Infarto en jóvenes: estos son los síntomas y la manera de prevenirlo
Aunque la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares se incrementa con el paso de los años, las personas jóvenes no están exentas de padecerlas. De hecho, el infarto agudo de miocardio es la causa más frecuente de fallecimientos en el mundo desarrollado. Por eso, conviene conocer los factores de riesgo y saber cuáles son sus síntomas para actuar ante estas dolencias y poder prevenirlas a cualquier edad, incluso en la juventud.
Como explica el doctor Paolo Racugno, cardiólogo de Quirónsalud Valencia, se habla de infarto “cuando se produce la muerte de un tejido por falta de sangre y oxígeno”. En la mayoría de los casos, esto se debe a “la rotura de una placa de aterosclerosis (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en la pared de una arteria) dentro de las coronarias, las arterias que llevan oxígeno y nutrientes al corazón”. Estas roturas forman trombos, que son los que detienen el paso de la sangre de manera brusca, provocando el infarto.
Cuando las células dejan de recibir oxígeno, se acelera la necrosis o infarto, un proceso que requiere una actuación lo más rápida posible, como subraya el doctor Racugno: “Se estima que después de 12-24 horas el tejido será del todo irrecuperable. Si se sobrevive a un infarto, la parte muerta del corazón no colaborará al bombeo del órgano”, lo que derivaría en una insuficiencia cardíaca crónica. De ahí la importancia de tratarlo cuanto antes en caso de reconocer los síntomas.
Síntomas en pacientes jóvenes y mujeres
Cuando se produce un infarto en personas mayores, en ocasiones las molestias son “inespecíficas”, mientras que los síntomas en jóvenes “suelen ser más llamativos”, destaca el cardiólogo de Quirónsalud Valencia. Los más frecuentes a edades tempranas son “el dolor torácico opresivo de inicio en reposo, irradiado al brazo izquierdo y al cuello y mandíbula”, que puede ir acompañado de “sudoración fría, náuseas, vómitos y falta de aire”, detalla. No obstante, el doctor insiste en que no deben subestimarse “localizaciones del dolor menos frecuentes, como en el epigastrio (boca del estómago), en la región interescapular y en el brazo derecho”.
“Los síntomas de infarto en jóvenes suelen ser más llamativos que en las personas mayores”
Si hablamos de las mujeres, no es rara la “presentación atípica”, es decir, síntomas diferentes en cuanto a su localización y características. Esto puede derivar en “diagnósticos más tardíos con consecuencias catastróficas”, apunta el doctor, por lo que las pacientes con factores de riesgo deben estar muy atentas y someterse a revisiones periódicas.
Una posible causa de infarto en las mujeres en edad premenopáusica es la «disección de la coronaria», es decir, cuando “una capa interna de la coronaria se separa de la capa externa, como una cebolla, bloqueando el flujo de sangre”. Este fenómeno tiene los mismos efectos prácticos que un trombo, provocando también la muerte celular.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Siempre teniendo en cuenta que lo más decisivo es, sin duda, la edad (con mayor incidencia en varones a partir de los 35 y en mujeres después de la menopausia), cabe destacar que los infartos “se dan con mayor frecuencia en pacientes con factores de riesgo cardiovascular”, aclara Paolo Racugno.
Las circunstancias que pueden provocar que personas más jóvenes se expongan a tener un infarto son la suma de varios factores de riesgo como el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia.
Con especial incidencia en los mayores, la muerte súbita o aparición repentina e inesperada de una parada cardíaca puede ser la vía por la que el infarto se manifieste (supone “una décima parte de los casos”), aunque el individuo se encuentre en buen estado. La causa común de muerte súbita es el infarto, aunque en la población menor de 35 años hay “mayor preponderancia de miocardiopatías como cardiomiopatía hipertrófica o la cardiomiopatía arritmogénica”, confirma el doctor. En estos casos, es más común que el deceso ocurra al realizar esfuerzos físicos.
Prevención de la muerte súbita
Si bien la muerte súbita no se puede prevenir al completo, se puede reducir drásticamente su incidencia llevando una vida activa, realizando media hora de deporte moderado todos los días, llevando un control de la tensión arterial, los niveles de colesterol y el azúcar y, por supuesto, evitando completamente fumar. Además, según Racugno, el dolor torácico o en la boca del estómago, si se acompañan de sudoración fría y náuseas y se extienden en cuello, mandíbula y brazo izquierdo, “no deben subestimarse en ningún caso”.
En el caso concreto de los deportistas, es indispensable realizar estudios mediante electrocardiograma (ECG). Se trata de “una prueba muy sencilla que nos da mucha información, ya que cualquier alteración, aun no siendo específica, puede activar las alarmas para hacer pruebas más exhaustivas”, indica el doctor de Quirónsalud.
“Los deportistas deberían hacerse un electrocardiograma, una prueba muy sencilla que nos da mucha información”
El ECG puede resultar un elemento capital para reducir la probabilidad de infarto en jóvenes atletas. Este estudio sirve a los profesionales para alertar de posibles riesgos y demandar pruebas más exhaustivas como un test de esfuerzo, un ecocardiograma, un Holter ECG, un TAC o una resonancia magnética y, en última instancia, “descartar miocardiopatías potencialmente fatales”, concluye el doctor Paolo Racugno, del servicio de cardiología de Quirónsalud Valencia.