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La maldición de los 100M€

El club de los 100 millones de euros tiene una maldición. Los fichajes que han superado esa cifra no han terminado de triunfar en sus equipos, ya sea porque no han logrado el fin por el que los compraron (la ansiada Champions), porque no han encajado en el estilo de juego o por las continuas lesiones. Se habla de un futuro nuevo miembro. Darwin Núñez. El Liverpool ha pagado 80 millones al Benfica por él, pero hay otros 20 en variables. Un posible nuevo inquilino para un equipo que tiene más recuerdos para olvidar que para rememorar. Estos futbolistas llegaron como superestrellas, galácticos de una nueva era, pero muchos de ellos dicen este mes de junio adiós a sus clubes por la puerta de atrás: Bale, Pogba, Lukaku, Coutinho…

El brasileño es el fichaje más caro de la historia. En el verano de 2017 el PSG dio la sorpresa haciendo efectivo el pago de la cláusula del Neymar presentando un cheque por valor de 222 millones de euros. Los parisinos apostaron por el exjugador del Barcelona, que se presentaba en aquel momento como el encargado de destronar a Messi y Cristiano en la pugna como mejor futbolista del mundo, para construir un proyecto ganador y hacerse con la ansiada Champions. El fichaje a golpe de talonario no ha terminado de ser tan productivo como se esperaba.

Neymar ha ganado cuatro ligas, tres Copas de Francia, dos Copas de la Liga y tres Supercopas. Pero ningún título internacional, el fin por el cual se le fichó. El brasileño ahora está en entredicho y se ha rumoreado con que desde Qatar se le ha querido buscar una salida pese a que tiene contrato con 2025. Está señalado como el culpable de la eliminación del PSG ante el Real Madrid esta temporada en la Champions. Uno de sus problemas son las continuas lesiones y la gran cantidad de partidos que se ha perdido. Desde que desembarcó en París, Neymar ha jugado 144, pero ha estado ausente en 122 entre lesiones y sanciones.

Es la gran promesa del fútbol mundial en los últimos años. Se está haciendo un hueco entre los grandes, Real Madrid y PSG han echado un pulso por hacerse con sus servicios. Ha terminado renovando con el club parisino con el fin de ser el líder del proyecto deportivo que les lleve hasta la ansiada Champions. Llegó en 2017, a la vez que Neymar, aunque lo hizo más con un rol de promesa y por ello no se le culpa tanto por la falta de títulos europeos. Pero desde este año, con su renovación con el PSG con peso en el aspecto deportivo, será uno de los máximos responsable de todos los éxitos y fracasos del equipo. Se trata del segundo jugador más caro de la historia y el mejor valorado en la actualidad (160M€, según Transfermarkt), incluso por delante de futbolistas como Haaland o Vinicius. Pero ahora tendrá la carga de intentar conseguir la Champions y pelear por el Balón de Oro (fue noveno en la última edición).

El fichaje más caro de la historia del Barcelona y de los que más tiempo ha pasado en la enfermería. Hasta 738 días ha estado de baja, más de dos años de los cinco que ha estado en la Ciudad Condal. Ha sido un jugador de cristal que encima en el pasado ha estado enfrentado en varias ocasiones al club. No ha querido renovar con el Barça y tampoco quiso irse en ningún mercado de fichajes cuando se lo pidió el club, necesitado de liberar masa salarial para cumplir con el control económico. Sus números, además de las 20 veces que tuvo que parar por lesión o enfermedad, son muy pobres: 32 goles en 149 partidos. Estas situaciones le han llevado a ocupar la 212ª posición en el ranking de más valorados. Actualmente está tasado en 30 millones de euros, muy lejos de los 140 que pagó el club azulgrana por él.

Otra de las grandes apuestas del Barcelona que no tuvo éxito. El brasileño brillaba en el Liverpool y desde el Camp Nou se decidió invertir (con parte del dinero que dejó Neymar en las arcas) en él. Con 25 años y el nivel que estaba ofreciendo en la Premier, se antojaba como una gran baza para muchos años. Pero Barcelona y Coutinho acabaron siendo agua y aceite, imposible de ser uno. El futbolista no terminó de cuajar en el juego azulgrana y tras temporada y media, se decidió enviarle cedido al Bayern, donde se proclamó campeón de la Champions. A su regreso, tras dejar mejores sensaciones con los bávaros, la situación no cambió y no logró adaptarse al estilo Barça. Ante esta situación y la necesidad de liberar parte de su sueldo, el brasileño se fue cedido al Aston Villa, donde ha vuelto a reencontrase con su mejor fútbol. Los ingleses, encantados con él, le han fichado por 20 millones.

