La primera ampliación del metro de Madrid cumple 100 años: de Sol a Atocha
Metro de Madrid prevé crecer en los próximos con las importantes ampliaciones de las líneas 3, 5, 8, 10 y 11. Son los proyectos más ambiciosos en años que casi coincidirán en el tiempo con el centenario del primer ‘estirón’ del surburbano de la capital, que se estrenó allá por diciembre de 1921.
Esta primera expansión consistió en prolongar la línea 1 hacia el sur de Madrid. Hasta entonces, el trazado del metro era exclusivamente el que cubría la distancia de la Puerta del Sol a la glorieta de Cuatro Caminos y con la nueva intervención se prolongó el suburbano hasta la entonces estación del Mediodía, hoy de Atocha.
Precisamente, este domingo el consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, ha recorrido las tres estaciones de la primera ampliación del suburbano de la capital y ha anunciado que la parada de Atocha-Renfe mudará su nombre próximamente y pasará a denominarse tan solo Atocha.
Hasta este punto neurálgico del transporte llegó el metro desde Sol bajo las calles de Carretas, la Magdalena y Atocha. A lo largo del trazado se construyeron tres estaciones: Progreso (ahora Tirso de Molina), Antón Martín y Atocha (ahora Estación del Arte). «En su momento, la obra supuso un gran reto ya que presentaba muchas complejidades constructivas al atravesar zonas del viejo Madrid», recuerda Metro de Madrid en un comunicado.
Entre estos puntos de la ciudad estaban la entonces llamada plaza del Progreso y la angosta calle de la Magdalena, minada por socavones, galerías, cuevas y pozos abandonados e infinidad de restos de arterias subterráneas, que en su día establecían comunicaciones y refugios secretos.
? Se modificará el nombre de la estación de Metro de Atocha Renfe por el de Atocha y conmemoramos el centenario de la primera ampliación del suburbano.
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Las tres nuevas estaciones se llevaron a cabo a una cota poco profunda y se acometieron «teniendo en cuenta las necesidades de un Madrid futuro», según los documentos municipales de la época. Se establecieron vestíbulos más espaciosos y se multiplicaron las escaleras de acceso para facilitar la entrada y salida del público.
Fue el arquitecto Antonio Palacios el encargado de diseñar estas estaciones. El vestíbulo de Tirso de Molina mantiene todavía parte de su configuración original.
Este espacio es «una auténtica joya arquitectónica», señala la empresa pública, en el que se pueden contemplar la bóveda cubierta de azulejos blancos biselados, con frisos de cerámica, en reflejo de oro y cobre.
Preside la estación el escudo antiguo de la ciudad, realizado en cerámica y con reflejos metálicos. También es de esta época el vestíbulo de Pacífico (1923).
El 8 de mayo de 1923, la línea 1 prosiguió con su crecimiento y se prolongó bajo la avenida Ciudad de Barcelona hasta desembocar en el Puente de Vallecas, al inicio de la avenida de la Albufera.
En una tercera fase de ampliación se prolongó la línea hacia el norte, desde Cuatro Caminos, discurriendo bajo la calle de Bravo Murillo, y añadiendo tres nuevas estaciones al trayecto, inauguradas el 6 de marzo de 1929, hasta Tetuán de las Victorias.
Hoy, la línea 1 de Metro de Madrid conecta el norte y el sureste de la ciudad, discurriendo entre Pinar de Chamartín y Valdecarros, por un total de 33 estaciones con andenes de 90 metros, unidas por casi 24 km de vía en túnel de gálibo estrecho y con un recorrido que dura aproximadamente 57 minutos.