La Politécnica de Madrid lidera la creación del título de «ingeniero europeo»
La Universidad Politécnica de Madrid (UPM), al frente de una alianza entre nueve universidades de siete países, ha dado esta semana un nuevo paso hacia la creación del futuro título de «ingeniero europeo», que permitirá disfrutar de programas de movilidad de larga duración y hacer las prácticas y trabajos de fin de grado y máster indistintamente en cualquiera de los centros de la red.
Según la directora de esta alianza, la ingeniera portuguesa Sofia D’Aguiar, la Politécnica madrileña es «la coordinadora de este consorcio que engloba a 180.000 estudiantes y 16.000 profesores» de facultades de ingeniería de España, Alemania, Francia, Hungría, Italia, Rumanía y Turquía, para crear «un modelo innovador y multidisciplinar que conecta el alumnado a la investigación para afrontar y resolver los retos a los que se enfrenta la sociedad».
«Madrid, que ya es un territorio de experimentación de proyectos de impacto urbano, se abre así aún más hacia el exterior», convirtiéndose en «un ejemplo al dar un paso adelante que inicia una dinámica muy importante», explica a Efe la directora de esta Alianza Europea para la Innovación en la Enseñanza de la Ingeniería (EELISA), cuyas siglas son un guiño a la primera ingeniera europea, Elisa Leonida Zamfirescu, que tras ser rechazada en una universidad rumana por ser mujer pudo finalmente matricularse en 1909 en Alemania.
Tras firmar el acuerdo de la alianza en noviembre, esta semana la UPM ha anunciado que «ya tiene más de 700 de sus profesores involucrados en iniciativas transversales» que propondrán a las demás universidades en una reunión prevista para junio.
En esta reunión, las universidades debatirán las propuestas de «17 protocomunidades» para que, al inicio de curso en septiembre, se empiece a involucrar al alumnado en estas actividades que buscan «sacarles de una postura pasiva y ponerles en un entorno de acción multicultural y transnacional».
Se formarán «comunidades» de estudiantes, docentes e investigadores para resolver desafíos concretos, como la descarbonización del aire, la salud en la ciudad, movilidad sostenible, aprovechamiento del agua, la diplomacia digital o la cooperación internacional, entre otros retos que «vendrán del exterior, por ejemplo de un ayuntamiento o de una empresa», explica D’Aguiar.
Los alumnos disfrutarán de programas de movilidad de larga duración y podrán hacer sus prácticas y trabajos de fin de grado y máster indistintamente en cualquiera de las universidades de la red.
Para ello, se trabaja en un «catálogo compartido de estudios, conectado mediante el reconocimiento de las asignaturas» a través de la Red Europea de Acreditación de estudios de Ingeniería (ENAEE), con lo que el diploma tendrá «un valor europeo» y una mayor inserción laboral.
Además, esta alianza incrementará la «proyección latinoamericana de la UPM, con el valor añadido de la conexión a Europa a través de esta experiencia», destaca D’Aguiar.
Participan en la alianza las universidades politécnicas de Bucarest, Budapest, Erlangen-Nuremberg y Estambul; tres grandes escuelas francesas de ingeniería vinculadas a Universidad Paris Sciences et Lettres, y las italianas Scuolas Normale y Saint’Anna radicadas en Pisa.