Impactantes escenas en las Urgencias de La Paz, con una sala COVID casi al doble de su capacidad
El consistente aumento de los casos de coronavirus en toda España y el consiguiente incremento de la presión asistencial en Urgencias ha dejado este jueves preocupantes escenas en el madrileño Hospital de La Paz, donde una sala COVID de este servicio se encuentra casi al doble de su capacidad, al albergar a 21 pacientes, cuando debería acoger únicamente a 12.
La sala, que «carece de la ventilación adecuada» para alojar a este tipo de pacientes, alberga en estos momentos tanto a personas con una PCR confirmada como a otras sospechosas de padecer COVID-19, lo que aumenta el riesgo de estos últimos de contraer el virus si su prueba es finalmente negativa, cuenta a 20 Minutos Guillén del Barrio, enfermero en la urgencia del hospital La Paz y delegado del sindicato MATS.
«La sala no está preparada. Además, así, hay una mayor concentración de virus en el aire, lo que supone un mayor peligro para los ingresados y los trabajadores. No corre el mismo riesgo un paciente con sospecha de coronavirus si está rodeado de 11 personas que de 20″, apunta. Asimismo, destaca que esta saturación ha provocado que algunos de las personas allí hospitalizadas deben permanecer sentadas en sillones, en vez de tumbadas en una cama, como requeriría su estado. «Están hacinados. Es absolutamente indigno», añade.
En cuanto al motivo de la congestión de este espacio, Del Barrio afirma que «muchos pacientes» han renunciado a ser trasladados al Hospital Isabel Zendal -porque, en su opinión, «saben que está mal equipado»- y otros no han podido llegar hasta allí o al Carlos III a causa del «pésimo servicio de ambulancias», debido a las consecuencias de la borrasca Filomena.
Además, Del Barrio señala que esta situación de abarrotamiento podría evitarse al habilitar el gimnasio de fisioterapia como sala para pacientes COVID, algo que ya se hizo durante la primera y la segunda ola. «No lo abren aposta. No hay más sitio en La Paz porque no quieren, están intentando obligar a la gente a irse al Zendal al tenerlos en sillones en lugar de en camas», sostiene.
En cuanto a la situación de las Unidades de Cuidados Intensivos, detalla que, con los contagios correspondientes a las Navidades y los días posteriores, «se van llenando». «La primera UCI que se ha usado para pacientes COVID tiene 20 camas ocupadas. La segunda debería contar con otras 20, pero como mucho se pueden poner 14 por falta de personal. Creo que en este momento hay 7 pacientes, por lo que hay espacio para otros 7», calcula.
Desde el centro sanitario, explican que la congestión de la sala obedece a que ocho pacientes esperan ser trasladados al Isabel Zendal y el cambio de protocolo adoptado por las inclemencias meteorológicas ha ocasionado un retraso un cierto retraso. En cuanto a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, remiten al Hospital de La Paz.
En el hospital Gregorio Marañón también se ha vivido este jueves una jornada de caos. «Desde Navidades hemos visto cómo iban aumentando los casos de COVID, aunque de manera controlada», explica a este medio Charo Alonso, delegada del sindicato MATS y administrativa de las urgencias de ese hospital madrileño.
«Sin embargo, hoy ha sido un día caótico. Teníamos a 53 pacientes, tanto COVID como no COVID, pendientes de cama. Hay algunos que llevan tres días esperando en urgencias. Otros llevan días dados de alta pero, como no pueden irse a sus casas, siguen aquí, en el hospital», relata.
Esa situación satura, evidentemente, el servicio y responde a los estragos que ha ocasionado Filomena en Madrid, pues muchas calles siguen intransitables. «Las ambulancias solo se llevan a los pacientes que pueden ir en silla de ruedas o que viven en calles accesibles y eso que ha venido la UME…», agrega.