La mayor inversión que ha hecho el Atlético. Su fichaje por 127 millones de euros fue cuestionado y lo tuvo que defender Enrique Cerezo. “Es un fichaje magnífico. Lo querían muchos equipos de Europa e importantes”, apuntaba. Pero hubo más días nublados y de tormenta en sus dos primeas temporadas que claros. Se cuestionó el precio de su fichaje y que el Metropolitano fuera el escenario adecuado para sacar el máximo provecho a la gran promesa del fútbol portugués. También se especuló sobre posibles salidas… Pero esta temporada ha logrado dar un paso adelante y ser la estrella del equipo. Atrás quedaron las malas caras cuando Simeone le castigaba en el banquillo. Es un fijo en el once del técnico argentino. A pesar de los brotes verdes de esta última campaña, en el Atlético todavía se espera más del portugués. Y ahí tiene la pelea João Félix, el de ser uno de los pocos jugadores que superaron el precio de los 100 millones que evitan la maldición de no demostrar su precio. “Veremos si realmente lo vale, yo creo que sí…”, afirmó Cerezo tras su fichaje. Su presidente cree en él, ahora él tiene que demostrarlo.

Su salida del Atlético rumbo al Barcelona estuvo en vuelta en la polémica. El jugador se fue con un vídeo, pero un año antes ya jugó con el aficionado rojiblanco con el famoso documental La Decisión. Una salida envuelta también en el ambiente de si Griezmann comía o no en la mesa de Messi y Cristiano. El Barcelona se quiso asegurar, otra vez, una estrella para el futuro en el Camp Nou, pero la estrella no brilló. Vivió al principio un ambiente enrarecido sobre si existía sintonía o no con Messi y Luis Suárez, a lo que se sumó que sus registros no fueron los esperados. El francés en su primera etapa en el Atlético promediaba un gol cada dos partidos: anotó 133 en 257. Con la camiseta azulgrana sus cifras fueron de 33 goles en 101 partidos. Su alta ficha también le complicó su estancia en el Camp Nou, lo que le llevó a ser un cromo a intercambiar para el Barcelona en su momento de necesidad. Le mandó cedido de vuelta al Atlético, donde no ha vuelto a ser el mismo (8 dianas en 36 partidos y con una sequía goleadora desde el 6 de enero), para liberar masa salarial. Otro superfichaje que se marchó por la puerta de atrás, ya que el préstamo de vuelta al Metropolitano se cerró el 31 de agosto de 2021 y sobre la bocina.

El fichaje más caro del verano pasado y el traspaso más caro en la historia de la Premier. El Manchester City desembolsó 117,50 millones de euros por él. El atacante era una de las sensaciones en la Premier, brilló en el Aston Villa y los citizens lo ataron. Le consideraron a sus 26 años el momento perfecto para que se convirtiera en una estrella y terminar de explotar, presentando batalla por los puestos de ataque. Oportunidades ha tenido, ya que ha jugado hasta 39 partidos en su primera temporada, pero deja la sensación de que le falta gol. Solo cinco en toda la temporada. Se le ha reclamado más puntería y que cree más desequilibrio en las defensas rivales, pero el resultado no ha sido el esperado. Guardiola no le dio casi minutos en los momentos más importantes de la temporada, como reflejan sus minutos en Champions. En cuartos, solo jugó 22 minutos en la ida contra el Atlético; en la vuelta fue suplente. Contra el Madrid, en semifinales, no estuvo en el partido de ida y en la vuelta jugó 22 minutos olvidables para él e inolvidables para el madridismo. Fue a partir de su entrada cuando el conjunto blanco forzó la prórroga y remontó la eliminatoria y se clasificó para la final. Grealish ha tenido una primera temporada con bastantes grises, en la que se ha tenido que adaptar al sistema de juego y al rol que le ha dado Guardiola. Se espera más de él para su segunda temporada como citizen.

