La remodelada Puerta del Sol se estrena el 3 de abril, pero la ballena de Cercanías tardará unos meses más
La apertura total de la remodelada Puerta del Sol ya tiene fecha: el 3 de abril, lunes Santo. Lo ha anunciado este martes la delegada de Obras y Equipamiento del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, quien ha informado de que las obras en el kilómetro cero de la capital «están a tope» y «en plena coordinación con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid porque han aparecido en distintos puntos [como la calle San Jerónimos] restos arqueológicos que se están valorando». Cuando el consistorio cuente con ese permiso y el de la autorización de Metro para cambiar algunas «rejillas» podrán poner punto y final a los trabajos que comenzaron a principios de marzo del año pasado para peatonalizar la emblemática plaza.
Tan solo faltaría por jubilar el ‘tragabolas’ o la ‘ballena’, apodos con los que se conoce al acceso al intercambiador de transportes, que lleva más de 12 años varado en la céntrica plaza. «Será imposible que llegue para principios de abril», ha explicado García Romero, acompañada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en una visita a Puente de Vallecas. El Ejecutivo local requiere de los permisos de Adif, que «no es precisamente rápido», en palabras de la delegada. «Aunque ya los tuviéramos, no podríamos llegar a tiempo porque hay que fabricar lo que es el cristal que cierra el ascensor de Sol, según los condicionantes técnicos que nos dijeran», ha agregado. En base a lo dicho, no se trataría de una cuestión estética, sino de seguridad.
La entrada de accesos a Metro y Cercanías sustituirá la actual estructura metalizada por un pabellón transparente de vidrio con forma oval. El objetivo municipal es liberar espacio y dotar de mayor visibilidad al entorno, pero, al estar implicadas más instituciones, su transformación alberga mayor «complejidad». «Como mínimo, necesitaremos dos meses para construir la nueva estructura desde que recibamos el permiso», ha remachado la responsable de Obras.
Los trabajos de peatonalización de Sol comenzaron a mediados de 2022 bajo tres premisas fundamentales: lograr un espacio equilibrado, ordenado y totalmente peatonal. El objetivo del ayuntamiento es que la plaza sea diáfana, convirtiendo al peatón en el protagonista de un espacio que contará con un puñado de elementos arquitectónicos, como las míticas esculturas de la Mariblanca y el Oso y el Madroño. El proyecto, que cuenta con una inversión de 10,7 millones de euros, también contempla la reurbanización de las calles aledañas y albergará nuevos quioscos en la plaza, completando, a buen seguro, el legado urbanístico que deje Almeida a los madrileños tras cuatro años de mandato.
García Romero ha aclarado que la corporación ya está en contacto con el distrito Centro para organizar «las procesiones de Semana Santa». «No va a haber ningún problema porque carrera de San Jerónimos estará terminada para que pueda pasar por ahí la marcha», ha señalado, al tiempo que ha admitido que algunas calles colindantes a la plaza no habrán finalizado su reforma para entonces. Por ejemplo, Espoz y Mina, que, sin embargo, «no afectará para nada el tránsito a Sol», ha concluido.
Otra de las actuaciones que siguen su curso es la rehabilitación de la zona de Pontejos. Una obra independiente a la del Sol, que acaba de ser retomada tras el parón por Navidad, pero que llegará después de la inauguración del kilómetro cero por haberse iniciado «mucho más tarde», según la delegada. «Es un proyecto muy ambicioso que elimina todas las barreras arquitectónicas, modifica la urbanización y mejora la entrada al Teatro Albéniz, que acaba de ser sometido a una remodelación y necesita que la entrada tenga la misma dignidad». La obra alumbrará una nueva plaza frente al remozado teatro, con bancos y arbolado de sombra, que servirá como lugar de recepción y encuentro durante la entrada y salida de los espectáculos.