La obra de la L11 amenaza a más árboles: los vecinos de la calle Áncora alertan de otra tala
La ampliación de la línea 11 de Metro sigue en marcha a pesar de las quejas manifestadas por los vecinos del distrito de Arganzuela. Hace cuatro meses, las protestas se centraban en los árboles que podrían ser talados en Madrid Río como consecuencia de las obras previstas por parte de la Comunidad de Madrid. Ahora, se han extendido hasta la calle Áncora, donde está previsto eliminar 64 de los 66 árboles que hay en la vía para que pasen los camiones que sacarán la arena del nuevo andén de la estación de Palos de la Frontera. Sin embargo, desde el Ejecutivo regional aseguran que este tipo de actuaciones siguen paralizadas.
Fue a finales de febrero cuando la Consejería de Transportes e Infraestructuras emitió un comunicado anunciando la «modificación» del proyecto constructivo y la «paralización» de las talas asociadas a la ampliación de la L11. El objetivo era que «en las zonas donde haya afectación de arbolado se trasplante el mayor número de ejemplares posible».
Tras cuatro meses, el plan sigue en proceso de cambio. Esto se traduce, según informan desde la Consejería de Transportes e Infraestructuras, en que las talas permanecerán paralizadas hasta que se concreten las alternaciones. «El proyecto constructivo se está modificando y, por ahora, no hay ninguna novedad», aseguran.
Sin embargo, los vecinos de Arganzuela siguen inquietos ante la posibilidad de que se elimine la mayor parte del arbolado de la calle Áncora. No están solos, ya que se han unido a las protestas los comerciantes de la vía. El motivo radica en que si no se producen modificaciones en el proyecto, las obras podrían perjudicar «gravemente» a sus negocios. «La calle se va a convertir en un ir y venir de camiones que obligará a los bares y restaurantes a quitar las terrazas de las aceras», critican desde la Asociación de Vecinos de Arganzuela.
Los árboles amenazados no están situados en el andén de la futura estación, sino que se encuentran en una vía cercana. El proyecto de la Comunidad preveía que la retirada de esta vegetación facilitaría la salida de los camiones que vaciarán de tierra el hueco de la parada. Y es que, de no haber cambios, solo quedarán en pie dos acacias mientras duren las obras.
Movilizaciones vecinales
Por este motivo, los vecinos de la calle Áncora han llenado los balcones de banderas. «Este árbol no lo van a talar» es lo que se puede leer en ellos. También han organizado varias movilizaciones para mostrar su rechazo. La primera de ellas será este miércoles, a las 17.30 horas en el Parque de Arganzuela. Las familias del barrio cubrirán «la valla de mensajes y dibujos para pedir el indulto para los árboles».
El próximo sábado, 17 de junio, a las 12.00 horas han convocado una manifestación que irá desde la calle Áncora hasta los jardines de Palestina. Quieren así denunciar la tala de estos árboles y «el impacto que van a tener las obras de la estación de Palos de la Frontera en el pequeño comercio».
«La Comunidad no solo quiere talar los 240 árboles históricos que sobrevivieron al soterramiento de la M-30, sino que también los de la calle Áncora», critican desde la Asociación de Vecinos de Arganzuela. Además, denuncian que va a suponer también un perjuicio para los bares y restaurantes de la vía, ya que les supondrá dejar de tener terrazas el tiempo que duren las obras. «Son seis o siete meses en los que van a perder dinero por no poder darles uso», aseguran.