumínica hacen que sea un destino perfecto para el astroturismo. Uno de los mejores lugares para disfrutar del cielo estrellado es el mirador de Helechosa de los Montes, donde solo estaremos nosotros, la tranquilidad total y el firmamento iluminado.
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