Vivienda

Inbisa vende el Castillo de Butrón a un inversor extranjero por cuatro millones

Inbisa ha vendido, por cuatro millones de euros, el Castillo de Butrón, situado en el municipio de Gatika, a 19 kilómetros de Bilbao. La promotora se desprende, de esta manera, de un activo singular de gran valor histórico, cuya venta ya intentó en 2014 mediante una subasta que quedó desierta. Entonces, Inbisa fijó un precio de venta de 3,5 millones, tras rebajarlo desde 10 millones. Sin embargo, finalmente y después de siete años, ha conseguido cerrar la operación un 14% por encima de la cifra fijada en 2014.

Según ha podido saber El Confidencial, el futuro propietario dará un uso particular al castillo y acometerá las reformas necesarias para ello, apostando por la conservación de un activo tan icónico. De hecho, el complejo se encuentra en un excelente estado de conservación.

Inbisa lo adquirió en 2005 por 1,6 millones, y desde entonces se ha ocupado de la conservación del castillo en su entorno natural. Para ello, ha contado en todo momento con la colaboración de técnicos especialistas en la materia. La fortaleza ha servido de emplazamiento para la organización de eventos, como escenario de numerosos anuncios y programas de televisión. Ahora, 15 años después, la compañía pretende recoger los frutos de esta inversión, que no encaja dentro de su ‘core business’.

Inbisa lo adquirió en 2005 por 1,6 millones y lo intentó vender en 2014 por 3,5 millones

“La decisión de la venta se ha tomado dentro de nuestra política de rotación de activos y de potenciación de nuestras áreas estratégicas. A pesar de ser un inmueble singular, importante e histórico, no forma parte de nuestro ‘core business’, que actualmente se focaliza en el desarrollo de promociones residenciales, industrial-logísticas y terciarias”, apuntan desde Inbisa.

“Durante los últimos años, hemos tenido varias propuestas de compra, sin embargo, no hemos querido dar el paso de su venta hasta encontrar unos compradores que se han comprometido a una conservación adecuada de este bien histórico y único en España. Sus nuevos propietarios han valorado su atractivo, la riqueza y diversidad de los jardines y especies arbóreas de su entorno, su construcción singular e historia y, según hemos podido constatar, tienen la intención de restaurarlo, respetando y protegiendo en todo momento su carácter histórico”, añaden.

Castillo de Butrón, complejo singular e histórico

El Castillo de Butrón es uno de los símbolos de Vizcaya y ha sido reconocido como Patrimonio Histórico. Aunque fue construido en la Edad Media por el linaje de Butrón —concretamente en el siglo XIV—, a finales del siglo XIX (1879-1899) fue remodelado por Francisco de Cubas y González-Montes, marqués de Cubas, quien le confirió su apariencia actual. En el año 1994 se ejecutaron las últimas obras de rehabilitación.

Dispone de una superficie edificada superior a los 2.400 metros cuadrados y está situado en un parque de más de 35.000 que le confiere un entorno privilegiado. La singularidad e importancia del inmueble —es el único castillo de estilo romántico que estaba a la venta en nuestro país— lo hacía especialmente atractivo para fondos de inversión o inversores particulares.

Castillo de Butrón. (Inbisa)Castillo de Butrón. (Inbisa) Castillo de Butrón. (Inbisa)

La fortaleza fue durante más de 300 años —desde el siglo XIII hasta el XVI— baluarte en torno al cual se fue forjando la historia de Vizcaya sobre las continuas luchas entre las familias de la nobleza agrupadas en dos bandos. Constituye un magnífico monumento del romanticismo, que fantasea con la evocación medieval. El castillo se encuentra rodeado por un amplio parque de 35.000 metros cuadrados, poblado por centenares de árboles de 70 especies tanto exóticas como autóctonas. Este parque natural es, además, el ámbito donde vive una poblada y variada fauna de aves y pequeños mamíferos que constituye una verdadera reserva ecológica de gran valor.

E. Sanz

Cuenta con iluminación, cocina, calefacción, bodega y un ‘parking’ exterior. Fue construido en la Edad Media por el linaje de Butrón y remodelado cuando su aspecto se asemejaba más al de un caserío por Francisco de Cubas y González-Montes, marqués de Cubas, a finales del siglo XIX. Él fue quien le dio el toque romántico que ha conservado desde entonces.

Los muros del castillo, en su parte baja, tienen un grosor de más de cuatro metros. En su interior se encuentran varios salones, una zona de recepción de invitados, la antigua capilla, el salón de la chimenea, un gran salón diáfano de 200 metros cuadrados, el patio de armas, el almacén de víveres, un pozo de agua natural, una biblioteca, bodega e incluso mazmorras. Las distintas dependencias están decoradas de forma exquisita y cuentan con mobiliario, iluminación, cocina, calefacción y un ‘parking’ exterior.

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