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La misteriosa cámara analógica del final de ‘Nop’: cómo el director de fotografía cambia toda la historia

La misteriosa cámara analógica del final de ‘Nop’: cómo el director de fotografía cambia toda la historia

Últimamente, nos encontramos con muchas películas en la cartelera y en las plataformas que generan mucho debate. Es el caso de la película que tenemos ahora entre manos, ‘Nop’ de Jordan Peele. En esta ocasión vamos a hablar del papel de la fotografía y la cámara que utiliza al final su director de fotografía.


Ya han pasado unos meses desde que se estrenó ‘Nop’ (2022), una de las películas más crípticas de los últimos años, con la fabulosa historia del mono explotado (que nos gustaría conocer más a fondo), esa zapatilla suspendida o el final que nos llena de dudas. Pero aquí hemos venido a hablar de fotografía.

El papel de la fotografía en ‘Nop’

Veamos el papel de la fotografía en esta película de terror, que es fundamental dentro de la historia. Se ha discutido mucho sobre el sentido de ‘Nop’, qué es lo que quiere contar el director y guionista.

La película empieza con el caballo y uno de los jinetes que fotografió Muybridge en la década de los 70 del siglo XIX. Lo hizo por encargo para demostrar que al ir al galope, los caballos no pisan el suelo… Más tarde, en 1879, pudo animar estas secuencias gracias al zoopraxiscopio, un invento que se considera uno de los antecedentes del cine. Y es lo que vemos.

El objetivo de los protagonistas de la película es conseguir una grabación de los extraterrestres para hacerse de oro. Por eso cubren todo el rancho de cámaras de vigilancia para registrar hasta el último aliento del alienígena. La calidad final no parece importarles.

Antlers Holst, el director de fotografía que casi consigue lo imposible

Como el extraterrestre genera una energía que es capaz de apagar todo componente eléctrico, no pueden conseguir su objetivo. La tecnología no puede con una inteligencia superior. Por este motivo entra en la historia, como un torbellino, el director de fotografía Antlers Holst, interpretado por el actor Michael Wincott (algunos les sonará como la voz de Prophet of Truth del videojuego Halo 2) al que le piden que haga todo lo posible por capturar (visualmente) al enemigo.

Es una figura controvertida dentro de la película, hasta el punto de que hay hilos de Reddit donde se preguntan por qué hace algo tan estúpido.

Y la respuesta es la propia de un apasionado de la fotografía y la imagen. Antlers Holst decide grabar con sus equipos IMAX para obtener la mayor calidad posible (curiosamente así es como está rodada gran parte de la película).

Cámara IMAX

Rodaje de ‘Nop’

Estas cámaras tienen un negativo enorme, 15 perforaciones en 69 × 48 mm. Para que te hagas una idea, un rollo de 45 minutos pesa 140 kg y se monta, como vemos, en posición horizontal sobre el cuerpo de la cámara. El ayudante tiene que ser tremendamente fuerte para cargar con los rollos.

El sistema IMAX (acrónimo de Imagen Máxima) tiene una superficie de película diez veces mayor que un negativo de 35 mm y es cuatro veces más grande que una película de 70 mm. Así se pueden proyectar películas en pantallas de 21 metros de altura y 600 m2 de superficie.

Es un ‘monstruo’ mirando a otro monstruo. Antlers Holst está enamorado de su oficio. Así, aunque es consciente de que ha conseguido la toma perfecta con el mejor equipo posible, quiere dar un paso más.

Con esta acción, el director de cine pone en peligro a todos. El objetivo está conseguido, pero él quiere el plano imposible, con el que pretende pasar a la historia, a pesar de poner en peligro su vida. Es el capitán Achab que decide arriesgar todo por su obsesión.

Antlers Holst

Fotograma de la película con la cámara de mano

Y cuando consigue la toma perfecta, con el mejor equipo posible, decide filmar, con una cámara más pequeña, tal vez una Bell&Howell, para intentar superar lo insuperable.

Esta cámara, con la que se rodaron desde las crónicas de la II Guerra Mundial hasta la primera película documental de Stanley Kubrick, como vimos en la exposición que le dedicaron el año pasado. Pasamos del negativo más grande posible a uno de 35 mm o más pequeño (es imposible saberlo), seguramente con película en blanco y negro.

Nop

Trabajar con estas cámaras es complicado. Tienes que aprender a enhebrar bien el negativo por los múltiples rodillos para que mantenga la tensión justa. Estás obligado a mover manualmente la película a una velocidad determinada con una manivela. Además de todas las complicaciones de la exposición y el enfoque manuales. Y cambiar de rollo cada pocos minutos. En esta situación es un suicidio.

La única esperanza que tenemos es que podemos pensar que Antlers Holst sabe que esas cámaras son duras como rocas, y que Jean Jacket (como terminan llamando al visitante) vomitará íntegra la cámara para revelar lo que solo él ha visto. Nuestro director sabe que está enfermo y no le importa morir por la fotografía.

Y así firma su sentencia de muerte. Es un canto contra la idea de que el espectáculo está por encima de todo. Con su último acto, desaparece todo lo que había conseguido.

Y lo más gracioso de todo es que la fotografía tradicional es la única que les da, con seguridad, la imagen perfecta. La protagonista que logra escapar dispara la Polaroid de una atracción que vemos al principio de la película y es ahí donde se plasma al monstruo. El objetivo se consigue con una sencilla cámara analógica, cuando no estábamos siempre observados por el gran hermano digital.

‘Nop’ puede que sea simplemente un gran homenaje a Spielberg (parece que estamos viendo un ‘Tiburón’ del cielo) y solo tenemos que disfrutar con el cine, como buen espectáculo que es.


La noticia

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fue publicada originalmente en

Xataka

por
Fernando Sánchez

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