La infección provocada por un hongo resistente que avanza y preocupa en Estados Unidos
Desde hace ya algunas semanas, el centro de control de enfermedades de los Estados Unidos (CDC) viene advirtiendo de la amenaza que supone el aumento de infecciones por el hongo Candida auris. No es un patógeno nuevo, pero en tiempos recientes ha visto aumentar su incidencia de manera muy notable en el país norteamericano y en muchos otros, impulsado en parte por la pandemia de covid-19.
¿Qué es C. auris?
Como apuntamos, C. auris es una especie de hongo muy contagiosa, que se transmite a través del contacto con superficies contaminadas o personas infectadas. Para la mayoría de las personas no representa ningún peligro importante; no obstante, en pacientes inmunodeprimidos o con lesiones abiertas (como catéteres, vías, etc.) puede desencadenar una infección que llegue a alcanzar el cerebro, la sangre o los pulmones con una letalidad muy elevada.
Por esto mismo, los centros de atención médica a menudo actúan como nodos de contagio especialmente importantes para este patógeno. A todo esto contribuye el hecho de que la especie ha ido desarrollando una cierta resistencia a algunos de los desinfectantes comunes, y dado que puede hospedarse en la piel de las personas sin provocar síntomas, tiene una gran capacidad para viajar y propagarse a otros individuos.
De todo esto ya venía advirtiendo la Organización Mundial de la Salud desde finales del año pasado, cuando publicó una lista de ‘patógenos fúngicos prioritarios’ que incluía C. auris. Precisamente, la entidad hacía referencia a la resistencia a ciertos tratamientos que varias especies patogénicas de hongos están desarrollando en la actualidad.
Una infección similar a otras candidiasis
C. auris pertenece al mismo género taxonómico que las especies que asociamos a las formas más comunes de candidiasis. Como estas, crece en forma de levadura (colonias de hongos microscópicos).
Las candidiasis son infecciones fúngicas que afectan a las superficies del cuerpo, normalmente en las zonas ‘húmedas’ conocidas como mucosas (vagina, pene, boca…). Cuando se extienden al resto del organismo y se vuelven sistémicas se denominan candidemias y es cuando se vuelven potencialmente mortales.
Estos casos sólo suelen darse en personas con el sistema inmune comprometido, como aquellas con VIH, sometidas a trasplantes o sometidas a ciertos tratamientos contra el cáncer.