En plena celebración de la Decimotercera Champions del Real Madrid, Cristiano Ronaldo anunció que quería dejar el Santiago Bernabéu: «Fue bonito jugar en el Madrid». Tras ese momento, su agente le preparó la salida y logró que desembarcara en la Juventus por 117 millones de euros (un 10% de la cláusula de rescisión). Llegó como un héroe y mantuvo sus grandes registros anotadores (101 goles en 134 partidos), pero no terminó de estar a gusto en Turín. Tuvo algunos desencuentros con la grada, que le pedía más para conseguir la ansiada Champions. Algo que también deseaba el portugués y veía que no era posible lograr en Turín. Quería otro proyecto y cambiar de club. Y así lo hizo tras tres temporadas en la Juventus. Se rumoreó su vuelta al Bernabéu, pero al final recaló en el Manchester United el club que le hizo ganar su primera Champions y Balón de Oro. Así ponía fin a su etapa en la Juventus, sin que club ni jugador lograsen lo que ambos deseaban y por lo que se pagó 117 millones al Madrid, la tan ansiada y cotizada Champions.

Hazard sabe que su fichaje, por ahora, no ha sido un éxito. Y ha prometido a la afición del Real Madrid que eso va a cambiar. «Llegué hace tres años, pero pasó la lesión y muchas cosas… El próximo año voy a dar todo por vosotros», afirmó desde Cibeles en plena celebración de la Champions. El belga quiere demostrar que sigue teniendo calidad y devolver su fútbol los 115 millones que pagó el Madrid por él. «Quiero demostrar que mi carrera todavía no se ha terminado», confesaba Hazard ante su afición. Y es que sus números son muy negativos, las cifras demuestran que vive una de las grandes maldiciones en este club de los 100 millones. Se ha perdido más partidos (93) de los que ha jugado (66) y solo ha logrado anotar seis goles en tres temporadas.

Uno de los grandes fracasos del pasado verano. El Chelsea tiró la casa por la ventana para fichar al delantero belga y desembolsó 113 millones. Lukaku había marcado 64 goles en 95 partidos durante las dos temporadas que vistió la camiseta del Inter. Un gran registro para un delantero. Los blues no dudaron en hacerse con él para tener más pólvora en ataque. El belga en 44 partidos esta temporada ha marcado 15 goles, un registro más pobre del logrado en Italia, pero el problema del fracaso de su fichaje no está solo en eso, sino en la actitud del futbolista. Tras llevar unos meses en el Chelsea, Lukaku expresó su deseo de marcharse de Londres y regresar a Italia: “Estoy físicamente muy bien. Sin embargo, no estoy contento con la situación, eso es normal. Creo que el míster eligió jugar con otro dibujo, yo lo único que puedo hacer es no rendirme y seguir siendo profesional». Y abrió la puerta a un regreso: «Siempre dije que tengo al Inter en el corazón y espero de verdad volver a jugar allí». Y, un año después de que el Chelsea protagonizara uno de los fichajes más caros de la historia del fútbol, los blues y el Inter negocian el regreso del delantero belga a Milán a través de una cesión…

En el verano de 2016, Manchester United y Real Madrid tuvieron un pulso por Pogba. El centrocampista, que había brillado en la Juventus y era uno de los futbolistas más cotizados en ese momento, acabó regresando al Manchester United, club en el que se formó. Los diablos rojos pagaron 105 millones de euros para convertirle en el nuevo líder del proyecto. Pero los resultados no han sido los esperados para el centrocampista ni para el club. El francés sí logró ganar una Europa League con el United en 2017, pero desde entonces el nivel ofrecido por el club no era el deseado por un futbolista de su nivel. Ahora ha terminado contrato y se ha despedido por la puerta de atrás. Se va como jugador libre y volverá a la Juventus, el club donde dio su mejor nivel.

El galés ha dejado recuerdos bonitos para el aficionado blanco y también para olvidar. En su primer año marcó el todavía recordado y decisivo gol en la final de la Copa de 2014 ante el Barcelona, cuando una galopada suya sirvió para superar a Bartra. Ese mismo año aportó un gol de gran importancia en otra final: fue en la de la Champions ante el Atlético. Su eficacia goleadora nunca fue un problema, pero sí sus continuas lesiones, escapadas al golf, desplante a compañeros y afición (se iba del campo antes de que acabasen los partidos) y la famosa frase en la bandera de su país que decía: «Gales, golf, Madrid. En ese orden». Esta última temporada de contrato solo ha llegado a jugar siete partidos. Se va con catorce títulos en la mochila del Santiago Bernabéu, pero con muchos recuerdos que el aficionado blanco quiere olvidar.

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